Ahmed se tomó un tiempo para ir a ver sus hermanas Aaminah y Aanisa, eran hijas de una esposa menor de su padre, tenían 19 y 21 años respectivamente, al llegar a casa de sus hermanas lo recibió la esposa de su padre, con lágrimas en los ojos le contó cómo sus hijas habían intentado huir a bordo de un yate, pero fueron interceptadas en la costa de un país vecino, los hombres de su padre les dieron alcance, fueron obligadas a regresar al país, desde ese día no sabía nada sobre ellas.Ahmed no podía creer hasta dónde podía llegar su padre, tenía que investigar inmediatamente donde se encontraban sus hermanas.—No debes preocuparte mujer, haré lo posible para encontrar a mis hermanas.Zafir se encontraba en Estados Unidos ayudando a Cambell con su problema, el cual no iba nada bien, no lograron obtener videos de las cámaras del bar, ni del propio edificio donde vivía, alguien se había encargado de borrarlos, no le quedaba otra opción que borrar el video de Internet cada que alguien lo sub
En Italia, Carlo llegaba a casa de sus padres, su madre lo había mandado llamar, acudió por respeto, sabía lo que se proponía su madre y eso le molestaba, solo estaría unos días y regresaría a Estados Unidos, no descansaría hasta encontrar a Mía.—Bambino has llegado.—Mamma ¿qué es tan urgente como para hacerme venir?—Ahora hablamos, primero instálate, ponte guapo y bajas a comer con nosotros, tu padre no tarda en llegar.—Está bien mamma.Carlo era un hombre muy apuesto, sus malas maneras eran las que lo hacían intolerable, era alto y bien parecido, su constancia en el ejercicio se notaba a simple vista, unos ojos color miel iluminaban su rostro, por eso le encantaban los ojos de Mía porque eran igual a los de él, una fina barba le daba ese toque rudo que a las chicas encantaba, pero su prepotencia y arrogancia echaban todo a perder.Cuando bajó, se dio cuenta de que no sería una comida familiar.—¿Qué es esto?—Hijo, ven acá, ella es Vittoria, hija de tu padrino Tommasso Nicolo.D
Cambell estaba más tranquilo, al parecer ya se estaba olvidando el tema del video, había pagado a una florería en Los Ángeles para que enviara diariamente hermosos ramos florales a Thara, pedía incluyeran tarjetas con mensajes que el enviaba, al principio la cubana los rechazaba, después empezó a aceptarlos y a contestar sus mensajes.Ese día tenía mucho trabajo en la oficina, era viernes y por la tarde viajaría hacia Los Ángeles para ver a la cubana, tenía meses que no la veía y ya se imaginaba la gran noche de pasión que pasarían juntos, revisaba unos documentos mientras tarareaba una canción con alegría, no podía estar de mejor humor ese día.Su puerta se abrió intempestivamente dejando entrar a la chica rubia del bar.—¡Qué demonios!—Hola guapo ¿me recuerdas?—Vaya, te he buscado hasta debajo de las piedras y sólita te has venido a meter a la cueva del lobo, de aquí no sales hasta que me digas cuáles fueron tus intenciones al drogarme y grabar ese asqueroso video.—¿Asqueroso? A
Cambell había intentado explicarle a Thara lo que estaba ocurriendo, la razón por la cual había cancelado su cita con ella, pero la cubana no lo permitió, simplemente cuando escucho que la rubia del vídeo tenía que ver, colgó la llamada y se negaba a contestar.Él solo deseaba que le entregaran los resultados del exámen de ADN, así podría comprobar que ese hijo no era de él y podría continuar con su vida al lado de Thara, esa cubana le encantaba, no podía sacarla de su cabeza.El día de la entrega de los resultados, Cambell llegó al hospital en compañía de la rubia, los recibió el médico amigo de Cambell, que ya los estaba esperando.—Qué tal amigo ¿listo para recibir los resultados?—Listo, estoy seguro que serán negativos.—Adelante, tomen asiento de favor.Cambell estaba tranquilo porque se sentía seguro de que ese hijo no era suyo.—Seré breve al leer los resultados, trataré de hacerlo de una manera entendible para ambos “genéticamente se confirma que el supuesto padre, es el padr
Mía no podía creer lo que estaba escuchando, todo aquello le parecía una mala broma.—No es gracioso Ahmed.—No estoy bromeando Mía, yo no deseo casarme con Aracha y tú no quieres casarte con Carlo, piénsalo bien, te dejaré sola para que estés tranquila y así puedas tomar una buena decisión, mañana vendré para que me des tu respuesta.Mía no contestó, estaba completamente sorprendida, había estado conviviendo con el hombre al que le entregó su primera vez, sintió una gran vergüenza, por otro lado, estaba furiosa con él, como pudo ese hombre callar algo así y tratarla como si nada hubiera pasado entre ellos y vaya que había pasado y de qué manera.Estuvo tentada a llamar a Thara o a Caroline, pero era seguro que Carlo tendría intervenidos sus teléfonos y con ese hombre no quería nada, en realidad no contaba con nadie en quien confiar, se sentía más sola que nunca, Amira y Raccha eran demasiado conservadoras como para contarles algo así.Pasaron algunas horas, no podía dormir, cada vez
—¿Estás hablando en serio?—Así es, necesito asegurarme de que respetarás mis condiciones, nos casaremos por qué nos conviene a los dos.—No es necesario contrato alguno, respetaré tus condiciones, no pasará nada que tú no quieras que pase, si tan mal te parece ser mi esposa en todo lo que eso implica, lo respeto, no estás obligada a nada —Ahmed sentía que el corazón se le oprimía ante la frialdad de Mía.—Está bien, pero firmaremos un acuerdo, donde se esclarezca que si no respetas las condiciones preestablecidas podré regresar a Estados Unidos.—Perfecto, que así sea.Ahmed regresó a su habitación, mil pensamientos pasaban por su mente, el primer paso estaba dado, ya se encargaría de que Mía se enamorara de él.El paso más difícil sería informarle a su madre, quería que la boda fuera lo más pronto posible, al no vivir los padres de Mía, Básima tendría que encargarse de todo de acuerdo a la tradición, sabía que su madre se opondría a que entregara una dote a la chica por no tener fam
—Mi hermana te ayudará en lo posible, ella te explicará algunas normas de convivencia, pero ahora te explicaré un poco, al casarte conmigo adquirirás derechos, podrás votar y conducir, también tendrás algunas obligaciones públicas como mi esposa, será obligatorio que aprendas a montar, ya que habrá continuos eventos que requerirán de ello, podrás terminar tus estudios si así lo quisieras o podrías estudiar alguna otra carrera que pudieras desarrollar en el país, puedes poseer y heredar bienes, mi padre aceptó la igualdad de género en el país, algunas cosas solo quedaron en documentos, no se han llevado a cabo.Hay personas que insisten en conservar algunas tradiciones que tienen una marcada discriminación hacia los derechos de las mujeres, mi madre es una de esas personas, que aún siendo mujer las apoya, en cuanto a mi padre, a pesar de que ya está permitido celebrar fiestas donde pueden celebrar toda la familia unida, él estableció que por tradición se sigan celebrando por separado,
Mía se estaba cuestionando si debería aceptar que Ahmed pudiera tener otras esposas, no podía decir que él era el amor de su vida, pero empezaba a sentir algo que iba más allá de una amistad, ese beso no le fue para nada indiferente, le provocó sensaciones extrañas en su interior, ahora entendía cuando su amiga se refería a sentir mariposas en el estómago, al menos eso creyó sentir, cosa que con los besos de Carlo nunca paso.En su oficina, Ahmed también pensaba en el acuerdo matrimonial, si Mía aceptaba que él tuviera otras esposas, eso sería un claro indicativo de que él no le interesaba, mantenía una pequeña esperanza de que ella no aceptara, pues cuando la beso se dió cuenta de cómo se estremeció.Ahmed entró por la noche como siempre en la habitación de Mía, ella salía de bañarse por lo que se ruborizo al verlo sentado en el sillón,pues tan solo llevaba puesta una fina bata de dormir.—Espera ya regreso —le dijo al árabe para después entrar en el vestidor a cambiarse, salió enseg