Capítulo 47: Todo pasará al olvido.

—Si me tienes que decir algo, dímelo ya. —Exploto una vez que Floyd ha salido de la oficina después de terminar nuestra reunión.

Una reunión que lo único que hizo fue demostrar que él tiene el poder y que nosotros solo somos sus empleados, aunque estamos contratados como una de las empresas inmobiliarias más importantes del país y del continente americano. Lo cierto es que para Floyd solo somos unos peones que van a hacer realidad su sueño.

—No tengo absolutamente nada que decirte, ya has hecho más que evidente que ya no tenemos nada de qué hablar.

—¿De qué diablos estás hablando ahora? —Me levanto de la silla después de dejar la carpeta, donde llevo anotada todas las informaciones importantes de la reunión, para luego colocarlas en la computadora y así tener la información doblemente asegurada.

—Sabes muy bien de lo que estoy hablando. —Pongo los brazos en jarra y lo miro expectante