Estoy furiosa, como puede ser tan igualado este hombre, tenemos que aprovechar el tiempo para dejar todo mucho más claro, las cuestiones de dinero son descontrolables si entra la avaricia, no deseo para nada ser socia de un hombre que se disfraza para sus beneficios, ni por todo lo que esto le trae voy a ser su mujer, respiró profundo adquiriendo fuerza de mi interior para decirle a Manuel, degustar manjares es el placer que me daré, pero haciendo las cosas un poquito más derecho que torcido como todo va. —Debemos hablar ¿Quieres que lo hagamos de una vez? porque la verdad yo si, estos pocos días que han transcurrido han sido muy tormentosos, no puedo de la culpa de saber que Jerónimo está como lo más indigno tirado en ese sótano, con poca higiene no lo dejamos ni transportarse al baño, todas sus necesidades naturales son hay sobre su ropa, es injusto por él yo me equivoco y los inocentes pagan, todo lo poco que contribuyó es para dañar, dime porque después de la buena enseñanza que
Organizó a Jerónimo para salir, él no me dice nada, pero ese par de ojos hablo por sí solo, me da culpa pero de esto trata la vida, hay que tomar ventajas si las situaciones lo permiten, lo único que no quiero es que él se muera, no podría cargar con esa culpa ya tengo suficiente con la que me produce Cristina, le vendo sus ojos y Manuel llega a empujarlo desde atrás para que se afane caminando, es el último día que vamos a estar juntos y las sociedades que en algún instante nacieron obviamente ya murieron, para mi eso ya será ganarme una fortuna aparte de la que disfrutare con tanto gusto, yo solita, si mi amado decide no seguirme. Manuel lo tira en el baúl del auto y lo cierra con tanta fuerza que creo que hasta le lastimo su cuerpo, que hombre tan insensible, pero lo que le espera es mucho peor, él maneja y es tanto el desespero que llegamos a los pocos minutos al parque, él estaciona y ahora solo queda esperar que aparezca Fernanda, para que de una vez por todas me arregle la porq
Llegamos a la casa, mi cuerpo ya está hiperventilando nos bajamos y en mi mano tengo el maletín, lo aprieto como lo más sagrado que tengo porque precisamente eso es lo que significa, algo muy preciado luche hasta cansarme por todo esto ya buscare la manera de librarme de este idiota, no puedo esperar más tiempo desde ya mismo debo actuar, empezare cambiando mi vida hacia el lado que deseo que este, subo hasta la recamara y agarro el telefono marco él numero de Sebastián, escucho como Manuele no para de golpear la puerta, esta con una insistencia que me esta desesperando porque no se pudre ese imbecil que me deje de joder la maldita existencia, es un fastidio, ushhhh no lo soporto más. —Déjame descansar, tengo unos dolores insoportables en el abdomen, porque no lo entiendes y ya, se nota que jamás has convivido con una mujer que esté en su ciclo menstrual. —Por dentro me estoy riendo, disfruto como está tan engañado que lo sacó del camino con cualquier excusa. —Bueno mi cielito, desc
Dentro de poco va llegar, él me esperara en toda puerta tal y como yo lo tengo planeado, en el maleta de la ropa escondo todo el dinero, dejándolo suelto, este maletín tan preciado regresara a las manos de Manuele, pero sin nada para el pobre, ya sus extorsiones le harán buscar una nueva víctima, para sobrevivir al igual es para lo único que le alcanzara. Salgo de la recamara dejando la puerta abierta, caminó descalza con los zapatos en mis manos para no llegar hacerle ruido a Manuel, bajo las escaleras y logró salir, nada pudo haber sido mejor planeado, no veo por ningun lado a Sebastián él no me dejaría plantada sabiendo que me ama tanto, ufff solo un poquito de paciencia lo que ya está desapareciendo, Siento una mano en mi cintura, bajo mis ojos y el tono de piel no es para nada similar al de mi amor. —¿Para dónde va mi reinita? —es la voz de Manuel, porque cuando ya todo pintaba de maravilla en este imbécil se despiertan sospechas. —Lejos, porque descubrí que nosotros ya no nos
Creo que hasta aquí llegaron mis ilusiones de ser feliz, ya que ni escapar con las manos vacías vamos a poder, por la presión que este infeliz está imponiendo, cierro mis ojos para no ver ese chorro de sangre que va salir eso me dejará impactada ya que sere la siguiente, me despierta del sueño en que deseo estar el sonido de una bala, abro los ojos tan despacio solo por continuar con mi cobardía, y ellos dos están en una pelea, Sebastián me esta dejando muda con la fortaleza que le salio, los pensamientos ambiciosos se comienzan a pronunciar en mi, que tal si me voy corriendo con ese maletín, pues tocaría sin el amor de mi vida, siendo millonaria solo me faltara conseguir otra víctima para cuando el dinero se me agote, no estoy loca eso será imposible tal vez la culpa ni me permita continuar, los dos caen al suelo acostados y tengo miedo que ese se dispare, contra nosotros. —No más, paren estoy a punto de infartarme solo por la inmadurez tuya Manuel, te repito quédate con este dinero
Sebastián Sostengo a Sara y mi cuerpo ya está cubierto de sangre, me esta doliendo mucho es insoportable no poder haber cambiado los planes, solo quería que ella aprendiera que nada de lo que hacia estaba bien, pero le pedire al cielo que el castigo de Sara no se convierta en irse para siempre de esta tierra, Manuel camina para atrás muy nervioso intentando escapar como un cobarde que es, pero la justicia más tarde que temprano llega y esta noche está sorprendiendo a este miserable lo agarran por la espalda y él no se opone está arrepentido Sara no era solo una obsesión en realidad la ama por ese motivo esta tan afectado, a ella la suben sobre una camilla y mientras la estan estabilizando con oxigeno no podre aguantar las ganas de decirle la verdad a este imbecil. —Este es su destino terminar tras las rejas para toda la vida, cuando ya le den salida va estar tan anciano que ni fuerzas podrá mantener, lamentablemente usted hundió a mi mujer solo por ambición, y ella cayó a lo mejor e
Ella me debe estar detestando, nada tengo por hacer me lo merezco por defraudar su confianza, pero la amo y ella a mi también solo que la rabia la cubre con un manto frío, me acerco y su cabeza va volteando lentamente la baja debe sentir tanta vergüenza, pero yo no la tengo a pesar de que me enamore de una delincuente que siempre mantuvo bajo perfil, ella respira profundo para agarrar fuerzas y hablarme. —Sebastián, ¿Por qué me hiciste esto? Crees que merezco sufrir, si es cierto que soy de lo peor, pero te juro que solo necesitaba dinero y ya, me salio muy caro el chiste, vi como solución que nos fuéramos lejos del país ocultando todo la verdad, que descaro el mio te iba a pedir que lo intentaras. —Ella está llorando, lo que más detesto que haga solo nos queda vivir antes de que se nos pase nuestro momento. —Necesitabas pagar por tus actos, Helena si lo deseas saldré de tu camino, eso sí aunque sea a tus espaldas estare al pendiente de tu caso, tal vez si necesita tu corazón manten
Sara Estoy en el infierno no creía que lo conocería antes de morir, las ratas entran a esta celda y se sienten como de la familia ella se mueven hasta subirse por encima de nosotras, al menos a ellas yo les interesó, daría todo por cambiar y recibir una oportunidad. —Señorita, a levantarse —la guardia me dice, como no vamos a sentir miedo nosotras las reclusas y estas señoras solo nos gritan ni que fuéramos brutas y no entendieramos. —Pero yo no he hecho nada, estoy juiciosa limpie todos los baños tal y como me mandaron, no me vaya a dejar en ese cuarto oscuro donde escuchó que todas gritaban desesperadas. —Me arrodillo, es inmenso el temor cualquiera coge y me golpea por razones que no comprendo. —Lo sé, Sara deje de ser tan llorona, sabe que usted se nota que es de esas que transforma todo si se propone puede disminuir el tiempo de su condena, hay unos premios por las labores, afuera en los patios hay dos personas que la desean ver y usted me debe contestar de una vez si acepta