Capitulo: Un Sí que Abrazó a todos La vida les había enseñado que el amor verdadero no siempre era sencillo,ni fácil.Que a veces, para reencontrarse, primero había que perderse y ellos lo sabían muy bien .Mateo y Paula se habían separado siendo apenas adolescentes, por esos malentendidos crueles de la vida.Pero el destino, terco y sabio, los había vuelto a unir.Hoy, después de años, de caminar juntos, habían decidido sellar su historia con un “sí” eterno.Esta era la boda mas esperada para todos .Y aquel día...Todo era mágico en el lugar .Desde temprano, el salón elegido, ubicado cerca del mar, se llenó de perfumes dulces, luces cálidas y flores blancas.Cada rincón llevaba el sello de Paula y Mateo: cada detalle había sido elegido juntos, con amor, como quien arma su propio pequeño universo.Paula, radiante, se preparaba rodeada de sus amigas y familiares.El vestido era un sueño: un modelo tipo princesa, de tul vaporoso y bordados de encaje que parecían hilos de luna.El cor
Capitulo: Recuerdos que no se olvidan Joselín y Stephen disfrutaron del viaje a Uruguay, aunque fue corto. Tal vez por eso, cada instante quedó grabado en su memoria como un tesoro. No hicieron falta grandes lujos, porque cada sonrisa compartida, cada paso por la arena tibia, cada mirada cómplice, era suficiente para recordar. Una tarde especial, después de caminar descalzos por la costa y reírse como niños entre las olas, decidieron visitar a Eleonor y Sergio para conocer a su hijo, Martín Funes. El bebé era un espectáculo por sí mismo: pelirrojo, de unos rizos traviesos y unos ojos azules tan limpios y profundos que parecía que el cielo mismo se había escondido en ellos. Martín balbuceaba entre brazos, y todos, sin excepción, se derretían ante cada gesto. Sergio, sentado en el porche mientras sostenía a su pequeño contra su pecho, compartió un recuerdo que dejó a todos en silencio: —Cuando era chico tenía el pelo así... —dijo, enredando los dedos en los rizos de Martín con
Capitulo Amarte en cada amanecer La brisa cálida de Tulum acariciaba la piel de Mateo y Paula mientras bajaban del avión. El aire olía a sal, a promesas nuevas, a sueños aún por estrenar. Estaban en su luna de miel, y aunque los días por venir serían pocos, sabían que cada segundo sería un regalo para recordar toda la vida.Se hospedaron en una pequeña villa frente al mar, donde las paredes blancas reflejaban la luz suave del Caribe, y las hamacas parecían invitar al descanso eterno. Todo era sencillo, natural, auténtico… como ellos.La primera noche, cenaron en la playa, sobre una alfombra de arena tibia. El murmullo de las olas fue su música de fondo. Las velas temblorosas les devolvían el brillo en los ojos.—¿Te das cuenta, amor? —susurró Paula, acariciando la mano de Mateo—. Estamos casados.Mateo sonrió, esa sonrisa suya que siempre la hacía sentir segura.—Y voy a pasar toda mi vida recordándote lo feliz que me haces —dijo él, con voz baja, ronca de emoción.Brindaron por su a
Secretos de Traición Joselín y Stephen La felicidad, a veces, tiene un brillo tan perfecto que da miedo. Tan cegador que parece imposible sostenerlo sin romperse. Joselín lo supo en ese instante irrepetible donde el mundo, por primera vez, giró sólo para ella. Tenía veintidós años, sueños intactos y el corazón lleno de fe. A su lado, Stephen. Su amor. Su compañero. Su refugio. Estudiaban, luchaban, construían cimientos para una vida que soñaban invencible. Una vida donde los rencores no existieran, donde el dolor fuera apenas un eco lejano. Ella soñaba con abrazar la vida en su primer aliento, salvar pequeñas existencias como neonatóloga. Él quería proteger corazones ajenos, como no había podido proteger el suyo. ¿Y el amor? El amor era la sangre en sus venas, el aire en sus pulmones, el idioma secreto que sus cuerpos aprendieron antes que las palabras. Juraron que nunca se fallarian Nunca mentirse. Nunca abandonarse. Pero nadie les advirtió que a ve
Capítulo:"El arte de las apariencias y el amor que calla"Margaret Jones caminaba por el amplio salón de su casa como si el suelo mismo se inclinara ante sus pasos.Sus tacones resonaban en el mármol importado, su perfume —caro, dulzón, penetrante— impregnaba cada rincón.Todo estaba en su lugar tenia los sillones blancos impecables, las cortinas de lino, las flores frescas en el jarrón de cristal. Todo estaba perfecto. Todo para mostrar más de lo que realmente era.La perfección era su obsesión.La felicidad, en cambio, era irrelevante para ella .A sus 55 años, Margaret se veía impecable: su cabello rubio ceniza perfectamente peinado, su maquillaje sutil pero costoso, su ropa diseñada para insinuar estatus sin caer en vulgaridades.Había dedicado su vida a construir esa imagen, y no iba a permitir que nadie —ni siquiera su propio hijo— la manchara con sus impertinencias.Desde joven había tenido un único objetivo: pertenecer a la alta sociedad.Primero fue suficiente casarse con E
Capítulo :Un brindis por los sueñosLa noche era cálida en Alicante, y el jardín de la casa familiar de Joselín se iluminaba con guirnaldas de luces suaves, como pequeños destellos atrapados en el aire.La cena estaba servida en la gran mesa de madera, bajo el parral florecido que su padre, Fabián Torres, cuidaba con esmero. El aroma de la comida casera se mezclaba con la brisa fresca que traía el perfume de las flores nocturnas.Era una noche de celebración Fabián había estado un poco enfermo y por suerte si recuperación fue un éxito .Estuvo bien cuidado por los doctores de la familia. Esa noche celebraban la salud y el amor .Joselín, en su vestido color crema y su cabello suelto, reía bajito mientras Stephen, sentado a su lado, le acariciaba la mano con una naturalidad que ya era parte de su familia.Fabián, su padre, observaba la escena con una mezcla de orgullo y nostalgia. Todavía recordaba la resistencia que había sentido cuando Stephen apareció en sus vidas, reclamando el cor
Capítulo: El plan maestro de MargaretLondres, un martes cualquiera.Margaret Jones caminaba por el amplio salón de su casa como si el suelo mismo se inclinara ante sus pasos.Sus tacones de diseñador resonaban en el piso como un ejército marchando.El vestido de seda color marfil, sin una sola arruga, abrazaba su figura delgada; su cabello rubio ceniza, perfectamente recogido en un rodete elegante; su maquillaje, impecable, resaltaba unos labios fríos como el hielo.La perfección era su escudo y la arrogancia, su espada.Y esta tarde, toda esa perfección temblaba de furia contenida.Acababa de enterarse de que su querido hijo Stephen había viajado a Uruguay —sí, Uruguay, esa esquina perdida del mundo— a visitar a la familia de su "noviecita" española.Y no, no había pasado por Londres en meses.No había pisado su casa.Solo llamaba y hablaba con su hermana y su padre,pero con ella solo venía para su cumpleaños.Para ella era una humillación y otra traición por parte de Steven.Margar
Capitulo:"Promesas bajo un cielo nuevo" La tarde era cálida en Alicante, una de esas tardes donde el aire parece vibrar con la electricidad de los sueños cumplidos. Stephen ajustó su toga y miró su reflejo en el espejo: el birrete, el traje impecable, la sonrisa que no podía contenerse. Lo había logrado. Era oficialmente cardiólogo. Y esa noche, en el auditorio lleno de risas y aplausos, entre flores, diplomas y abrazos, su mirada sólo buscaba una persona. Joselín. Allí estaba ella, en primera fila, con un vestido sencillo color lavanda, brillando más que cualquier estrella del techo del teatro. Sus ojos estaban llenos de lágrimas orgullosas, su sonrisa era la promesa de un futuro que apenas empezaba. Después de la ceremonia, mientras las fotos se multiplicaban y las voces se confundían en un murmullo alegre, Emily —su hermana menor— se acercó. Estaba hermosa y nerviosa, abrazando a Stephen con una fuerza que casi lo dejó sin aliento. —Gracias, Steve —susurró contra su