Capítulo La Decisión por tomar Verónica se acomodó en la mesa de la cocina con una taza de té entre las manos. Era una noche tranquila, la casa en silencio, solo interrumpida por el suave tic-tac del reloj en la pared. Sabía que era el momento adecuado para hablar con Carolina, para darle el espacio que necesitaba sin presiones. Carolina entró a la cocina con expresión cansada, pero cuando vio a su madre esperándola, supo que esa charla era inevitable. —Sabía que querías hablar —dijo Caro con una leve sonrisa mientras se sentaba frente a su madre. Verónica le ofreció una taza de té. —Siempre. Pero sobre todo, quiero saber cómo estás. Carolina suspiró y se encogió de hombros. —Bien… dentro de lo que cabe. —¿Segura? Porque lo que veo es que estás más inquieta de lo normal —Verónica la observó con una mezcla de ternura y preocupación—. Sé que todavía no tomaste una decisión sobre la pasantía. Carolina jugó con la taza en sus manos, evitando la mirada de su madre. —Es
Capítulo : Desición tomada Ismael se despertó con una determinación que no había sentido en mucho tiempo. Había pasado meses reprimiendo lo que sentía, analizando demasiado cada paso, pero la idea de que Carolina se fuera lo sacudió de golpe. No podía darse el lujo de perder más tiempo. Si Caro aún no había rechazado la otra pasantía, era porque todavía estaba en duda, y eso significaba que él aún tenía una oportunidad.Se levantó de la cama de un salto, tomó una ducha rápida y se vistió con su mejor traje. No porque quisiera impresionarla, sino porque necesitaba mostrarse seguro, confiado. Hoy no había espacio para titubeos. Bajó a desayunar, pero apenas probó un par de bocados. Verónica lo miró con curiosidad desde la mesa.—¿Estás apurado? —preguntó con una sonrisa divertida.—Tengo que hacer algo importante —respondió, tomando su taza de café y bebiéndola de un trago.Emanuel, que estaba sentado a su lado leyendo el periódico, alzó una ceja.—¿Algo relacionado con Carolina, tal v
Los días pasaron con la normalidad habitual, pero Carolina sentía que algo había cambiado. Su decisión de quedarse en la empresa familiar había traído calma a su vida, y poco a poco, comenzaba a sentirse más segura de su camino. Con Ismael, la relación estaba en un equilibrio extraño: complicidad sin menciones al beso, una cercanía que ambos disfrutaban, pero que mantenían cuidadosamente dentro de los límites de una amistad. Una tarde, Carolina decidió salir con sus amigas al shopping para despejarse. Habían estado bromeando, hablando de la universidad y de cómo la vida iba cambiando rápidamente para todas. Mientras estaban en la heladería, una voz familiar resonó en sus oídos. —¡Mana , Caro! —gritó Eleonor con su vocecita dulce, corriendo hacia Carolina. Carolina se giró justo a tiempo para recibir el abrazo de la pequeña. Eleonor , con su cabello castaño oscuro y esos ojos azules tan parecidos a los de Carolina, era una niña encantadora. —¡Hola, preciosa! —dijo Carolina, agachá
Capítulo La Primera Gota de CelosCarolina se había adaptado rápidamente a su nuevo rol como asistente de Ismael en la empresa. A pesar de los nervios iniciales, las primeras semanas transcurrieron sin contratiempos. Ismael era un maestro paciente, detallista y atento, siempre asegurándose de que ella entendiera cada proceso y cada decisión. La manera en que la apoyaba y guiaba hacía que Carolina se sintiera más segura de sí misma. Además, aplicaba mucho de lo aprendido en la universidad, lo que la motivaba aún más.—Gracias, Isma. De verdad, me hacés sentir más capaz de lo que pensaba —le dijo una tarde mientras revisaban unos informes.—Vos sos capaz, Caro. Yo solo te estoy mostrando el camino —respondió él con una sonrisa que iluminaba la oficina.Carolina no pudo evitar sonreír. Ismael parecía disfrutar tanto como ella de trabajar juntos, y eso hacía que las horas en la empresa pasaran volando.Un día, mientras Carolina estaba en el comedor de la empresa, esperando a Ismael para a
Capítulo : Encuentros en el ParqueEra un sábado soleado cuando Carolina decidió llevar a Eleonor al parque cercano a la casa de Georgina. La pequeña estaba llena de energía, corriendo de un lado a otro con esa risa contagiosa que solo los niños pueden tener. Carolina la miraba con ternura, pensando en lo mucho que había cambiado su vida desde que Eleonor llegó.Mientras Eleonor jugaba en las hamacas, Carolina escuchó una voz conocida detrás de ella.—¿Carolina? Qué coincidencia verte por acá.Se dio la vuelta y ahí estaba el profesor Alberto, con una sonrisa cálida y su hija Paula, que corría con Eleonor como si fueran amigas de toda la vida.—¡Profesor! —exclamó Carolina, sorprendida pero contenta de verlo—. ¿Qué hace por acá?—Vivo a una cuadra de aquí —respondió él, señalando en dirección a las casas cercanas—. Traje a Paula a jugar un rato. Parece que las niñas se llevan muy bien.Carolina miró a las dos pequeñas, que ahora estaban subiendo juntas al tobogán pequeño , y asintió c
Capítulo Entre el miedo y el amor Carolina se acostó en su cama esa noche con la cabeza hecha un torbellino de emociones. Se había dado mil vueltas, tratando de acomodar sus pensamientos, pero nada parecía calmarla. Cada vez que cerraba los ojos, volvía a sentir el calor de los labios de Ismael sobre los suyos, la forma en la que la había sujetado con firmeza, pero con ternura. El latido acelerado de su corazón todavía resonaba en sus oídos. ¿Qué significa esto? Sabía que la atracción entre ellos existía desde hacía tiempo. La tensión, las miradas prolongadas, la forma en que él la trataba con un cuidado especial, como si ella fuera lo más importante en su mundo. Pero ese beso… ese beso había cambiado todo. Ya no había dudas de lo que Ismael quería. Y lo peor, o lo mejor, era que ella también lo quería. Pero querer no era suficiente. Se mordió el labio, abrazando la almohada con fuerza. ¿Y si se equivocaban? ¿Y si se animaban y todo se rompía? Su amistad siempre había sido
Capítulo :Estamos JuntosLas primeras semanas juntos habían sido un torbellino de emociones. Carolina seguía viviendo con Gloria, pero los fines de semana volvía a la casa de su madre. Había dejado la cafetería y ahora podía enfocarse completamente en la pasantía y en la universidad. Había organizado su agenda de modo que solo asistía a clases dos días seguidos y los otros tres trabajaba en la empresa, absorbiendo conocimientos como una esponja.Ismael, por su parte, disfrutaba enseñarle todo lo que había aprendido. Era un gran maestro, paciente y exigente a la vez, pero también atento con ella. Se aseguraba de que no se sintiera abrumada y de que disfrutara el proceso. En el trabajo, eran el equipo perfecto. Y fuera de él… bueno, fuera de él, estaban descubriendo lo que significaba ser algo más que amigos.Esa primera semana juntos se sintió más Cada mañana, Ismael pasaba por Carolina antes de ir a la empresa. A veces la esperaba en la puerta con un café caliente en la mano, y otras
Capítulo : No Todo lo que Brilla es OroLos días en la empresa comenzaron a tomar un giro extraño. Lo que había empezado como una etapa de crecimiento profesional y personal para Ismael y Carolina, de repente, se vio empañado por pequeños detalles que no pasaron desapercibidos para ella.Desde que Verónica había salido de licencia maternal—obligada por Emanuel, quien prácticamente le confiscó la computadora para asegurarse de que no trabajara desde casa—las responsabilidades de su puesto quedaron vacantes. Y Emanuel no tardó en tomar una decisión importante: quería que Ismael subiera de puesto.—Hijo, ya llevás casi un año en el área de contabilidad, has aprendido muchísimo y me enorgullece cómo manejaste todo —le dijo una tarde en su oficina—. Pero ahora necesito que des un paso más. Necesito que tomes el rol de Verónica en la empresa.Ismael abrió los ojos sorprendido.—¿El rol de Vero? —preguntó, aunque ya intuía a lo que se refería.Emanuel asintió.—Sí. No como asistente personal