Dulce M.

De todos modos, era justo hacer de la vida de mi nueva “hermana” un pequeño infierno y no defraudarme. Estaba en mi casa. Ella era la intrusa. No quería volver. Pero tampoco había mucha elección. Necesitaba sentarme solo y hablar conmigo mismo, en serio. Y decidir qué haría con mi vida. Porque ahora no tenía ni a mi amigo para poder dar una opinión o cobijo cuando todo se venía abajo. O más bien, todo se había derrumbado. Y sobre mi cabeza.

- Se quedará hasta que Liam mejore, como acordamos. Y luego ven aquí. - dijo mi padre.

- Tal vez... - Sabía que si decía que no pensaría que estaba molesto por lo de Grecia.

- No hay tal vez. Quiero que vengas... Pero debes saber que tienes derechos en esa casa. Ella también es tuya y de Liam. Y no es de Otávio ni de sus hijos y nunca lo será. Estaba un poco confundido cuando llegaste porque no quería que experimentaras Grecia de esta manera. Ojalá te hubiera preparado a ti y a tu hermano antes.

- Yo... estoy bien con eso, papá. No se preocupe. Cre
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP