Leia y releía uno de las frase que utilizo la persona que me contrato apodándose solamente como “León.” Me estaba dirigiendo a California pues al parecer Dimitrik estaba en un viaje de negocios alli. Según la información de quien me contrato, Tendria dos meses para matar a Dimitrik ya que aprovecharían que el estaría afuera de sus territorios. Cinco intentos de asesinatos. Cinco intentos fallidos, por eso me contrataron a mi. ¿Su objetivo? Necesitaban a una mujer que lo seduzca, que bajara sus defensas y que lo aniquilara. Caminaba hacia el bar que, al parecer, era de su propiedad, en un animado viernes donde me permitieron entrar fácilmente gracias a la persona que me contrató que me puso en la lista de invitados. Al entrar al bar, el sonido de la música llenaba el ambiente y todos los ojos se posaban en mí. Vestía un elegante vestido corto de color negro entallado que se ajustaba perfectamente a mis formas, mostrando mis curvas de forma sutil. La prenda tenía una abertura pronunc
No me dejaría ir tan fácil, mis mirada era plausible pues no quería ponerlos en alerta, miraba a sus guardias que nos rodeaba. Los cuatro podrían ser fácilmente neutralizados con mi arma, ya que, a diferencia de mi tío, poseía habilidades avanzadas tanto en artes marciales y en boxeo. Tomaba mi café de manera sumamente lenta, sus ojos jades me escudriñaban. —Así que, no me permitirás marcharme, ¿verdad?—Asi es mi krolik(conejita) has captado mi interés. No dejare que nadie te mire, que nadie respire cerca de ti. Una leve sonrisa se dibujó en mis labios al llevar la taza de café a mi boca. —Es imposible que te acompañe, ya que causaría ansiedad en mis padres.—¿Tus padres? Sé que cuentas con padres adoptivos, simplemente les informas que te has mudado a vivir conmigo.—No me conoces, podría ser una asesina. —bromeaba de manera irónica notando como su sonrisa revelaba sus hoyuelos. —Entonces... Seré asesinado por una hermosa ángel, pero que sea en la cama, deseo partir con tu presen
La cena con Dimitrik fue espectacular. Era un conquistador empedernido, al punto de despertar cierta compasión. Pero...yo era una profesional, era una persona que todos mis contratos los cumplía sin rechistar. Mi plan seria sencillo, acabar con su vida esa noche en mi hotel. Él sugirió ir directamente a su casa, pero yo le propuse que fuéramos a mi cuarto a buscar alguna de mis cosas.No quería forzar la pelea con el pues había escuchado que era uno de los mas peligrosos en ámbitos de combate. Tras sentarme cómodamente en el asiento del pasajero del auto de Dimitrik, con la ventana cerradas, miraba el hermoso panorama.—Krolik(conejita) ahora que vivirás conmigo ¿Tienes alguna preferencia en particular? Hare que mis amas de llave te preparen lo que desees para mañana. Fue imposible contener una sonrisa. —¿Estás considerando llevarme en contra de mi voluntad?—Mas o menos. —rio ligeramente—Te prometo que te tratare como la reina que eres.—No quiero desarrollar el síndrome de Estocolmo
POV Dimitrik RudakovBajaba del auto que nos había recogido al llamar a uno de mis hombres que había memorizado. Entré en mi hogar con Melody tomada de la mano, mi caminar imponente y decidido. Rápidamente, los sirvientes me saludaron al pasar, inclinando la cabeza como gesto de cortesía. Sin decirles nada, los dejé de lado y continué mi camino. Mi atención estaba concentrada en la tarea que tenía por realizar.Al entrar en la sala, me encontré con varios de mis hombres con mas confianza, incluyendo a mi hermano menor, Nikolai. Me detuve en el umbral y lo miré a él, y luego a Melody. Nikolai me devolvió la mirada y luego se fijó en quien estaba a mi lado.—¿Quién es ella? —Preguntó Nikolai, su voz llena de curiosidad. La miré a ella y respondí con un tono seco: —Es mi mujer. ¿Hay algún inconveniente?—No, para nada. Tan solo me picaba la curiosidad. —Podía percibir cómo movía sutilmente los hombros.Melody se río ligeramente —Dimitrik, creo que vas demasiado rápido, ¿no crees?.La
Tras irse Dimitrik comenzaba a revisar la casa para ver los puntos de escape después de matarlo. Jean, era un mayordomo muy complaciente y todo lo que le pedí me aseguro que estaría en mi poder en menos de dos horas. Una ostentosa y bella casa repleta de elegancia y poder, características propias de un millonario mafioso. Le mandaba un mensaje a la persona que me contrató el cual termino prometiéndome que me asistiría para salir de allí, con la condición de que completara la tarea. Respiré suavemente, esta tarea se me había dificultado. Mientras caminaba salía al jardín notando un invernadero al cual sin poder evitarlo entraba. Habían tantas flores que me haría preguntarle a Dimitrik si adoraba esas flores. Mi teléfono sonaba, y al ver el numero casi enloquecía. Respiraba calmadamente para relajarme y tras esto descolgaba la llamada. —Papá ¿Y esa rareza? —¿Resulta extraño que desee comunicarme con mi hija que se encuentra en Rusia? —su tono era plausible, aunque algo serio. —Me mo
A lo largo del día, estuve inspeccionando minuciosamente cada rincón de la casa con Nikolai, identificando las áreas con poca actividad que podrian servirme como vias de escape. Tenía pensado deshacerme de Dimitrik en siete días y necesitaba idear un plan para lograrlo. Mientras me entretenía, acabé llevándome un libro que pertenecía a él, con la intención de descubrir sus intereses.Mientras me encontraba en el sofá, me hallaba inmersa en las páginas de un libro que, debo reconocer, resultaba sumamente cautivador. La historia me envolvía, pero la tensión en el aire era palpable, una mezcla de emociones que aún no sabía cómo interpretar.Me sentía sumamente extasiada que el líder de una mafia se sentiría entretenido a libros de misterios. Me encontraba sumergida en la diversión cuando percibí el sonido agudo de la puerta que se abría. Cuando alzé la mirada, observé su llegada. Dimitrik irradiaba una presencia imponente, sosteniendo un gran ramillete de rosas rojas y en el centro, un c
A pesar de las emociones a flor de piel, observaba a Dimitrik prender la luz y, gracias a ello, percibía al individuo que Nikolai disparó moviéndose de manera leve. —¿De verdad lo has dejado con vida? —murmuró en la penumbra. Dimitrik se aproximó al hombre que me ahorcó, arrojándolo al suelo disparándole en múltiples ocasiones. Aunque su rostro reflejaba serenidad, sus ojos mostraban una furia desbordante. Llenó el cuerpo de munición, tanto que, al apretar el gatillo, este emitió un sonido hueco que señalaba la ausencia de proyectiles restantes. Desde mi perspectiva, pude notar que el cuerpo quedó sin vida. Con mis nervios bajo control, examinaba la situación detenidamente, buscando en el suelo alguna pista que me permitiera comprender cómo ingresó. —¿Podrías decirme quién es? No lo conozco y yo se todos los que trabajan para mi. —Yo tampoco lo conozco. —contestó Nikolai. —Por casualidad escuche algo raro cuando bajaba por un vaso de agua además de que vi una pisada de tierra en
POV Dimitrik RudakovAl abrir los ojos, me percató de que Melody seguía descansando en la cama. Su cabello se encontraba esparcido por completo en la cama, una imagen que me encantaba enormemente. Anoche termine poseyéndola de tantas maneras que tendría que revisar la cama pues temía haberla roto. Melody mantuvo el compás conmigo, demostrando ser una fiera en la intimidad, algo que me encantaba. Apena pudimos pegar un ojo así que asimile que no se levantaría hasta las doce. Despertaba poco a poco, incorporándome con calma de la cama mientras tomaba mi celular. Tomaba una toalla para taparme entrando el banno para llamar a mi detective privado de confianza.—¿Si?—¿Hallaste lo que te solicité?—Claro que sí, resultó ser pan comido. Te envío los datos. Nikolai había enviado la información a nuestro detective de confianza, quien solía indagar a fondo en busca de lo que le pedíamos. Al ver los infiltrados en mi teléfono arqueaba ligeramente una ceja, esto seria demasiado sencillo a comp