Capítulo Extra: Un Reencuentro InesperadoLa boda de Laura y Matías era un estallido de alegría. Las luces de la catedral brillaban con un resplandor cálido, la música llenaba el aire y el amor se sentía en cada rincón. Pero en medio de la celebración, entre las risas y los brindis, Gloria experimentó algo que jamás había esperado esa noche: el regreso de un pedazo de su infancia.Se encontraba en un rincón del salón, observando con ternura cómo la familia celebraba. Verónica y Emanuel bailaban juntos, Ismael abrazaba a Carolina mientras esta se reía de una de sus bromas, y los pequeños jugaban en el césped con sus vestidos de gala, sintiéndose como príncipes y princesas.—No cambias nada, Gloria Sáenz.El sonido de esa voz profunda y familiar la hizo girar con el corazón dando un vuelco.Frente a ella estaba Humberto Fernández, un hombre de 65 años, canoso, de rostro amable y con esos mismos ojos pícaros que recordaba de su niñez.Gloria parpadeó varias veces, sin poder creerlo.—¿Hu
Capítulo Extra: El Camino de Georgina y la Boda de sus SueñosGeorgina nunca imaginó que su vida tomaría un giro tan hermoso después de todo lo que había vivido. Después de tener a Agustín, su vida se centró en ser madre, pero en el fondo, había algo que aún quería cumplir: su carrera universitaria.Con el apoyo incondicional de Alberto, quien siempre estuvo a su lado, tomó la decisión de regresar a la universidad y terminar su licenciatura en contabilidad.—Te queda solo un año y medio, amor —le dijo él una noche, mientras veían a Agustín dormir—. Es ahora o nunca.Georgina lo miró con ojos brillantes, agradecida.—¿Y si no puedo con todo?—Sí que podés —respondió él, con seguridad—. Además, Agustín ya es más grande y podemos dejarlo en la guardería. No estás sola en esto.Ese apoyo fue clave para que ella se animara a volver a estudiar. La familia Ferreira la respaldó en todo momento. Emanuel, Verónica y Carolina se convirtieron en pilares fundamentales para ella, sobre todo Carolin
Capítulo: Promesas al Atardecer El sol se hundía lentamente en el horizonte, pintando el cielo de tonos naranjas, rosados y dorados. La brisa del mar era cálida y juguetona, enredándose en los cabellos sueltos de los invitados y meciendo las ligeras telas blancas de sus atuendos. Todo en aquella playa parecía haber sido diseñado por el destino para enmarcar el amor de Georgina y Alberto, quienes, con el corazón latiendo al mismo ritmo, estaban a punto de prometerse amor eterno. Georgina caminaba descalza sobre la arena tibia, dejando tras de sí huellas ligeras que el viento y el agua borrarían con el tiempo, pero que en aquel instante la anclaban al presente, a ese momento sagrado en el que su vida cambiaría para siempre. Su vestido era sencillo, etéreo, como si hubiese sido tejido con la espuma del mar. Sus ojos reflejaban la emoción de cada paso que daba hacia él. Hacia su amor. Alberto la esperaba al final del pasillo improvisado con conchas y pétalos blancos, vestido del mismo
Capítulo: Promesas y Verdades La oficina tenía un aire especial aquel día. No era solo la rutina habitual de llamadas, correos y reuniones; había una energía distinta en el ambiente, una anticipación casi palpable que se reflejaba en las sonrisas y en los pequeños detalles que pasaban desapercibidos para la mayoría, pero no para Verónica. Ella se giró en su asiento y encontró la mirada de Emanuel sobre ella. Aquel hombre que, años atrás, le había pedido que fuera su novia de mentira y que, sin darse cuenta, se convirtió en el amor de su vida. Su relación había pasado por altos y bajos, por secretos y verdades a medias, pero al final, habían aprendido. Hoy, su lema era claro: la verdad y nunca más secretos. —¿Estás nerviosa? —preguntó él en voz baja, apoyándose en el respaldo de su silla con esa sonrisa suya que aún lograba desarmarla. —Un poco —admitió ella, girando el bolígrafo entre sus dedos—. Es un gran día para Gloria y Humberto. Emanuel asintió. Sabía lo mucho que signi
Capítulo: Entre Negocios y DestinoEl avión despegó suavemente, dejando atrás la ciudad y las preocupaciones cotidianas. Verónica y Emanuel se miraron con complicidad, sus manos entrelazadas en un gesto silencioso de apoyo mutuo. Sabían que este viaje de negocios no sería demasiado largo y que Alice estaba en las mejores manos con su abuela. Esa tranquilidad les permitía enfocarse en lo que venía… aunque ninguno imaginaba que el destino aún tenía algunas sorpresas guardadas.La brisa cálida de la ciudad costera los recibió al aterrizar. El hotel en el que se hospedaban era elegante pero acogedor, con una vista privilegiada hacia el mar. Desde el balcón, Verónica suspiró mientras veía el horizonte teñirse de tonos anaranjados con el atardecer.—Este lugar es hermoso —murmuró, recargándose en la baranda.Emanuel, que la observaba desde la cama, sonrió con ternura y se levantó para rodearla con sus brazos.—Casi tanto como tú —susurró en su oído, haciéndola estremecer.Ella giró el rostr
Capítulo: Bendiciones y Nuevas VidasEl almuerzo en familia transcurría entre risas, anécdotas y brindis que llenaban el hogar de una calidez especial. El aroma de la comida casera flotaba en el aire, y el sol de la tarde iluminaba la mesa larga donde todos compartían, creando un ambiente de felicidad pura.Verónica observaba la escena con una sonrisa serena, disfrutando de la algarabía de su familia. Desde que Ismael y Carolina anunciaron que esperaban otro bebé, el ambiente se tornó aún más festivo. La emoción de ver crecer la familia se reflejaba en cada mirada cómplice, en cada gesto de amor que se intercambiaban.Laura y Matías se miraron en silencio, compartiendo un secreto que pronto dejaría de serlo. Él entrelazó sus dedos con los de ella debajo de la mesa, sintiendo la calidez de su piel, y le dedicó una sonrisa cómplice. Sabían que era el momento perfecto.Cuando el bullicio dio un respiro, Matías aclaró su garganta, llamando la atención de todos.—Nosotros también tenemos a
Capítulol: Nunca Más Secretos de Traición Las luces de Navidad titilaban en el gran árbol de la sala, reflejándose en las ventanas de la casa de Verónica y Emanuel. Afuera, la noche era tranquila, con la brisa fresca de diciembre acariciando las hojas de los árboles. En el interior, la familia celebraba con risas, abrazos y la emoción de compartir otro año juntos. Carolina, con su vientre prominente, se acomodaba en el sofá junto a Ismael, disfrutando del ambiente festivo. Laura, por otro lado, caminaba por la sala con la mano sobre su vientre, sintiendo cómo cada paso se volvía más pesado. Había insistido en quedarse en la cena hasta la medianoche, pero la verdad era que cada minuto que pasaba le costaba más disimular la incomodidad. —Laura, ¿estás segura de que quieres esperar? —preguntó Verónica, observándola con preocupación. —Sí, sí… —Laura respiró profundo—. Solo quiero aguantar un poco más. Matías la sujetó por la cintura con ternura, pero no dejaba de verla con la mis
Capítulo Final: Bianca, el Cierre de un Ciclo El 24 de febrero amaneció con un sol radiante, como si el cielo supiera que aquel día iba a llegar una nueva luz a la vida de Ismael y Carolina. Desde temprano, la casa estaba en calma, aunque la emoción y los nervios flotaban en el aire. Ismael, que había pasado los últimos meses preparándose meticulosamente para este momento, revisaba por última vez la maleta con las cosas para el hospital, a pesar de que ya lo había hecho al menos diez veces. —Eres un exagerado —bromeó Carolina desde la cama, con una sonrisa cansada pero radiante. —Prefiero estar preparado que correr a último momento —respondió él con una seguridad que le había costado años de paternidad adquirir. Y lo estaba. A diferencia del primer embarazo, donde todo había sido un torbellino de dudas y miedo a lo desconocido, esta vez Ismael había leído todos y cada uno de los libros que le recomendaron, mucho más actualizados que aquellos que consultó cuando esperaban a los