Narrador. Charlotte caminaba echa una furia sintiendo que dejaba a Karim y sus prejuicios sentados en aquella banqueta, puesto que ella no tenía ni idea de que esas mujeres habían notado el coqueteo entre ella y su hombre, pero Karim, si, y al hacerlo decidió quedarse sentado y no caminar a su lado para no empeorar la situación.De modo que cuando Charlotte llegó cerca de su camioneta encontró a un hombre guapo, con un porte elegante, en su perfil de macho imponente la atrapó, y no es que fuera más hermoso que su esposo, sino que su aura endemoniada tenía ese poder en el que ella cayó siendo presa.El rió al verla, vestida tan extrañamente para él— tienes agallas para vestir como hombre siendo mujer—, esas fueron las primeras palabras que el rey de los demonios formuló hacia Charlotte, oliendo el aura de Karim en ella.«Esto es lo que me oculta mi querido Kasul» pensó malicioso, con su expresión petulante. Había decidido salir del inframundo a seguir a Karim, puesto que sintió que K
Narrador.Charlotte lo miró por el rabillo del ojo y empezó a llorar, se le daba perfecto—Yo solo quise que me cortejara, salir a comer un helado y eso te da el poder para humillarme y depreciarme, solo busco enamorar a mi esposo que vea que no soy como las demás—, Karim claro sabía que eso era todo un teatro podía oler sus emociones, y se mordió el nudillo de un dedo de su mano izquierda para no reír.—Bien, enamórame Charlotte, pero de otra manera menos imprudente, ahora ya calma esos lloriqueos que no soporto escuchar los llantos—, le propuso, para hacerla dejar de fingir y ella de todos modos no se detuvo porque entonces sintió ganas genuinas de llorar.—¿Y ahora porque lloras?—Quiero ver a mi madre, ahora que fingí llorar me acordé de ella y la extraño, esta vida es tan distinta para mí, tú eres tan raro, tan lleno de secretos, tan frío...—No pudo seguir hablando, se lo impidieron unos fuertes hipidos que asustaron a Karim porque pensó que acabarían convirtiéndose en sollozos, d
Narrador. Kasul estaba muy distraído en su salón de reflexión, mirando el estanque lleno de peces que solo se encuentran en el inframundo; estos son muy parecidos a las pirañas, pero mucho más mortales. Él caminaba de un extremo a otro con ambas manos tras su espalda mientras pensaba en su último enfrentamiento con su hermano, quería arrancar de él esa nueva felicidad.—Charlotte— saboreó cada letra de su nombre, — no te quiero matar, eres tan distinta a esa loba arrogante, la asesiné porque no me gustaba su forma— hablaba solo reflexionando en que debía hacer para apartar a Charlotte del lado de Karim, pues entre sus planes asesinarla no era una opción.De vez en cuando sentía las emociones de Karim y asumía que era debido a que su hermano tenía momentos de descuidos, pero extrañamente suponía que nada más los tenía estando cerca de ella.—Señor, — llegó un demonio de lo que le sirven y mostrando respeto agachaba la cabeza.—¿Qué investigaste sobr
Narrador.Karim estaba pensativo por el hecho de que le cuesta asimilar cuál es la estrategia de su hermano, y su misterio lo hace preguntarse por qué no le dijo nada a Rocco sobre Charlotte.«¿Por qué el jodido demonio parecía ansioso por obtener información y no es de los que sale de su reino a buscarla?» todas esas dudas no abandonaban su mente.#Estás preocupado hermanito, esa preocupación podría llamarse Charlotte# en un momento de descuido Kasul pudo tener comunicación con él.#Y tú estás tan ansioso por descifrarme, que pareces frustrado, pobre de ti viviendo en la negra brumas del infierno porque no eres más que eso un ser ruin# le respondió él antes de cerrar el link con su hermano, le dolía tratarlo así incluso quería que algún día Kasul volviera arrepentido, pero igual no confía en él.—Estoy en una encrucijada, ahora que necesito a Charlotte alejada de mí, se ha propuesto enamorarme, y acepté, eso significa que, conociendo a mi humana, sé que no
Narrador.Fátima está que echaba humo por todos los orificios de su cuerpo, el enfado que sintió cuando Karim eligió a Charlotte ir en el lugar que consideraba suyo era enorme y Adub, que le tocaba ir con ella y con Nazia no aguantaba oler sus emociones negativas.—Esa mujer debe salir de nuestras vidas, — le secreteó al oído a Nazia creyendo no ser escuchada, mientras Nazia miraba a Adub, quien no paraba de verle por el retrovisor.—Creo que lo mejor será dejarla tranquila, mira que no le hemos hecho para nada agradable su estadía en casa y nuestro esposo parece quererla así que de nada sirve intentar deshacerse de ella— le respondió la tercera esposa ya convencida de que no hay posibilidades para ellas junto a Karim. Fue la primera en comprender que ya el tiempo a su lado era bastante como para que alguna de ellas después de tanto insistir pudiera obtener al menos una noche con él, cosa que Charlotte logró en días.—Ella no era pura, v
Narrador.Ya Charlotte estaba tan aburrida que contaba abejitas en su mente mientras todos disfrutaban de un baile dado por unos hombres que le parecía bastante cansón, pero todos parecían disfrutarlos.—Shacia, cuñada podemos ir al tocador—, solicitó una de sus cuñadas que fue enviada por la madre de la Shacia porque quería hablar a solas con su hija y para poder hacerlo tenía que hacer que una de ellas la invitara a salir del lugar, por lo que le ordenó y Nazia la miró para los lados queriendo pedir ayuda, puesto que sentada en ese lugar tuvo un accidente que a ella le pareció bochornoso, y su vestimenta no le ayudaba en nada, ya que al ser de un color demasiado claro se le vería al levantarse.Entonces quien notó su preocupación fue Charlotte, aunque Karim y los demás lobos olieron la sangre, Adub sabía que sería mal visto socorrerla.Charlotte se levantó de su sitio tomando su bolso, y Karim se quedó con el ceño fruncido, — esposo me disculpo para
Narra Charlotte.Mi garganta se secó cuando lo vi a los ojos y una vocecita dentro de mí no paraba de preguntar si en verdad este es Karim, ese hombre que se muestra tan rígido queriendo ser el más perfecto de la sociedad, quién me acaba de recriminar que estamos en un lugar privado, pero que ahora me mira con un hambre voraz. Su mirada no se aparta de mis labios y mucho menos la mía de los suyos, con este hombre no me aburriría nunca dentro de este mundo para nada fácil; sin embargo, tengo que tener pendiente que no es solo mío, como quiero, sino que debo compartirlo. Sin esperarme, una de sus manos fue a parar a mi cuello como una amenaza tal vez, me impedía deshacerme, a medida que recorría con su dedo índice mi labio inferior, jadeando sobre mi rostro. —Eres imposible, eres mi imposible, ¿qué hago contigo?, me cuesta hacerme a la idea de perder—susurró y no comprendía nada solo veía el fuego en su mirada, como algo dentro me reclamaba
Narra Charlotte. Aún mi corazón latía desesperado y claro está, asustado, si esa loca hubiera hecho esa fatalidad ahora estaría más fría que un bloque de hielo, mientras mi pobre madre quizás a esta hora hubiera empezado a llorar mis restos. —No me quiero morir, odiaría hacerlo sin al menos vivir, o ver los rostros de los tres hijos qué deseo tener—, pensé, pero no parece que solo lo pensé, sino que lo dije en voz alta, puesto que Karim se me quedó viendo de manera extremadamente rara o quizás son figuraciones mías. —Ya pasó no debes preocuparte—, me dijo con plan de calmarme al mismo tiempo que la camioneta paraba delante de la casa de mis padres y sonreí al ver que había cumplido con lo prometido. —Gracias—, musité en tono bajo y él acarició mi rostro con tanta gentileza que no parecía este hombre ser mi marido, sino otro demasiado tierno y me aparté indicándole con la mirada que estábamos junto a nuestro conductor; ya estoy tan paranoica