Carol Ambos sentados en cada lado de la cama y lo único en lo que podía pensar era ¿Por qué tenemos que arriesgar nuestra felicidad? Siempre hay un precio que pagar. Y uno muy alto. —La amenaza de Marín me afectó más de lo que me gustaría admitir, lo siento. No encuentro palabras que expresen lo aliviada que me siento ahora. —Lo sé. —Hay una promesa que aún quiero mantener en pie y es que dijimos que jamás dudaríamos del amor que sentíamos el uno por el otro, no quiero que sigas dudando, Carol, porque te puedo asegurar que te sigo amando tanto como el primer día, incluso más. —De acuerdo. —¿De acuerdo? —se gira para verme mejor —sigues dudando ¿No es así? —Sí, me has estado alejando por semanas ¿Crees que un simple «Lo siento» volveré a convencerme de que podemos ser felices? —Pero podemos —toma mi mano —podemos serlo. —Ambos sabemos que no es así, no con Maximiliano vigilando tus movimientos, no con Gregor intentando matarnos en cada oportunidad que tiene, no con los ene
Nick Puse la mejor cara que pude durante la junta con la asamblea y después a reunirme con el niño del mercado, me dio tanta gracia ver su cara de decepción cuando vio que Carol no estaba conmigo, de ahí en fuera todo transcurrió de manera normal. Si algo me alegraba es que con Carol las cosas eran sencillas, estaría a mi lado al final de cuentas y luché justo como me dijo Klaus que hiciera, era mejor esforzarme, quería ser una mejor persona para ella, lo merecía, Carol siempre ha valido la pena y si actuar como idiota no la alejó, si las amenazas de un infiltrado de la mafia rusa y los planes perversos de un enfermo como Gregor no la apartaron de mi lado, entonces dudo que se vaya. —Entonces todo bien, ¿eh? —Se podría decir, al final creo que sí tenemos que estar juntos, el amor hace milagros, Klaus. —Y vaya que sí —La llevaré de viaje, nos daremos unos días lejos de todo este estrés de la campaña, estaremos bien. —Pues eso tendrá que esperar, primero se irá de viaje con su me
Carol.Sostengo con fuerza la llave que le quité en mi mano, no puedo creer que en serio me alejaré de él, esperaba más de mi parte, creí que podría luchar un poco más.—Hola ¿Cómo te fue?—No tan bien, lo dejé —por mucho dolor que sintiera en el pecho no lloré más, no podía permitirme más debilidad —te daré detalles cuanto estemos solas.Mark volvió al auto y le indiqué que nos iríamos en el jet de Nick, seguro que para sus asuntos pendientes él se iría en el jet de la MOH, que tome el suyo no le importara.Mi mirada está perdida mientras subimos las maletas al jet.—Tengan mucho cuidado —pide —y si necesitan algo —me entrega de nuevo el collar que Nick me regaló —llámame, sabré dónde estás.—Mark no creo que—A él le gustaría que lo usaras, por favor —todavía ve la duda en mis ojos —y si no lo conservas por él, al menos hazlo por mí.—Bien —lo tomé y me lo puse. Admito que me había gustado mucho —gracias, Mark.—Buen viaje.Nos fuimos a sentar, todo a mi alrededor se sentía extraño,
CarolViéndolo desde ese punto de vista, había sido una idea estúpida considerando que Maximiliano podría actuar en cualquier momento, espero que se haya tragado el cuento de que Nick y yo ya no estamos relacionados, espero que nada nos tome por sorpresa.—Estaremos bien —me obligo a sonreír para que ve que todo está en orden.—No funcionará la sonrisa de consuelo, si muero será el fin, amiga ni siquiera me casé.—¿Tomaste tu medicamento?Me da la respuesta cuando aparta la vista, no es un medicamento propio del tratamiento, pero había estado muy ansiosa últimamente así que el doctor le recetó un par de pastillas para que pudiera mantenerse tranquila durante el día y supongo que como este viaje fue planeado de manera espontánea entonces seguro que se le ha olvidado.—Se quedó en mi bolso en el hotel, llegaré y lo tomaré —me crucé de brazos —lo prometo, la Ximena tranquila es la que está viajando contigo, no lo olvides.—¿Crees poder estar tranquila hasta entonces?—Haré el intento.El
Carol.Suelto el arma sin dejar de estar alerta, Cameron no entiende qué hacemos aquí, y a decir verdad yo tampoco puedo creer que sea él a quien buscamos, no tendría sentido, ni siquiera deberían estar relacionados los hechos.Su mirada se encuentra con la mía y parece estar atando todos los cabos, creo que se ha dado una idea tan solo de ver mi rostro pálido.—Si Ximena viene contigo imagino que no estás aquí para hablar sobre cosas de la campaña ¿Verdad? —negué con lentitud —pasen —abre por completo la puerta y entramos —siempre es bueno un poco de hospitalidad.En el fondo sé que es una mala idea, ya no estoy con Nick, no tengo más protección que un arma y sería enfrentarme a un miembro de la asamblea, alguien muy valioso para la MOH, la verdad es que mis posibilidades de sobrevivir son nulas, con suerte Ximena logra escapar y venga mi muerte o se retira de manera definitiva de todo esto… Sí, mejor que se retire.—¿Tienen sed? ¿Hambre?—No gracias, estamos bien —responde por mí.S
CarolSuspira antes de seguir hablando, puedo ver que el remordimiento que Cameron tiene es real, no es algo que él hubiera querido hacer.—Tu padre era un buen amigo mío, si lograba hacer esto entonces estaba dentro de la asamblea, sé que no servirá de consuelo ni nada por el estilo, pero solo mandé a que lo golpearan, no me atreví a hacerlo yo mismo, todavía hay noches en donde me torturo con sus últimas palabras «Lo entiendo, hermano, buena vida» Sé que intentó hacer las cosas diferentes, pero en el fondo sabía porque hacía lo que hacía, eran órdenes y nadie lo suficientemente cuerdo rompería las reglas. Separar lo laboral de lo sentimental —recordó —tuve que hacerlo si quería seguir con vida, de no llevar a cabo la orden yo también sería considerado desertor.—Creí que los desertores eran personas que quedaban en la calle después de haber saldado su cuenta con la mafia —menciona Ximena.—Los desertores son todas aquellas personas que representan un problema para la organización, s
CarolTomamos asiento con ellos y nos servimos la comida, esto huele delicioso. Cuando pruebo el primer bocado no puedo evitar demostrar cuanto me ha encantado y la esposa de Cameron se muestra satisfecha.—Veo que no cocino tan mal —menciona Dolores—. ¿Les ha gustado?—Y lo que le sigue —añade Ximena.—Mi madre preparaba la carne de la misma manera, es el mismo sabor, se siente como si tuviera siete años de nuevo, esto te ha quedado delicioso, Dolores, de verdad.—Muchas gracias, querida —le echa un vistazo a Xime quien come como si su vida dependiera de ello —creo que a tu amiga también le gustó.—Oh, créeme le encantó, si en verdad le gustó algo no habla, se dedica solo a comer.Xime solo levanta el pulgar en señal de que tengo razón.—Oye, merezco algo de crédito, amor, yo corté las verduras, deberían darme un poco de crédito por ello.—Hay unas verduras más grandes que otras, amor —menciona su esposa.—¿Querías rapidez o perfección? No puedo hacer tantas cosas al mismo tiempo —br
NickPor extraño que suene no pudimos llegar a Paris, al parecer hubo un par de confusiones con las misiones, quiera no haberme encontrado a Gregor, fue algo a lo que traté de no darle mucha importancia, aunque sí que terminamos en una misión, pero fue una no tan lejos de casa.¿Hubo caos y sangre? Por montones, justo ahora me estoy divirtiendo con un hombre que, para mi suerte, tiene información importante que me será útil.—Vamos, Christian, resistir no te servirá de nada —comenta soltándole un golpe más y me alejo.Sigue atado a la silla, hay hombres muertos a nuestro alrededor y él fue el único que logro permanecer con vida.—Solo necesitamos información —comenta Klaus de lo más tranquilo—. A menos claro que quieras que le llamemos a Diego.El miedo en su mirada es evidente, Diego estuvo torturándolo un buen rato, pero se cansó, le dije que lo necesitaba con vida, ya después él se encargaría del resto.—No creo que resistir otros cinco minutos a solas con Diego —habla débilmente.