Capítulo 117: Ámame hasta que se oculte el sol.
Esto no está bien.
No me siento cómoda mientras subo los escalones de la gran mansión de los padres de Timotheo.
La madre de Ernest está allí. Ella está allí y va a mirarme con sus ojos oscuros como si yo fuese poca cosa para su hijo.
Como si yo no importara.
Ella lo dejó bastante claro la última vez que nos vimos.
La primera vez que nos vimos.
Aunque luego del funeral ella estaba muy diferente.
Aunque distante, aunque desolada por la muerte de su marido, al menos eso me imagino, la vi diferente, sin la altanería con que fue a mi casa, sin esa arrogancia que exudaba y que me indicaba que yo no era nada para ella ni para ningún miembro de su familia.
Ni para su hijo.
Principalmente para su hijo.
Me paso la mano por el vestido azul que Priscila me ha prestado, según ella regalado y pienso
He escrito un poco rapido estos capitulos y no he dedicado tanto tiempo a editar, si ven algun error con placer me encantaria leerlos. He estado enferma estos dias, asi que espero comprendan la tardanza en el final. Besos.
Capítulo 118: Sorpresas. Un giro inesperado. La mansión por dentro era incluso más Asombrosa que lo que era por fuera. Elegante pero a la vez acogedora, sin los lujos tan extravagantes que me habría imaginado por ser familia del padre Ernest, por ser familia de Melanie. Miró a todas partes con los ojos abiertos como platos. Mi temor pasa a la sorpresa al darme cuenta de que es una casa normal, sin nada de corriente, sin nada de común, pero sí acogedora. Parece más un hogar que El mismo apartamento de Ernest, aunque entiendo que él tiene un apartamento de soltero y no recibe la visita de muchas personas. —Ernest, llegaste. —Dice una mujer acercándose a él y reconozco de inmediato a la madre de Timoteo. Me quedo a su lado, él no ha soltado mi mano. —Tía. —Le saluda a él con un abrazo fuerte y veo el amor de inmediato. Una relación muy diferent
Capitulo 119: Con ella o sin ella. Melanie Hossen lleva puesto el mismo vestido negro con el cual la vi en el funeral de su marido, me siento mal por ella, porque su hijo le está retando obligándole a quererme, obligándole a pedirme perdón y cuando una persona no quiere disculparse. Es mejor no obligarle porque la disculpa no será sincera. La disculpa no saldrá del corazón y los problemas seguirán allí. Pero el ego de Ernest es mayor y él no se da cuenta de lo que le está pidiendo a su madre. No se da cuenta que nuestra relación seguirá siendo igual de tensa si ella no se disculpa, sintiéndolo en el alma. Nada se arregla por simples palabras, ningún problema se soluciona con las palabras vacías de una disculpa. —Volvamos a comenzar. —Dice ella acercándose a nosotros. El lugar está tenso, el silencio es tan incómodo que casi quiero salir corriendo por la puerta o por cualquier ventana que haya abierta y disponib
Capitulo 120: Llorar por ella. Después de que pasaron los llantos, nos sentamos nuevamente unos frente a los otros en el sofá, yo al lado de Ernest el colocando su mano en mi muslo, lanza ese ardor, ese fuego, ese calor que me mantiene con vida, que me mantiene sintiéndome segura. Estamos uno al lado del otro, tan cerca que escucho el latir de su corazón y su respiración acompasada. —¿Por qué nunca me lo dijiste, mamá? —Escucho como él le pregunta después de estar un rato en silencio después de que Layla se acercó con una bandeja con vasos y jugos y un par de galletitas de mantequilla que ella misma hizo. —Porque tu madre no le pide ayuda a nadie. —Dice Layla. —Sabes muy bien que lo hice para protegerlos. —Te convertiste en una mártir, Melanie. Pudiste habernos pedido ayuda, sabes que Carl te hubiese cuidado. —Melanie se sentó junto a ella y la abrazó. —Te convertiste en mi hermana Mely, Yo te hu
Capítulo 221: La familia de VickySi esto no es amor, no sé lo que es. Si esto no es el deseo de estar con alguien, no estoy seguro de lo que es.Vicky ha visto las peores partes de mi vida. Ha escuchado mi pasado, ha escuchado a mi madre hablar de todo lo que pasamos con mi padre, al menos un tercio de ellos ella ha visto lo peor de mí y sigue aquí.No se ha largado, no me ha dejado, no ha escapado de nosotros y estoy 100% seguro de que ella estaría en todo su derecho de hacerlo.Ella debería de irse. Debería de dejarme, debería de alejarse de mí porque mi familia es demasiado tóxica y carga demasiada mierda como para involucrarla a ella en eso.Sin embargo, ella no se rinde, está aquí conmigo, se ha quedado a mi lado.Y no puedo más que amarla por eso.Amarla incondicionalmente e intentar ser el mejor hombre por
Capítulo 122: ¡Enojada y con razón! Mi hermana siempre ha tenido deseos de Matarme. Como nos llevamos menos edad que lo que yo le llevó a Fracheska, Nos hemos tratado siempre como mejores amigas. Y sé reconocer cuando alguien está enojado, furioso, deseoso de estampar la cabeza de El motivo de su enojo contra la pared. O cualquier cabeza que le pase mal puesta por el lado. En este caso, yo soy ambas. —Antes que digas nada, no te deje tirada. —Le digo mientras me bajó del vehículo. —Le encomendé a Timoteo que te trajera a casa. —¿Y crees que aguantar un trayecto completo con ese remilgado hombre prepotente es lo mejor? —Es un buen hombre. —Digo, mirando de reojo hacia el vehículo, pues Ernest está escuchando todo mientras sonríe divertido. —Y tu, —Le digo sin mirarle. —Borra esa tonta sonrisa de tu rostro antes de que mi hermana te liquide. —¡A quién voy a liquidar es a ti,
Capitulo 123: Fiesta de compromiso. Una semana después. — Haz lo que te haga feliz. Te mereces lo mejor y solo lo mejor, Vic. —Recuerdo las palabras exactas de mi madre, mientras ahora me coloco el vestido. La fiesta de compromiso ha comenzado y yo estoy aquí arriba, batallando para ponerme el vestido adecuado para ser la persona perfecta que acompañe a mi prometido en nuestra noche. ¿La mujer correcta? Creo que no hay una definición exacta para esto, pues todos tenemos parámetros diferentes y necesidades distintas. Lo que es correcto para mí, a lo mejor no sea correcto para los demás, para mí es correcto que nos amemos, que estemos ahí el 1 para el otro, que nos llevemos bien con nuestras respectivas familias y que nuestra relación crezca y mejore cada día más que la confianza nunca falte y que el deseo de superación mutua esté allí. Indeleble. Para mí eso es una pareja correcta. Para m
Capitulo 125: ¿Será un sueño hermoso? Jamás habría pensado que cinco minutos me daría para tanto que cinco minutos serían suficientes para restaurarme el ánimo y alegrarme durante toda la noche, quizás parte de la mañana, cinco minutos de puro placer que se convirtieron en diez y quizás veinte, a lo mejor. Perdí la cuenta del tiempo que dure en la habitación con mi prometido, con mi futuro esposo, con el hombre que amo y con el cual estoy dispuesta a pasar el resto de mi vida. —Estás bellísima, y ese color te queda perfecto.—Me dice Priscila mientras se acerca a mí y me abraza. Ha sido tan fácil tratarnos durante esta semana después de que hicimos las paces en su mansión. Sé que ella ha tenido un tiempo bastante difícil y que las cosas no han sido fáciles para ella a raíz del suicidio de su padre. Así que he intentado por todos los medios posibles no mostrarme reticente a escucharla. Sin embargo, es tan testarud
Capítulo 125: El me escuchó y yo a él. Su voz me hace girar de inmediato hacia la entrada de la cocina, donde mi padre, vestido de traje negro, está allí parado, observándome con una caja de regalo en la mano. —Esto es para ustedes. Él deja la caja sobre el desayunado y se coloca al lado de mi madre, cabizbajo, se miran los zapatos y luego me mira. Sé reconocer el dolor cuando lo veo y allí hay dolor. —No puedo perdonarte así, sin más no puedes simplemente llegar aquí, creer que porque es mi fiesta de compromiso, voy a escucharte. —No he venido a esto, no ha venido para que me perdones, he venido porque mi hija mayor se está comprometiendo y deseo pasar con ella el tiempo que me he perdido a recuperar el tiempo que yo quise que se perdiera. —Qué bueno que estás claro en que tú fuiste el causante de esto. —Le digo levantando la barbilla con altivez. —Nunca he quitado el peso de mis decisiones, Vicky. Siempre he