Narrador omnisciente
—¿Que pasa que estás con esa cara? —pregunta su padre mientras conduce
—Nada, papá. Solo tengo un poco de sueño.
—Pensé que ibas a decirle a Selene que nos acompañara. ¿Sus padres no la dejaron?
—No, no la dejaron —respondo sin gracia
—Tendría que haber llamado a su madre —ella hace una mueca—. Bueno, para la próxima.
—Si, seguro —murmura Milena
Si ella no había tenido muy clara la idea de lo que había pasado y de porqué la chica había desaparecido como si nada, ¿Que se supone que le diría a sus padres?
Trató de no pensar mucho en ello, aunque de vez en cuando revisaba su celular por si tenía alguna noticia.
Unas horas después habían llegado a la casa de su abuela. Lo primero que hizo fue abrazarla y llenarla de besos, la última vez que la había visto fue hace un año, en las últimas vacaciones.
Nos quedamos en la misma posición por unos minutos, la abrazaba fuerte contra mi, no sé cómo lo hacía, pero calmaba todo el dolor que sentía adentro. Levanté mi rostro y la miré, pude notar que ella también había llorado, así que con mi pulgar limpié delicadamente los restos de lágrimas y me quedé mirando sus preciosos ojos.Su mirada bajó hasta mis labios y luego nuevamente en mis ojos. Ella sonrió y luego se acercó a mis labios, rozándolos con los suyos.—¿Tenes idea de las ganas que tengo de besarte? —susurró.Nuestras narices chocaron y uní nuestros labios en un beso desesperado, ella lo correspondió de la misma manera, su boca caliente jugaba con la mía y aún no podía entender cómo había hecho para no besarla durante todos estos días.Sus labios eran la perdición.Comenzamos a caminar hacia atrás sin separarnos, su espalda chocó contra una de las paredes de madera y jadeé al sentir
Nos quedamos en la misma posición por unos minutos, la abrazaba fuerte contra mi, no sé cómo lo hacía, pero calmaba todo el dolor que sentía adentro. Levanté mi rostro y la miré, pude notar que ella también había llorado, así que con mi pulgar limpié delicadamente los restos de lágrimas y me quedé mirando sus preciosos ojos.Su mirada bajó hasta mis labios y luego nuevamente en mis ojos. Ella sonrió y luego se acercó a mis labios, rozándolos con los suyos.—¿Tenes idea de las ganas que tengo de besarte? —susurró.Nuestras narices chocaron y uní nuestros labios en un beso desesperado, ella lo correspondió de la misma manera, su boca caliente jugaba con la mía y aún no podía entender cómo había hecho para no besarla durante todos estos días.Sus labios eran la perdición.Comenzamos a caminar hacia atrás sin separarnos, su espalda chocó contra una de las paredes de madera y jadeé
Era una locura pensar que ella estaba acá, hasta hace unos días pensé que no volvería a verla o que no querría hablarme más.—Gracias por invitarme, pero debo ir a almorzar—se disculpa la morena—. Me encantaría quedarme, pero ya sabes como es la abuela.—Si queres puedes venir en la tarde. Y tú Sel, limpia esa boca y lleva a esta hermosa niña a su casa, toma las llaves de mi camioneta—dice levantándose para buscarla al lado de la puerta principal—Muchas gracias por la limonada, estaba riquísima —le dice ella con una sonrisa—Me alegra que te haya gustado, puedo hacer más para ustedes si regresan—responde alegre—Lo haré. Supongo que nos veremos en la fiesta del pueblo.—No tengas dudas de eso—mi abuela se despidió de Milena con un beso en la mejilla, besó mi cabeza y volvió a la cocina.La acompaño hasta la camioneta que estaba
Narrador omniscienteElla no lo pudo aguantar, desde el momento en el que lo trató como él. Le dió un puñetazo en la nariz que lo dejó sangrando.—No vuelvas a dirigirle la palabra, hijo de puta. Arruinate la vida si querés, pero deja en paz a mis hijas.Ya no había vuelta atrás, ahora es cuando Carlos se da cuenta de que aquella mirada no se la había dado en toda su vida. Porque ellos podrían haber tenido malos tiempos, pero Karen jamás lo miró con tanto odio y desprecio como ahora.—Voy a buscar mis cosas y las de Sel. Por favor, espérame.—Hacelo tranquila —le dice Javier.Él de puso en alerta cuando Carlos se movió, pero al notar que solo se iba al sillón y se sentaba, se quedó observando.En e
—Gracias a dios—suspira y frota su cabello—. Te juro que creí que le había pasado algo peor, ese hijo de puta no tiene límites.—No pienses en eso, mi amor. Lo importante es que ahora encontramos a Selene, tu tía está bien y solo debemos pensar en ayudarlas para que se sientan cómodas.—¿Siempre piensas en todo?—dice sonriendo. Damián se acerca a su novia y la toma por la cintura—. Gracias por acompañarme, Chris. Sé que no fue nada fácil pasar por esto.—No te preocupes, está todo bien. Además piensa que por lo menos también pasas un tiempo con tu abuelo.—Si, pensaba en eso. Quizás sería bueno que lo invite a dar una vuelta.—¿Entonces que esperas?—dice sonriendo—. Podrían ir a la plaza, está muy hermosa.—Pero te venis con nosotros, no te dejaré aquí sola. Además le caíste bien al abuelo, eso es un gran paso.—¡Damián! ¡Hijo! ¿Puedes alcanzarme l
—Le dijo que estabas con el tío Javier y yo... bueno, siento mucho haberme metido tanto en mis cosas. Estaba estudiando para el examen y pensé que estabas en casa, nunca creí que pasara algo como esto. Intenté llamarte y no respondías.—Se había roto el teléfono, pero de todas maneras está todo mejor. No te preocupes por mi, que estando con la abuela sabes que todo fue mucho más tranquilo. Aunque no entiendo su forma de actuar, en algún momento tendría que regresar, esto no duraría para siempre.—Intenté averiguar que pasó con vos, pero él se enojó y me golpeó—dice con un largo suspiro—¿Qué? ¿Cómo que te golpeó?—No te preocupes, Julián me defendió y salimos de allí. Marie se había desesperado porque tampoco sabía nada así que comenzamos a averiguar. Encima fue una pesadilla porque mamá tampoco aparecía.—¿Mamá? ¿Qué pasó con ella?—Por lo que me dijo papá la habí
Pov Selene¿Que se supone que le iba a responder?Ni siquiera era novia de Milena como para darle una respuesta coherente.Este es el momento en el que me doy cuenta de que debería haberle hablado a mi mamá antes de Milena y no pasar por esta situación frente a ella.Todas estaban mirándome mientras jugaba con mi cabello. Mi madre aclaró su garganta y luego habló.—Luego hablamos mi amor, vayan que no quiero que vuelvan de noche—dice mordiendo su labio inferior.—Si, luego tenemos que ir a la cena, así que no se tarden —Milenq caminó hasta a mí, me dedicó un sonrisa y luego de despedirse de ambas salió por a puerta.—Novia eh —dijo divertida una vez que comenzamos a caminar—Lo siento, fue mi abuela... Ella piensa que...—No te preocupes —me interrumpió—. Pero si quieres serlo debes pensar en algo —guiñó el ojo y m
—Si, eso es verdad, vendrán algunas personas de clubes importantes para ver a quienes se llevan para la capital.—¿Y te probarás?—pregunta con ilusión.—Claro. Espero que me elijan para poder irme, es mi sueño—Milenq me sonrió con dulzura— ¿Te imaginas que me vuelva famosa?—Lo lograrás hermosa, juegas muy bien—muerdo mi labio inferior—¿Lo crees?—la miro con ilusión—Por supuesto. Necesitas tener fuerza de voluntad, no será fácil que te vayas por tanto tiempo, pero todo ese esfuerzo tendrá sus frutos en el futuro. Veni, acuéstate conmigo—dice saliendo de mis piernas y acostándose boca arriba sobre la manta luego de sacar el bizcochuelo.—¿Quieres charlar de esta manera ahora?—digo con una sonrisa traviesa mientras me acuesto a su lado.—No—ella gira su cuerpo y apoya su mano sobre mi pecho y la mitad de su cue