El palpitar acelerado de su corazón se sentía bien. Era el primer te amo que salía de sus labios. Sara le tomó del rostro, acercándolo a él para besarlo. Si antes la pasión era desbordante, en esta ocasión era indescriptible. Aferrándose al cuerpo de Vicenzo se besaron como si no hubiera un mañana; una pequeña lágrima de felicidad se escapó de sus ojos para mezclarse con el suave beso que este depositaba junto a su boca.Ambos se sentían plenos, felices y altas expectativas sobre su futuro. Uno en el cual anhelaban permanecer juntos y para siempre.—Te amo —susurra ella contra los labios de su amado.Es el mejor sonido que ha escuchado Vicenzo. Aún no puede creerse que lo haya dicho. Ha abierto de nuevo su corazón y espera que todo marche tan bien como lo desea.Luego de despedirse, Sara sube al departamento, dejando que él se marche a preparar su maleta, pues tiene que viajar temprano a CDMX. Nada más entrar, toda su familia se da cuenta del rostro enmarcado de felicidad de la joven.
Vicenzo no alcanza a entrar, pues la puerta ha cerrado y se da cuenta de que ella está molesta por los gestos de ella. Sin esperar más, sube las escaleras y aunque llega minutos después, logra alcanzarla. Arriba está Mila sentada en el sofá jugando con una muñeca y las maletas están listas.—Perdón, es qué estoy preocupado —dice él tomando por la cintura a Sara impidiendo que esta camine para alejarse de él—. Lo siento, en verdad, nena. Yo también te extrañé.Sara que nunca ha sido una chica que guarde rencores, aunque hace una mueca de disgusto lo abraza. Enredando sus brazos por el cuello de Vicenzo, lo atrae más a ella.—Está bien, no estoy enojada, solo me sacó de onda tu actitud —confiesa para luego retirarse.Sus brazos se deslizan por los hombros de él jalando un poco su chaqueta, entonces ella lo ve. El chupetón en el pliegue entre su cuello y su hombro. Siente asco al instante.—¡Eres un mentiroso! —expresa empujándolo.—Pero, ¿de qué hablas? —pregunta confundido—. Por qué me
Era avanzada la tarde cuando salieron de Guadalajara rumbo al campamento donde se encontrarían con sus familias. Sara, estaba más tranquil al igual que Vicenzo. Habían planeado no comentar nada hasta al día siguiente, ya que Lalo le propusiera matrimonio a Gaby.Dado que no querían que sospecharan nada, inventaron que tuvieron contratiempo con la camioneta y con que Sara se sentía mal del estómago. En caso de que a Mila se le ocurriera decir que su mamá estaba llorando por dolor de panza.Como no habían comido, decidieron llegar por pollo frito al Kentucky Fried Chicken, y así comer algo en el camino. Tanto Sara como la pequeña nunca habían degustado tales manjares, así que les pareció comer la cosa más exquisita del mundo.—¿Por qué no había comido de esto antes? —reflexiona ella en voz alta—. Está delicioso.Sara que va en el asiento trasero junto a su pequeña, puesto que la va alimentando en el trayecto.—En verdad te ha gustado, ¿eh? —sonríe él a través del retrovisor.—Sí…La jov
La idea principal era dar una caminata nocturna, Gaby no tenía idea de lo que se avecinaba. La familia López y los Della Rovere emprendieron su “visita guiada” en medio de la noche, entre la espesura del bosque. Los miembros más pequeños iban en carritos de figuras como ardillas, marmotas y caballos.Sara y Vicenzo iban en la parte trasera del séquito, era este quien guiaba el carrito en donde iba Mila ya vestida con una pijama de conejitos y un gorro a juego. A pesar de ser abril, las temperaturas en la noche aún descendían un poco, los mosquitos aparecían al atardecer, pero llegada la noche desaparecían.La persona que los guiaba en su recorrido era un hombre no mayor a cuarenta años, por su apariencia era claro que se ejercitaba. Este lo acompañaba una chica que, al igual que él, se notaba, hacía ejercicio, subían y bajaban las pequeñas lomas sin fatiga alguna, mientras que la gran mayoría de los adultos estaban ya fatigados.La distancia que iban a recorrer no era mucha, si acaso
Era aún de madrugada cuando Sara sintió escalofríos. La sensación de sentirse observada le llega de repente. Siente temor por Vicenzo y por toda la familia. Había intentado apartar de su mente lo ocurrido hoy, pero una vez que el hombre que ama se quedó dormido boca abajo abrazando la cintura de ella, no pudo dejar de pensar en que la situación fuera muy diferente si Carlota hubiera decidido terminar con su vida.Tiene que hablar con Luca, es necesario que le pongan una escolta a Vicenzo, ya no es seguro que viaje o que ande por ahí solo. Quizás ella no pueda aportar mucho para el sueldo de la escolta, pero siente que debe hacer algo. Metida en si comentarlo con Alessio o su suegra Anna, a quien vio a pesar de la situación de manera muy serena.Las voces de Lita e Mila le llegan a través de la tienda que los cubre. Se desliza de entre los brazos de su amado y se viste para salir con ellas. Cuando revisa el teléfono se percata que se ha quedado sin batería, así que lo mete de nuevo a l
—¿Te gustó? —inquiere Sara dudando en lo que habían hecho la noche anterior—. Lo de anoche —específica.—Por supuesto que me gustó, ¿por qué no habría de hacerlo? —pregunta cuando ve el temor en sus ojos. Lentamente, le acaricia el mentón, deslizando su pulgar por la mandíbula y hasta su mejilla. El amor que de su mirada se escapa no puede pasar desapercibido—. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, eres la mujer que amo y lo de anoche fue mágico a su manera. Permitirte tocarte de la manera en que lo hice, verte disfrutarlo y el que me permitieras ser parte de ello no se compara a nada que haya vivido. Eres y serás siempre lo que más me guste, lo que más desee y lo que más adore.Sara al oírlo contiene la respiración, si bien no habían hecho el amor como ella se ha imaginado y quizás él también. La manera en que él se ha dedicado a acariciarla y hacerle sentir única es para ella, algo que no podría comparar con nada, fue especial.—Sería en todo caso yo quien te pregunte si te ha
Luego de tres días de acampada, la escapada familiar había terminado. Tanto los López como los Della Rovere volvieron a la ciudad para descansar los días que les quedaban de vacaciones.Vicenzo, nada más llegar a casa de su madre, se preparaba para el interrogatorio que esta tenía para él. Sin embargo, se preparó invitando a su primo Luca para que le explicara el plan a proceder en contra de Carlota. Alessio, Stefano y Giovanni estaban con ellos. Este último aún avergonzado por haberla defendido en su momento.—Lo que se necesita es que atraigamos a Carlota —explica Luca con cautela, pues va a explicar el plan a todos—. Es claro que ella está vigilando cada paso de Vicenzo, aún me sorprende que no haya llegado de sorpresa a su pequeño escape.—Sara me dijo en varias ocasiones que sintió que le observaban —confiesa Vicenzo, pues también ha sentido lo mismo—. Estuvimos atentos y aunque no vimos nada, yo también me sentí igual.—Carlota nos lleva mucha delantera, no ha dejado ningún rast
Eran pasadas las ocho cuando Sara llegó junto a Gaby al Almacén del Bife en la Plaza Andares. Les había comentado a sus compañeras sobre el asunto de la boda y de que su cuñada es nueva en la ciudad. Al saber estas sobre su profesión y dado que andaban buscando una enfermera para el negocio, ofrecieron a la joven que la invitara, así la conocían.Sara ignoraba sobre que estaban buscando una enfermera para el centro e invito a Gaby sin saber que en el caso de ella era más bien una entrevista de trabajo.—¡Chicas, acá! —saluda Martha haciendo señas con la mano para llamar la atención de las jóvenes.En la mesa yacían, Martha, Chayito y una mujer de ojos grises y pelo rizado a quien Sara no conocía.—Buenas noches —saluda Sara al llegar—. Ella es Gaby, mi cuñada.—Mucho gusto, Gaby —se presenta esta y comienza a saludar a las presentes mientras ellas se van presentando.—Ella es mi esposa, Lorena —señala Martha a la mujer junto a ella—. Ella es Sara, la chica de la que te hablé.La joven