Cuando vi a Jayden por primera vez yo aún era menor de edad, recuerdo que mi padre nos dio la noticia unos días antes y aquello me emocionó, fue una alegría, una verdadera sorpresa que jamás hubiese esperado con diecisiete años de edad. Pensé que quizás era una manera de que mis progenitores continuasen unidos y tuviesen realmente algo hermoso por lo que luchar. Su matrimonio llevaba frío y distante durante años, las muestras de amor eran cara a la galería y meramente una superficialidad social, pero yo sabía que llevaban años durmiendo en cuartos separados, ya que aunque su habitación no estuviese en la misma planta, sus horarios eran completamente distintos y practicamente parecían dos desconocidos que solo compartían el mismo techo dorado repleto de lujos.Siempre había escuchado ese extraño rumor familiar de que los hombres de nuestra familia no serían nunca capaces de amar con profundidamente o puramente a las mujeres, era una extraña historia que siempre esaba allí. Mi madre no
Italia ya no era para mi lo que había sido en el pasado, una parte de mí había muerto con aquella verdad. Un nuevo Marco había aparecido que nunca antes había conocido, dispuesto a decidirse por el mismo su futuro y de vengar a la mujer de la que se había enamorado y que desgraciadamente aún seguía amando. Yo estaba dispuesto a todo para zanjar aquel pasado repleto de secretos oscuros que se habían desvelado, y aquel primer día no llegué a mi casa donde mi padre me esperaba, si no que me dirigí directamente a Nápoles. Fuí hacia al apartamento en Sorrento en el que había averiguado que se encontraba la madre de Eli, ella, llamada Altagracia, había vuelto de la República Dominicana y se había instalado así en la tranquilidad de aquella vivienda justo enfrente de la Costa de Marfil.Pensé que jamás me recibiría pero no fue así, me hizo pasar y ambos nos sentamos en dos sillas blancas el uno frente al otro en una pequeña mesa desde la que observabamos el horizonte claro y el oceano cri
*Elisabeth*Cuando llegué a España me permití a mi misma que nunca volvería a dejarme caer, yo había tocado fondo, al pozo más oscuro que un ser humano podía llegar, había después de la violación perdido la esperanza, pero cuando me arrebataron a Jayden perdí completamente las ganas de vivir... nunca más me permitiría a mi misma estar así, hundida en el dolor, así que utilicé todo ese daño para impulsarme y recomponerme de nuevo y no fue demasiado fácil en aquel nuevo país, España, arrastrarme a mi misma para levantarme temprano durante las mañana a asistir a las clases del instituto, estudiar de nuevo y acostarme en la soledad de la habitación de la residencia, repleta de desconocidos también de familias ricas, a la que enviaron mi madre y mi padrastro, durante cada noche. Pero poco a poco comencé a conncebir lo que había ocurrido, todo por lo que había pasado, como algo borroso e incluso oscuro que parecía realmente lejano. Comencé a pensar que estar allí lejos de los que me habían
*Marco* Mi vida había sido aparentemente perfecta, pertenecer a la familia más poderosa y rica de la parte sur de Italia, tenía sus ventajas, por ejemplo siempre estar rodeado de amigos, aunque muchos de ellos fueron por interés o las relaciones fueran puramente superficiales, ser invitados a las mejores fiestas o reuniones, y estar rodeados de las mujeres más hermosas. Siempre tuve éxito con ellas, y sabía que era un chico atractivo podía gustar fácilmente, pero también era una realidad que muchas se habían acercado a mi principalmente por mi posición social y financiera. Cualquiera hubiese querido tener una vida parecida a la mía, rodeado de todo lo material que deseaba, dinero y frecuentes viajes familiares a donde deseasemos. En mi caso, no era como con el de mis hermanos, mi padre no tuvo que sobornar decanos parra conseguir tapar algún suspenso o falta de comportamiento, o directamente comprar por altos precios un título universitario como en el caso de mi hermano Savio. A mi s
La vida para mi nunca fue fácil, en la República Dominica, mi país de origen, pase demasiada miseria junto a mi familia, mi madre se quedó con sola conmigo y mis tres hermanas, cuando mi padre la abandono.No puede decir que nos abandono, ya que no tenía apenas recuerdos con él, aparte de los gritos por los golpes que le propinaba a mi mamá cuando volvía bebido a altas horas de la madrugada.A mi nunca me hizo nada, pero si super que a mi hermana mayor Margarita, una madrugada all llegar le hizo algo... mi madre lo descubrió, aquello fue el detonante para enfrentarlo, fue la primera vez que ella se defendió y cuando él se fue le dijo que jamás volviera por la casa. Así que sí que se fue para siempre, nunca más quiso saber de mi, ni de mis hermanas, aunque fue lo mejor, ya que nos habia abandonado mucho antes. Eramos insignificantes para el, puros objetos con los que manipular y danar a mi madre, ella nunca volvio a ser la misma, nunca volvía a casarse y no hubo interés en ningún hombre
La vida desde que tenía uso de razón había sido siempre demasiado dura. Mi padre murió pronto, en un accidente tráfico porque aquel día había bebido demasiado y nunca debió coger el coche, pero a pesar de ese terrible suceso y muchos más, cuando era pequeño también recordaba momentos muy felices. Mis amigos del vecindario y yo solíamos salir por la zona, sin alejarnos demasiado, jugabamos a fútbol y sonabamos que algún día seríamos grandes jugadores de fútbol, aunque ese dia nunca llego, un destino diferente nos esperaba a cada uno de nosotros. "Giovanni eso que has hecho es falta." Dijo Luca justo después de que el le quitase la pelota a Franco, yo esperaba en la portería, muchas veces eramos los únicos que salíamos a jugar porque los demás padres no dejaban a sus hijos salir, y hacíamos dos equipos solo con dos parejas. Normalmente yo iba con Giovanni y Franco con Luca, podíamos pasar tardes después del colegio allí abajo de nuestras casas en aquella calle no demasiado transita
Cuando me sucedió aquello mi corazón quedó paralizado, y creía que a partir de aquel momento jamás sería capaz de sentirme ni una pizca de amor. Mamá siempre solia contarme lo bonita que habia sido la historia con mi padre, quien en realidad era mi padrastro, y yo fantaseaba creyendo que algun día llegaría una persona también para mi con la que pudiera sentir algo parecido, increíblemente especial y que ocupase mis pensamientos a todas horas. Contrariamente, el primer amor, ese que ocupa un lugar en tu corazón para siempre, había abusado atrozmente de mi y había herido para toda mi vida mi alma. Savio, aquel chico más mayor que yo, de mirada azul profunda y sonrisa cautivadora, con el que cualquier chica fantasearía y querría tener una preciosa e inolvidable historia de amor, había abusado de mi en compañía de otro familiar. Lo más duro no fue la violacion en si, si no el engaño, la tradición de mis sentimientos verdaderos y como yo jamás había significado nada para él, solo un mero j
Cuando iba a casarme no ví venir la verdad, que mi prometido realmente no me quería, al menos de una manera buena en la que cualquier mujer desea ser amada. Nos conocimos a traves de nuestras familias, ambas eran económicamente de la clase alta de Italia del sur, y yo enseguida me sentí enamorada e ilusion con aquel hombbre que solamente me colmaba de atenciones, regalos y que siempre parecía estar dispuesto a acompañarme a cualquier lugar, preocupado de mi y de bienestar. De una manera sutil comenzó a tejer una tela de arana a mi alrededor y cuando me di cuenta yo ya había caído en la trampa. Yo ya veía actitudes raras en él antes de contraer matrimonio pero pensé que era normal tener dudas antes de dar aquel paso y que estaba imaginando cosas que no existían. Él a veces se disanciaba y no sabía de su paradero durante días, luego aparecía de nuevo con un enorme ramo de rosas rojas o una joya cara de diseñador suplicándome perdón y excusándose de que había estado en su trabajo y bajo u