—No se preocupe Doc. Tendrá el dinero antes de que se cumpla el mes, para que mi mamá continúe con su tratamiento —lo digo tan convencida que en verdad me lo creo y me mentalizo.Termino en la clínica y me dispongo a ir al MUMBAI, el Doctor Silver me a dando unos documentos para llenarlos y el tratamiento de mi mamá empiece lo antes posible.Cuando llego al club me sorprendo al ver a Jessica allí, es muy temprano, incluso para ella. Parece que me ha estado esperando cuando se para apenas me ve.—¡Cat! Qué bueno que llegas, te he estado esperando, no sé donde más trabajas y mi única opción fue esta. —La noto ansiosa. ¿Que pasa?—Bueno, aquí estoy. ¿Para qué soy buena? —Me pongo detrás de la barra y empiezo a acomodar mis cosas.—Demonios Cat. ¿Todavía lo preguntas?... Sí que saliste un éxito. —Me amarro el mandil y la miro curiosa—. ¿A que no sabes quién habló conmigo personalmente? —Pues la verdad no lo sé. —Frunzo el ceño cuando la veo actuar muy extraño.—Marcus D'monte... —Casi
—Me llamo Liz, mucho gusto Catherine. —Me extiende la mano al leer mi nombre en la solicitud y yo la tomo amable—. Te llamaremos pronto.Ahora tendré que decirle a Laura que este al pendiente de su celular, odio no tener suficiente dinero para comprarme uno, pero sé que ella no se molestara por esto, es mi mejor amiga, aunque me sienta culpable por ocultarle cosas. Si solo supiera todo no quiero ni imaginar que me diría. Me encuentro caminando unas cuadras cerca del apartamento, tengo planeado pasar la tarde descansando después de preparar la cena, lo necesito. Masajeo un poco mi cuello pasando a mis hombros, camino distraída cuando de pronto mi visión se oscurece haciendo que mi corazón se agite por la incertidumbre. Unas manos grandes rodean mi cintura cargándome sin esfuerzo, me remuevo para zafarme, pero es mucho más fuerte que yo, el miedo enseguida cobra vida en mi interior. Todo pasa demasiado rápido cuando de nuevo vuelve mi visión, miro al sujeto que me ha quitado la tela ne
-¡Hola, mesera! -Marc sonríe apenas ve mi inminente sorpresa.Me encuentro estática y expectante. ¿Cómo pudo saber donde vivo? ¿Y qué es lo que quiere? Por un momento me hundo en un abismo, pero recupero mi conciencia, cuando recuerdo que mi mamá está a unos segundos de preguntarse por qué estoy tardando, mientras estoy frente al hombre que sabe que fui una prepago .-¿Qué haces aquí? -logro decir entre dientes, cuidando el volumen de mi voz.-Quien diría que debajo de ese aburrido uniforme de mesera se escondiera una prepago tan sexy. -Me escudriña con la mirada de arriba abajo, mordiendo su labio. Me siento temerosa, si mi mamá llega a verlo y saber la verdad será mi fin.-¡Cállate...! -le digo molesta y doy un paso hacia fuera-. Mi mamá no lo sabe -le susurró con enojo y Marc arquea una ceja, curioso.-¿El que?... ¿Qué eres una mesera? -Bromea y no puedo creer que está situación la encuentre graciosa.-¡Hija! ¿Por qué tardas tanto? -¡Mierda, mi mamá! Estoy aniquilando a Marc con la
La noche es tranquila en el club, como todas a este horario, por suerte no he visto a Jessica en los últimos días, pero se que he hablado demasiado rápido cuando la divisó a la distancia y camina directo a mi.-¡Cat...! -su voz exageradamente entusiasta ya me hace dudar de la situación.-Mi respuesta es no -respondo antes de que pueda decir cualquier cosa, ella rueda los ojos y se sienta inconforme sobre el banco de la barra.-Eres imposible, solo he venido en plan neutral.Sigo limpiando la barra mientras me limito a solo escucharla.-Mira, solo es trabajo de compañía, nada de sexo o algo así. -La miro de reojo, no estoy totalmente convencida, pero... trabajo, ¿Sin sexo? Eso sí que era nuevo-. Niña, el sujeto pagará en dólares-. Paro mis movimientos y la observo.-¿Qué hay que hacer? -Sí, necesito el dinero, aún no me han llamado del bufete y poco a poco el dinero se me está acabando, si no hay sexo puedo con eso.-¡Buena chica! -Jessica sonríe engreída y se acomoda mejor en su lugar
-Los términos quedarán de la siguiente forma, solo es cuestión que los cheques con tu abogado para que los firmes y empecemos la asociación. -Marcus revisa los papeles sobre la mesa, está pensativo y me preocupa, aún sigue muy molesto, lo noto por como me mira de reojo, de forma penetrante.¿Por qué me preocupa tanto que él piense lo peor de mí? ¿Qué estoy haciendo? Fue muy mala idea haber aceptado trabajar de nuevo para Jessica, aun si este no implicaba sexo, esto estaba mal.-Bueno Marcus. ¿Por qué estás tan serio?... Parece que algo te molesta -le dice Oliver mientras bebe de su copa de vino-. Incluso no has probado bocado. -Señala su plato y luego desvía la mirada al mío, el cual está igual de intacto.El azabache resopla fastidiado haciendo que levante la mirada y conecte con la suya. ¿Por qué incluso furioso tiene que verse tan sexy? Sacudo mi cabeza deshaciendo tan terrible pensamiento, no debo pensar en él más que como algo del pasado, que no fue nada.-No tengo apetito. Me l
-¿Cómo supiste que yo...? -Suspira cansino y me mira por primera vez, desde que nos subimos al auto.-Conozco a Oliver desde niños, prácticamente nos criamos juntos y cuando dijo que tenía otros asuntos que atender, supe exactamente a que se refería. Estuve tan furioso porque me hayas dicho que solo habías ido a cenar, cuando no era verdad, aunque muy en el fondo te creí y decidí regresar para ver como estabas, escuché tus gritos y no dudé en entrar.-¿Cómo pudiste? Digo, se necesita una llave para abrir la puerta -pregunto confundida. Marcus mete la mano a su bolsillo, sacando una tarjeta dorada entre sus dedos.-Esta abre todas las puertas en el hotel -Lo veo curiosa.-Tienes que ser muy importante para que el hotel te den una de esas tarjetas. -El sonríe, pero sus ojos siguen siendo turbios, no se ha calmado por completo.-No soy ningún cliente del hotel, soy el dueño. -Parpadeo los ojos, eso si no me lo esperaba, aunque no tendría porque, Marcus debe tener miles de lugares a su no
-¿Que si me gusta?... me iría al infierno por ti de ser preciso.Toma mi rostro entre sus manos y me besa, paro mis movimientos, ahora es él, quién sube y baja sus caderas penetrándome con velocidad.-¡Aahh! ¡Si! ¡Ahí!... ¡¡Otra vez!! -digo cuando se mueve como él sabe, volviéndome loca de placer.Toma con una de sus manos mi seno y lo cubre con su mano, jugueteando con sus dedos mi pezón, previamente en ensalivado. Me sostengo sobre la cabecera del asiento y lo miro penetrante mientras me muerdo el labio, tengo que admitir que lo estoy disfrutando como nunca, el sabe como y donde tocarme, haciendome elavar hasta las mismas estrellas cuando siento mis espasmos sobre mi zona íntima, se lo que se avecina.-Aún no... -me ordena, odio que sé tan mandón-Por favor -suplico.-Espera... -De nuevo me detiene mientras sigue arremetiendo contra mi entrada-. Ahora, córrete para mi. -exclama tomando de nuevo mis labios. Es todo lo que necesito para liberar mi agonía, una agonía terriblemente bue
No sé si esto es bueno o malo, solo sé que necesito el dinero y el trabajo, aunque estar siempre preocupada por algún día toparme con él, me mata.Hace ya una semana que trabajo en el Bufete Tuan, jamás imaginé que también le perteneciera a Marcus, siento que cada vez más, se me hace imposible alejarme de él, siempre de una u otra forma las circunstancias nos unen. Por suerte o tal vez no mucha, él no trabaja como tal aquí, más bien es una especie de fachada para sus negocios, aparte de que el abogado Tuan es su mano derecha en todos los asuntos legales. No me quiero involucrar mucho y menos saber más de lo debido, así que no hago preguntas, solo obedezco.Cuando tuve mi entrevista de trabajo con Víctor, (como me pidió que lo llamara aún con mis réplicas), me reconoció al instante. Mi primer pensamiento al saber a quién pertenecía el Bufete fue negarme a trabajar aquí, pero Tuan es muy persistente, curiosamente sabia mis razones, la única, Marcus, alegó que su amigo no concurría en el