Capítulo: Bendiciones y Nuevas VidasEl almuerzo en familia transcurría entre risas, anécdotas y brindis que llenaban el hogar de una calidez especial. El aroma de la comida casera flotaba en el aire, y el sol de la tarde iluminaba la mesa larga donde todos compartían, creando un ambiente de felicidad pura.Verónica observaba la escena con una sonrisa serena, disfrutando de la algarabía de su familia. Desde que Ismael y Carolina anunciaron que esperaban otro bebé, el ambiente se tornó aún más festivo. La emoción de ver crecer la familia se reflejaba en cada mirada cómplice, en cada gesto de amor que se intercambiaban.Laura y Matías se miraron en silencio, compartiendo un secreto que pronto dejaría de serlo. Él entrelazó sus dedos con los de ella debajo de la mesa, sintiendo la calidez de su piel, y le dedicó una sonrisa cómplice. Sabían que era el momento perfecto.Cuando el bullicio dio un respiro, Matías aclaró su garganta, llamando la atención de todos.—Nosotros también tenemos a
Capítulol: Nunca Más Secretos de Traición Las luces de Navidad titilaban en el gran árbol de la sala, reflejándose en las ventanas de la casa de Verónica y Emanuel. Afuera, la noche era tranquila, con la brisa fresca de diciembre acariciando las hojas de los árboles. En el interior, la familia celebraba con risas, abrazos y la emoción de compartir otro año juntos. Carolina, con su vientre prominente, se acomodaba en el sofá junto a Ismael, disfrutando del ambiente festivo. Laura, por otro lado, caminaba por la sala con la mano sobre su vientre, sintiendo cómo cada paso se volvía más pesado. Había insistido en quedarse en la cena hasta la medianoche, pero la verdad era que cada minuto que pasaba le costaba más disimular la incomodidad. —Laura, ¿estás segura de que quieres esperar? —preguntó Verónica, observándola con preocupación. —Sí, sí… —Laura respiró profundo—. Solo quiero aguantar un poco más. Matías la sujetó por la cintura con ternura, pero no dejaba de verla con la mis
Capítulo Final: Bianca, el Cierre de un Ciclo El 24 de febrero amaneció con un sol radiante, como si el cielo supiera que aquel día iba a llegar una nueva luz a la vida de Ismael y Carolina. Desde temprano, la casa estaba en calma, aunque la emoción y los nervios flotaban en el aire. Ismael, que había pasado los últimos meses preparándose meticulosamente para este momento, revisaba por última vez la maleta con las cosas para el hospital, a pesar de que ya lo había hecho al menos diez veces. —Eres un exagerado —bromeó Carolina desde la cama, con una sonrisa cansada pero radiante. —Prefiero estar preparado que correr a último momento —respondió él con una seguridad que le había costado años de paternidad adquirir. Y lo estaba. A diferencia del primer embarazo, donde todo había sido un torbellino de dudas y miedo a lo desconocido, esta vez Ismael había leído todos y cada uno de los libros que le recomendaron, mucho más actualizados que aquellos que consultó cuando esperaban a los
Capítulo: Un Corazón RotoLa música resonaba en la casa de Georgina y Alberto, envolviendo a todos en un ambiente festivo. La fiesta de quince años de Paula estaba en su punto más alto. Las luces brillaban, las risas llenaban el aire y todos los amigos y familiares se habían reunido para celebrar el paso a la juventud de la dulce Paula, la niña reservada que había crecido bajo la mirada amorosa de Georgina y Alberto. Aunque no eran hermanas de sangre, su lazo era irrompible. Para Georgina, Paula y Eleonor eran sus hijas, y siempre lo serían, sin importar lo que pudiera suceder.Elenor, con sus 14 años, siempre había sido extrovertida, la que tenía más amigos, la que hablaba sin miedo a todos y a todo. A su lado, Paula se sentía tranquila, pero un poco más invisible, como si siempre hubiera estado en la sombra de su hermana, aunque ambas brillaban en su propia manera. Las dos eran inteligentes y buenas estudiantes, pero mientras Eleonor se desbordaba de vida, Paula siempre se mantenía
Capítulo : La Distancia de un Corazón RotoLa noche había sido larga para Paula. Se acostó con el pecho oprimido, con el recuerdo del beso de Mateo y Eleonor repitiéndose en su mente una y otra vez como un mal sueño. Pero no era un sueño, era la realidad. Su hermana y el chico que siempre había amado desde niña, besándose frente a sus ojos sin saber que, con ese solo instante, habían destruido algo dentro de ella.Cuando cerró los ojos, intentó convencerse de que todo había sido una mala jugada del destino, que quizás no era tan importante, que podría superarlo. Pero su subconsciente la traicionó. Durante toda la noche, su mente le repitió la imagen una y otra vez, haciéndola despertar varias veces con el corazón acelerado y una opresión en el pecho.Y cuando finalmente sonó el despertador, Paula ya no era la misma.Se levantó de la cama con el mismo ritual de siempre, pero algo en su mirada había cambiado. La dulzura con la que solía ver la vida, su timidez y su calidez habitual, se
El Silencio de Paula El paso del tiempo no siempre sana las heridas. A veces, simplemente las cubre con una capa de rutina, con la esperanza de que, al ignorarlas lo suficiente, desaparezcan. Pero para Paula, el dolor no desapareció. Se convirtió en una constante, en un eco silencioso que la acompañaba a todas partes. Después de aquella noche, después de ver el beso que cambió su mundo, Paula tomó una decisión: desaparecer, no físicamente, pero sí emocionalmente. Se alejó de todos. De su familia. De su hermana. De Mateo. De su pasado. Solo se quedó con los libros, sus estudios y un futuro que aún no tenía forma, pero que al menos no podía romperle el corazón. Era más fácil así. Paula se volvió una sombra dentro de su propia casa. Georgina intentó hablar con ella una y otra vez. Quería entender qué le pasaba, por qué había dejado de sonreír, por qué ya no hablaba con la misma calidez de antes. —Paula, mi amor, ¿segura que estás bien? —preguntó una noche, en la mesa familia
Otro Quiebre: El Cumpleaños de 15 de EleonorLa casa estaba resplandeciente. Lámparas colgantes iluminaban el jardín con una luz cálida y envolvente, y los arreglos florales decoraban cada rincón con una elegancia sutil. Todo era perfecto.Eleonor descendía por la escalera con su vestido pomposo, radiante como una princesa en un cuento de hadas. Sus ojos brillaban con emoción y una sonrisa segura adornaba su rostro. Ella era el centro de atención, como siempre.Su familia la esperaba abajo, lista para recibirla con aplausos y abrazos. Georgina y Alberto la miraban con orgullo, felices de ver a su hija en una de las noches más importantes de su vida.Todos los invitados la observaban con admiración. Todos, excepto Paula.Paula estaba allí, en la mesa más alejada del salón, silenciosa, distante, ausente.No había emoción en su rostro, ni siquiera una sombra de interés por la celebración. No quería estar ahí.Pero estaba. Paula había aceptado estar ahí solo por inercia, por no causar m
Capítulo: Un Camino Elegido en SilencioPaula miraba la hoja de inscripción con el bolígrafo entre los dedos, sintiendo un nudo en la garganta. Siempre había querido ser contadora. Siempre había imaginado su futuro siguiendo esa carrera, tal como lo había planeado desde niña.Pero ahora, esa idea se sentía lejana. Como si perteneciera a otra persona, a otra versión de sí misma que ya no existía.Eleonor también estudiaría contabilidad. Y Paula no podía soportar la idea de compartir un futuro con su hermana.No porque la odiara. No era odio.Era algo más complejo.Era una herida profunda que no cicatrizaba, que la obligaba a querer huir de cualquier cosa que la atara a su pasado.Así que eligió biológico.Ni siquiera estaba segura de querer ser médica o dentista. No era una decisión tomada por pasión. Era una decisión tomada por necesidad.Necesitaba alejarse.Necesitaba borrar los rastros de la vida que alguna vez quiso.Necesitaba cambiar todo.Hasta ella misma.Entregó la hoja sin m