Narrador.Ya Charlotte estaba tan aburrida que contaba abejitas en su mente mientras todos disfrutaban de un baile dado por unos hombres que le parecía bastante cansón, pero todos parecían disfrutarlos.—Shacia, cuñada podemos ir al tocador—, solicitó una de sus cuñadas que fue enviada por la madre de la Shacia porque quería hablar a solas con su hija y para poder hacerlo tenía que hacer que una de ellas la invitara a salir del lugar, por lo que le ordenó y Nazia la miró para los lados queriendo pedir ayuda, puesto que sentada en ese lugar tuvo un accidente que a ella le pareció bochornoso, y su vestimenta no le ayudaba en nada, ya que al ser de un color demasiado claro se le vería al levantarse.Entonces quien notó su preocupación fue Charlotte, aunque Karim y los demás lobos olieron la sangre, Adub sabía que sería mal visto socorrerla.Charlotte se levantó de su sitio tomando su bolso, y Karim se quedó con el ceño fruncido, — esposo me disculpo para
Narra Charlotte.Mi garganta se secó cuando lo vi a los ojos y una vocecita dentro de mí no paraba de preguntar si en verdad este es Karim, ese hombre que se muestra tan rígido queriendo ser el más perfecto de la sociedad, quién me acaba de recriminar que estamos en un lugar privado, pero que ahora me mira con un hambre voraz. Su mirada no se aparta de mis labios y mucho menos la mía de los suyos, con este hombre no me aburriría nunca dentro de este mundo para nada fácil; sin embargo, tengo que tener pendiente que no es solo mío, como quiero, sino que debo compartirlo. Sin esperarme, una de sus manos fue a parar a mi cuello como una amenaza tal vez, me impedía deshacerme, a medida que recorría con su dedo índice mi labio inferior, jadeando sobre mi rostro. —Eres imposible, eres mi imposible, ¿qué hago contigo?, me cuesta hacerme a la idea de perder—susurró y no comprendía nada solo veía el fuego en su mirada, como algo dentro me reclamaba
Narra Charlotte. Aún mi corazón latía desesperado y claro está, asustado, si esa loca hubiera hecho esa fatalidad ahora estaría más fría que un bloque de hielo, mientras mi pobre madre quizás a esta hora hubiera empezado a llorar mis restos. —No me quiero morir, odiaría hacerlo sin al menos vivir, o ver los rostros de los tres hijos qué deseo tener—, pensé, pero no parece que solo lo pensé, sino que lo dije en voz alta, puesto que Karim se me quedó viendo de manera extremadamente rara o quizás son figuraciones mías. —Ya pasó no debes preocuparte—, me dijo con plan de calmarme al mismo tiempo que la camioneta paraba delante de la casa de mis padres y sonreí al ver que había cumplido con lo prometido. —Gracias—, musité en tono bajo y él acarició mi rostro con tanta gentileza que no parecía este hombre ser mi marido, sino otro demasiado tierno y me aparté indicándole con la mirada que estábamos junto a nuestro conductor; ya estoy tan paranoica
Narrador.—Pasa algo alfa— indago sin esperar respuesta, Mohamed tras ver que los ojos de Karim se tornaron tan amarillos como el fuego.—Si la manada moon blood está siendo atacada por los vampiros, por lo que debo irme ahora mismo; me daré un baño e iré usando el poder de traslación de alfa supremo.—Sabes que para lograrlo debes ir a la manada.—Lo sé, —, Mohamed pensó que hacía tiempo que su alfa no tenía la necesidad de utilizar ese poder que dejaba muy desprotegida a la manada, porque los seres alrededor podían sentir su ausencia, pero sobre todo el menos indicado, Kasul.—Cuida de Charlotte, no la dejes salir, y no te descuide que es demasiado escurridiza—, le pidió a Mohamed, estando con rostro serio, se notaba lo preocupado que estaba de dejarla, pensó que si fuera que pudiera ir en su jet privado la llevaría con él, incluso ahora desconfiaba de Shacia porque sabía que la humana estaba dolida, ya que al pedir que su madre fuera echada, conoci
Narrador.El alfa se aclaró la garganta, amonestando de esa manera el comentario imprudente de su súbdita y Karim solo tomo la ropa que le quedaba como un guante de ajustada, pero claro, no era suya, sino del lobo alfa que estaba a su lado y claro que no calzara con él, pero hasta que no amanezca no podría ir a comprar su propia ropa.—Le queda apretado el traje, es que usted es incomparable, supremo, imagine yo con mi cuerpo flácido— bromeó el alfa apenado por no haber tenido tiempo de guardar algo mejor para su rey, pero su cuerpo no era para nada flácido, igual tiene bastantes músculos.—No te preocupes, me queda bien— Karim agarro la solapa de la chaqueta y sonrió tratando de acomodarse esa ropa que lo hacía sentir como si tuviera una camisa de fuerza, pero vio la pena en el lobo y se acercó tocándole el hombro para hacer que se calmara.—Me quedaré el día de hoy, pues mañana no debo ir al aquelarre de las cinco estrellas.—Esta es
Narra Charlotte. Ese abrazo entre Karim y yo se fue haciendo caliente, pues él apretó con fuerza mis nalgas; apretándome a él con salvajismo, restregándome su dureza, en pleno bosque, luego del susto que me llevé, él estaba ansioso por tenerme, entonces lo aleje un poco y lo mire fijo a los ojos.—Donde has estado toda la noche— él sonrió ladino y su mirada bajó a mis labios.—¿Estás celosa?, Charlotte— los colores se me subieron al rostro y sentí como mis mejillas se calentaron, a la vez que sus pulgares recorrían mis labios.—No, pero me causó interés que haya llegado justo cuando te necesitaba.—Mentir es pecado, pero igual te ves hermosa así sonrojada, aunque seas una mentirosa— habló con suavidad y algo que también me hizo extrañar, fue su manera tan juvenil de vestir, de modo que cuando sus labios iban a tomar los míos puse una mano sobre su pecho.—Es raro verte vestido así.—Quieres que entre al bosque con traje de empresario—, se rió a carcajadas y
Narrador. Kasul volvió al mismo punto del bosque en donde había estado recientemente con Charlotte y voceo con voz gutural: —Aparece príncipe maldito— el vampiro salió de la nada mientras reía y caminaba con suma elegancia.—Te has enamorado de mí, perrito, que lástima, detesto las pulgas—, le habló burlón y mostrándose asqueado el vampiro llamado Ardat mirando con altivez a Kadul.—No te creas importante sanguijuela, si volví aquí es para saber que te traes, dime cuál es tu plan, me causa intriga saber por qué no has drenado el cuerpo de Charlotte, sé que no podía ser capaz de detenerte si ese era tu propósito y que haces en este territorio— le preguntó Kasul con demasiado interés.—Pues déjame decirte que estás perdiendo tu tiempo, no te diré nada, lo único que puedo decirte es que no hago tratos con perdedores; los demonios apostaron al lobo perdedor, eres solo una copia barata del alfa—, Ardat chasqueo la lengua, — que pena, quieres ser como t
Narrador.En el inframundo:Kasul estaba furioso, miraba para los lados dentro de su propia vivienda, buscando a quien hacerle daño para sacarse el enfado y la frustración de ser el saco de boxeo de todos: primero de su hermano y luego de un chupasangre que se burlaba de él. Sin embargo, los demonios que les servían ya sabían que Kasul se descontrola cuando está molesto, por lo que se alejan hasta que se le pasé el momento de locura perversa que nada más procura matar y lastimar.Justo como ellos sabían una hora después, ya estaba emocionado, y se pasaba los dedos por los labios, recordando el reciente beso, saboreando aún la dulzura de los labios de Charlotte sobre los suyos, recriminándose una y otra vez por haberla dejado irse sin tomar lo que anhela ahora de ella.—Quiero todo lo que posees hermano, ya que no puedo ser un alfa rey, al menos tendré a tu humana— dijo hablando solo, mirando la copa en su mano con deleite, sintiendo como des