P.O.V. Félix. Después de mucho tiempo por fin tengo nuevamente a ese hombre frente a mí; su mirada pasa por su madre y seguido de mí; qué rápido me fulmina con la mirada y no solo él, también siento la pesada mirada de su acompañante de ese traidor de mierda. En fin, dejo de tomarle tanta atención a eso y es que no puedo creer que yo pude engendrar a ese tipo. Estoy seguro de que si él salió así es por culpa de su madre, ya que mis genes están perfectamente bien; mi familia desde años ha permanecido en una de las sangres más puras de España. Debo de haber elegido mejor, pero en fin escucharé lo que hablarán. *** Mi mujer le contó lo mismo que yo le dije y, al enterarse de que fui yo el culpable de intentar deshacerme de él, su mirada se vuelve a posar en mí, pero ahora es más oscura, que casi se podría decir que veo en sus ojos una llama encendida que quieren que quemarme. Pero ni me inmuto ante eso porque no le tengo ni una pizca de miedo y continuó escuchando lo que hablan.
P.O.V. Alexander —¿Por qué no lo mataste de una buena vez para por fin ser felices? —escuchó los reclamos de Diago. Levanto la vista, viendo su mirada de disgusto enfocada en mí a través del espejo. —Lo quería hacer, pero ese hombre no se merece ni eso de mí y quiero dejar todo atrás, no quiero seguir mortificándome; yo deseo tener paz —digo con calma, mirándolo con tranquilidad. —Me alegra saber que eso es lo que busque; por lo menos ahora usted podrá enfocarse en algo mucho mejor, quizá… —Diago, no quiero hablar de eso; mejor enfoquémonos en expandirnos y hacerle nombre a mi apodo ahora que ya no tengo que esconderme de nadie —declaró con una sonrisa maliciosa, la cual es correspondida por mi guardaespaldas, y es que él sabe de mis planes. —Como diga Alexander —él asiente satisfecho por mis palabras. —Vámonos. El auto se pone en marcha y giro mi rostro viendo el paisaje pasar por la ventana. Dejo salir un suspiro, sintiendo un alivio como si un peso se liberara de
P.O.V. Bastian Después de encontrar a Nicola inconsciente con múltiples heridas en parte de su cuerpo, lo llevé al hospital más cercano, donde los doctores me dijeron que solo tenía algunas heridas en el cuerpo y que había sufrido varios choques eléctricos, pero sí estaría bien con un poco de descanso y con el transcurso de los días. Lo veo con atención, dándome cuenta de que una de sus manos se empieza a mover y sus ojos se abren. Lo observo que está todo golpeado y aturdido y empiezo a sintiéndome culpable por lo que le he hecho, ya que nuevamente siento que es culpa mía. —Hola, Nicola, ¿cómo estás? —le preguntó. —¿Dónde estoy? —indaga tocándose la frente. —Estás a salvo en un hospital. —¿Qué pasó?, ¿dónde está esa rubia y cómo es que llegué aquí? No recuerdo nada. —Yo te traje, te rescaté del lugar donde esa mujer te tenía y no te preocupes por Tania, ella y toda su familia están muertos —le cuento y él se asombra. —¿Pero cómo pasó eso? —Mia tomó venganza por in
P.O.V. Mia Tengo miles de sentimientos encontrados veo a mi madre en esa cama, mi padre a su lado y me da tristeza ellos son unos grandes padres y mira cómo les he pagado. Pero no debo de lamentarme intentaré arreglar todo esto que he hecho. Sin embargo tengo que hacer algo más importante. Mientras que mi padre y mi hermana se quedan en esa habitación haciéndole compañía, voy directo hacia el laboratorio porque le pedí a uno de los doctores si me podían hacer una prueba de embarazo. Me sacaron sangre y me dijeron que fuera por los resultados, que ya estaban listos. Voy por los pasillos hasta llegar al laboratorio, donde, al verme, el joven me reconoce de inmediato y me entrega un sobre blanco. Tomó asiento y abro esa hoja; leyendo con cuidado lo que dice, me quedo en shock un momento y después me pongo de pie, corriendo por el mismo camino de regreso a la habitación de mi madre, donde tomo su mano. Mi padre y mi hermana me ven extraño, pero tengo algo que decirle a mi mamá
P.O.V. MiaMi madre mejoró muchísimo en tan poco tiempo; fue como un milagro. Ahora entiendo que existen y le agradezco a Dios por eso, a pesar de haber cometido un pecado y, tal como Adriano lo dijo, él llegó al día siguiente a ese mismo hospital. Me encontraba muy nerviosa; no sabía cómo reaccionarían mis padres. Aun así, se los presenté. Mi hermana, ella se quedó en shock al ver al hombre del que me había enamorado; diría que quedó con la boca abierta y es que cómo no estarlo si Adriano es como una mezcla entre un actor y todo un dios griego con estilo de chico malo. Bueno, mis padres, ambos, tenían un semblante serio al ver a Adriano debido a lo que esa bruja de Tania les contó, pero él les explicó todo lo que ocurrió y les contó que ya no estaba casado. Él se inventó una gran coartada para decir que estaban muertos, que hasta yo me la creí. Al final, les pidió que quería su bendición.No entendí eso al inicio, pero en esa habitación de hospital se arrodilló sacando un hermoso a
Los sentimientos se apoderan de mí; las palabras que Adriano ha murmurado en mi oído son tan lindas que hasta me hacen sentir mariposas en el estómago. No sé si sea real o si sea mi pequeña que también esté emocionada por oír lo tierno que es su padre conmigo.La dieta de fuegos artificiales se ha terminado, dejándonos extasiados por tanta belleza; los invitados también están satisfechos por ver esa linda escena. —Y no es todo, mi amor, te tengo otra sorpresa —menciona Adriano tomando mi mano.—¿Otra? —preguntó, confundida. —Si ven —me lleva consigo mientras que los sirvientes llevan a los invitados de regreso a la fiesta. Ambos caminamos por el pasto que, la verdad, caminar con tacones es un tanto complicado porque a cada paso que doy mi pie se hunde o me tambaleo un poco, pero no caigo porque el tacón es pequeño. Salimos del jardín entrando a la casa que está completamente sola; nos dirigimos hasta la puerta de entrada donde Adriano se detiene.—¿Qué ocurre? —le preguntó.—Neces
(Meses después)El tiempo ha pasado volando; la luna de miel fue muy agradable, aunque no del todo candente como quería debido al embarazo. Aunque ahora no tengo cabeza para pensar en eso, ya que las contracciones han empezado y, debido a sus enemigos de Adriano, tengo que parir en la casa para no correr ningún riesgo. Intento mantener la calma; sin embargo, no puedo decir lo mismo de mi esposo. Que camina de un lado a otro.—¡Max, dónde está el doctor! —grita con fuerza y sus gritos me alteran más de lo que ya me encuentro. —Adriano, cálmate, no porque estés gritando órdenes como loco y dando vueltas como gallina sin cabeza, hará que el doctor llegue más rápido. —Lo regaño y es que ya me desesperé verlo dando vueltas como loco. —Lo siento, amor, pero te veo con las contracciones que son cada vez más frecuentes y tengo miedo de que nazca el bebé antes de que llegue el doctor —me dice y, por lo que veo en su rostro, es verdad. Está igual de asustado que yo, pero a la bebé se le oc
P.O.V. Bastian Desde la distancia veo a esa pareja conformada por ese español y esa linda melena castaña rojiza caminar por la playa, y a sus lados camina esa pequeña de cabello castaño claro. Que la escena me parece tan bonita, casi como sacada de una novela romántica, pero dejo de pensar en lo que nunca será para mí. Enfoco mi vista de nuevo en esa pequeña niña. Me hubiera gustado que tuviera el cabello de su madre, pero creo que es lo mejor, ya que, a final de cuentas, ella no será para mí y es muy pedófilo de mi parte pensar en eso. Ella es una niña y yo un anciano. —Papá, ella será mi esposa —oigo la voz de mi hijo que me saca de mi trance y de la cual agradezco mucho, ya que no puedo darme el gusto de pensar en esa niña porque nunca será para. Aunque no pueda superar a su madre, creo que nunca lo haré. —Sí, hijo, ella será tu esposa, bueno, solo si tú lo quieres, porque recuerda que si ella no se quiere casar contigo, no la vas a obligar —le recuerdo a mi hijo, porque