Steven se encontraba fuera del cine mirando su reloj algo inquieto.

Después de dejar a su madre en casa y se aguantará un par de bromas de esta, se dirigió hacia el cine que estaba en la calle 6, donde Sharon le dijo que lo esperaría ya que la película comenzaba a las 8.

El rubio aceleró su auto porque sentía que era tarde, hasta que llegó al lugar, pensando si realmente lo que estaba haciendo era lo correcto, pero más que todo, sus pensamientos se iban al rostro de la castaña mujer quien solo se había despedido de él con un beso en su mejilla y una sonrisa triste.

El chico estaba con esos pensamientos cuando sintió un suave toque en su brazo, haciendo que se volteara y encontrará a la pelirroja, con un vestido muy ajustado, de pie junto a él;

-hola, guapo. - exclamó Sharon tomando su brazo con una sonrisa -Llegaste a tiempo

-llegué un poco antes- fue lo que pudo decir el rubio cuando sintió que era jalado hacia dentro

-Vamos a comprar las palomitas que la película empieza en unos min