Capítulo 29.La pregunta de Zack se repetía en la cabeza de Catherine una y otra vez, no quería seguir mintiéndole, pues ya bastante tenía con el secreto acerca de la doble vida que llevaba, así que decidió decirle la verdad.–Marcus me llamó y fui a verlo a su oficina– confesó por fin.Por la expresión de su rostro, a Zack le molestó que ella mantuviera contacto con quien le había declarado la guerra con aquel atentado, por supuesto que Cat no lo sabía, pero le resultaba muy incómodo que ella sintiera aprecio por el príncipe, y mucho más que el siempre buscara mantener contacto con la que ahora era su pareja.– ¿Y puedo saber para qué fuiste a verlo? – cuestionó con tono molesto.–Zack, Marcus es mi amigo, sólo quería despedirse de mí antes de regresar a su país – argumentó Catherine.Zack la miró fijamente, los celos se reflejaban en sus ojos sin poder disimular lo que llevaba por dentro.– Ese tipo no te ve como su amiga, él está interesado en ti por eso busca cualquier pretexto pa
Capítulo 30.– ¿Qué te pasa?, ¿Por qué lo golpeas? –lo reprendió Catherine furiosa de qué él se estuviese comportando de una manera tan irracional.– ¿Y todavía me lo preguntas? – contraatacó.Con mucha dificultad, Philip logró levantarse, y Zack estaba apunto de golpearlo nuevamente pero ella se interpuso.– Ya basta, te estás comportando como un troglodita – lo acusó mirándolo como nunca antes lo había hecho.– ¿Y cómo quieres que me comporte si te veo abrazada a este tipo? – le reclamó.Zack apretaba los puños con fuerza y sus ojos parecían inyectados en sangre debido a la furia que estaba experimentando, se sentía engañado, traicionado en ese momento, primero fue Marcus, y ahora ver a Catherine junto a otro hombre lo desconcertaba por completo, y por si fuera poco, ella se veía tan distinta vestida de aquella forma; y le dolía que ni siqiera para él se hubiese arreglado así. La atmósfera estaba cargada de celos y una gran decepción por parte de los dos, hasta que Philip rompió el
Capítulo 31.Marcus se quedó de piedra al encontrarse con su hermano, tenía entendido que él se encontraba del otro lado del mundo realizando importantes negociaciones para la corona, pero si estaba en el palacio, eso significaba que el rey tenía algo importante para decirles, lo cual no le gustó para nada, pues siempre que se situaban frente a frente se desataba la guerra entre ellos.– Vaya, hasta que el favorito del rey hace su aparición – ironizó Marcus mirando con gesto de pocos amigos a su hermano.– Su majestad me ha pedido que venga, así que aquí estoy – contestó sin más.– ¿Tienes idea para que nos llamó? – Inquirió con curiosidad.–En lo absoluto, pensé que tú lo sabrías – respondió Max.– Supongo que no nos quedará más remedio que averiguarlo, vamos, no lo hagamos esperar –.Los príncipes caminaron por el ala real donde el rey tenía sus habitaciones hasta llegar a una espaciosa estancia donde se hallaba su despacho, para Marcus la presencia de su hermano era insoportable, e
Capítulo 32.Catherine tomó la frazada que había sobre la cama para cubrirse, esto ante la mirada atónita por parte de Zack, a quien le fue imposible reprimir una gran carcajada. El gesto de la joven se le hacía tan infantil, característico de su inocencia y su forma de ser.–Zack, ¿qué estás haciendo aquí? –lo reprendió ruborizándose desde la cabeza hasta la punta de los pies.– Sólo venía a decirte que ya está listo el desayuno, cariño – dijo sin poder parar de reír.– ¿No te han enseñado que debes llamar a la puerta antes de entrar a una habitación? – continuó regañándolo.El quiso avanzar hacia donde estaba ella para darle un beso, pero la chica retrocedió entrando rápidamente al cuarto de baño completamente avergonzada.– Vete para que pueda vestirme – gritó.Zack no podía parar de reír ante la actitud de Cat, así que decidió hacerla sufrir un poco más.– ¿Pero por qué te ocultas, pequeña?, si estás hermosa – soltó con desparpajo incrementando aún más el rubor de las mejillas de
Capítulo 33.Catherine se quedó paralizada por un momento sin saber como actuar ni qué decir, desde su llegada a Anderson publicidad, las burlas por parte de algunos empleados y de las modelos no se habían hecho esperar, y aquello ya estaba empezando a colmarle la paciencia, se obligó a mantener una postura erguida y con la frente muy en alto tomo la determinación de enfrentar a esas mujeres frívolas y sin corazón.–Suéltame – dijo con autoridad ante la mirada expectante de la mujer que sostenía fuertemente su brazo.– Tú no eres nadie para ordenarme – contestó la modelo con ínfulas de superioridad.–Te dije que me sueltes – espeta Cat perdiendo los estribos.Las modelos estaban estupefactas ante la reacción inesperada de la que ellas veían como alguien insignificante, y por supuesto que nunca se imaginaron lo que estaba por suceder.– Si sabes lo que te conviene, nunca en tu vida vuelvas a intentar tocarme – pronuncia ella con una seguridad que causó impacto a todos los que la miraba
Capítulo 34.¿Quieres acompañarme a casa? – le preguntó estupefacta y sin que se le ocurriera qué decir para que no lo hiciera.– Sí, claro, eso dije, tuviste un muy mal día y no pienso dejar que te vayas sola, así que iremos en mi coche y alguien más se llevará el tuyo – contesta decidido.Catherine estaba en serios problemas, y solo un milagro la podría salvar, pues si él decidía acompañarla, no le daría tiempo de cumplir con el horario establecido por el Olimpo, y llegar tarde la haría acreedora a una penalización y a estas alturas y faltando tan poco para terminar el contrato, eso sería lo peor que podría pasarle. Se dirigieron hasta la entrada del edificio y Cat le daba vueltas a su cabeza tratando de encontrar una solución ante semejante encrucijada, cuando de repente el móvil de Zack comenzó a sonar, se detuvieron y entonces él se limitó a contestar.– Es Alan, mi amigo de toda la vida, que quiere ahora – dijo a propósito en voz alta para qué su amigo del otro lado de la línea
Capítulo 35.– Volvemos a vernos, Afrodita – dijo Zack haciendo acopio de todas sus fuerzas para mantenerse neutral.Catherine no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando, ver a Zack en ese lugar era como si una puñalada estuviese atravesando su frágil corazón, pues se suponía que las andanzas del pasado habían quedado atrás, y en ese momento se estaba dando cuenta de qué no era así. Con esas actitudes, Zack le estaba demostrando que no era una persona en la que se pudiera tener plena confianza, y que al igual que ella, tenía secretos ocultos.– ¿Cómo está, señor Anderson?, tenía tiempo que no venía por acá – contestó Afrodita buscando las fuerzas desde lo más profundo de su interior aún cuando en el fondo se sentía destrozada.– Eres el mejor espectáculo de este lugar, Afrodita, siempre es un deleite verte – intervino Alan salvando la situación.– Muchas gracias, pero ahora debo retirarme, sólo vine para saludarlos, se quedan en compañía de Venus, ella estará encantada, ¿cier
Capítulo 36.– ¿Y qué pasó, Zack? – inquirió ella rogando al cielo para que no le dijera lo que tanto temía.– Sólo hablamos un poco, amor, pero necesitaba que lo supieras, tú siempre haz sido muy honesta conmigo y lo mínimo que yo puedo hacer es retribuir de la misma forma – le dijo y esas palabras le causaron un gran dolor a la chica pues ella no había sido honesta del todo.– Agradezco tu sinceridad, ¿pero me gustaría saber por qué volviste a ese lugar? ¿por que si tienes una relación conmigo fuiste a verla? – cuestionó abrumada.– Sólo fui a acompañar a Alan, él hizo las reservaciones –.– Lo entiendo, pero tú sabías que te encontrarías con ella–.– Sí, no puedo mentirte, por favor perdóname, sé que no debí acompañarlo, pero tenía que hacerlo – confesó apesadumbrado.Cat sintió como su mundo se le venía encima, estaba atrapada entre sus dos personalidades, y lo peor era qué su gran amor también lo estaba, y a juzgar por su expresión y por las cosas que le estaba diciendo él se sen