NARRACIÓN: ISABELLA
La chaqueta de Sebastián se empapa bajo la lluvia de la ciudad. El cielo se ha oscurecido por completo y el frio comienzo a taladrarme los huesos. No debería de estar aquí pero sé que debo de estar aquí. Quiero escuchar por mis propios oídos nuestra verdad, nuestro atormentado pasado.No quiero que Sebastián note que estoy muriendo de sueño y de frio. No quiero que termine por obligarme a regresar, me he escapado de la cena y probablemente esto me cause problemas pero no importa. En estos momentos lo único que importa es conseguir la información que necesito, que necesitamos.No sé cuánto tiempo ha pasado desde que Sebastián regresó a mi vida, tampoco tengo claro cuánto tiempo estuvimos separados, para mi toda nuestro inicio ha sido un misterio pero lo único que sé es que quiero conocer nuestro desenNARRACIÓN: SEBASTIÁNOscar abre la puerta del auto segundos antes que intente abrirla. De nuevo tengo esa maldita sensación de vacío. Odie tener que dejarla sola de nuevo, al menos conseguimos un poco de información. La información suficiente para que pueda ir hacia la siguiente persona. Esta vez atacaré la familia de Isabella. Lo siento gatita pero tengo que hacerlo. No por mí, por nosotros.—Te miras del asco— dice Lucas— ¿Cómo esta ella? — Pregunta— ¿Está mejorando? ¿Le dijiste lo mucho que la extrañamos?—Me dio esto para ustedes— digo justo antes de meter la mano en el bolsillo de mi pantalón y sacar la carta que ella me dio para ellos.—¿Qué dice?— pregunta Oscar. Lo miro por un momento y sonrío.—Soy un hijo de puta pero no ando divulgando en las cosas que mi
NARRACIÓN: ISABELLAAlgo extraño está sucediendo en el hospital. Todos los médicos parecen estar nerviosos, asustados e incluso algunos lucen totalmente aterrados. Ha pasado una semana desde que me he separado de Sebastián nuevamente, esta vez lo he tomado con un poco más de calma. Sé que lo miraré dentro de poco y podré abrazarlo y besarlo.Me han recetado unos nuevos medicamentos, son horribles, cada vez que me los inyectan creo que moriré pero el Mark dice que está funcionando, ha hablado de una cirugía. Tendrán que operarme el cerebro y es aterrador pero si es la única forma en la que puedo continuar entonces lo haré. Me han dejado claro que es una cirugía de alto riesgo y puedo terminar quedando con parálisis cerebral pero no me importa, de alguna forma u otra moriré si no sacan eso de mí. Incluso si muero intentándolo, al men
NARRACIÓN: SEBASTIÁNLlevodiez horas sin saber de ella.El mundo me da vueltas, la desesperación me come vivo, las ansias de querer vengarme se apoderan de mí, oscuridad que estoy evitando que salga exige su lugar en la superficie. Si Isabella está herida, voy a quemar el mundo.Creía que podía dejar la vida de Isabella en manos de mishombres pero me he equivocado. Los muy hijos de puta la han dejado salir el primer día. Debí haber confiado en los gemelos, debí haber dejado la vida de Isabella en las manos de los gemelos, ellos lo hubieran mantenido encerrada día y noche. No lo hubieran dejado escapar como esos cabrones.Ahora no sé dónde está, no sé si está bien, no sé si está muerta o si está secuestrada. Sé que ella no escaparía sin ninguna razónpara hacerlo, Isabella sabía qu
NARRACIÓN: ISABELLALa cama de Sebastián se siente mucho más cómoda de lo querecordaba.Me duele la cabeza y elbrazo por el accidente pero al menos me alegra estar junto a él.Sé que no nos queda mucho tiempo pero al menos quiero aprovechar cada minuto del día con él. La operación me tiene aterrada pero al menos es la única manera de deshacerme de esta enfermedad rápidamente.Sebastián me mira desde la esquina de su habitación, me acurruco entre las almohadas y suspiro. Toca admitirlo, estoy depresiva. Me duele muchísimo todo lo que ha sucedido y en especial con mi madre.Siempre creí que mi madre era la persona que me protegía, que estaría para mí cada vez que yo me sintiera sola y que no importaría cuantas veces me equivocara, ella me protegería para siempre. Supongo que en estos momentos es cuando real
NARRACION: SEBASTIANSu cuerpo tiembla bajo el mío con cualquier leve caricia. Incluso de tensa cuando paso las manos por su trasero. Es deliciosa.—¿Se siente bien esto?— pregunto masajeando sus glúteos. Isabella asiente levemente y sonrío al verla tan relajada. Incluso si solo es un masaje, sus bragas estas empapadas. Está tan caliente que me vuelve loco.Necesito hacerla gritar, escuchar sus gemidos mientras la penetro con fuerza, eso es lo que necesito.—Debí darte un masaje desde la primera vez que te tuve, así no hubieras estado tan nerviosa—le susurro bajándole las bragas.—Dijiste que te contendrías esta vez…—Te he mentido—contesto lanzando sus bragas a alguna esquina de la habitación. Voltea a verme mientras subo mis manos por su espalda.— quédate así, ver tu espalda y tu
NARRACIÓN: ISABELLALa habitación está en completo silencio mientras Lola juguetea en su celular. Estoy tan asustada que me tiemblan las piernas, intento disimularlo pero probablemente es imposible hacerlo. Los doctores se mueven de un lado a otro por la habitación. Incluso en estos momentos me pregunto si podré regresar al lado de Sebastián.—Deja de verla, Mark— susurro cuando me percato que no deja de ver a mi hermana. Mark me mira por un momento y sonríe antes de negar suavemente.—Es hermosa— dice antes de voltear a verla nuevamente.—Está saliendo con Oscar, un socio de Sebastián...—Bueno, me rindo. Voy a suministrarte la anestesia— anuncia. Supongo que es momento, el
Lucas abre la cajuela del auto al verme, alzo la ceja por un momento y me cruzo de brazos al ver la caja llena de explosivos.—¿En verdad lo haremos?— pregunta. Ni siquiera me tomo el tiempo de responderle, es obvio que lo haremos. Esos hijos de puta creen que no sé lo que han hecho. Isabella necesitaba su operación y la han secuestrando drogada. No sé si me molesta más el hecho de que no recibiera su operación o el hecho que la hayan tomado. Está decidido, dentro de unas horas voy a destruir la casa presidencial. No estoy interesado en cuántas personas vayan a morir, lo único que me importa en estos momentos es vengarme del hijo de puta el presidente. Es un imbécil si cree que puede tomar a mi mujer, a lo que más amo y salir totalmente ileso. Estoy completamente seguro que en estos momentos debe de pensar que yo estoy rumbo a Italia en busca de Isabella pero no
NARRACIÓN: ISABELLA Grito aterrada cuando la cortina de llamas rodean a Sebastián. Puedo ver como el mundo se detiene a mi alrededor, puedo sentir como mi cuerpo se llena de furia. Quiero matarlos a todos, si Sebastián no sale de ahí. Mataré a todos con mis propias manos. —¡Sebastián!—grito con fuerza antes de golpear al hombre que me sujeta. Intento correr hacia las llamas pero Lucas me rodea con sus brazos y me aleja del fuego. Me tiro al suelo y golpeo con fuerza el suelo antes de voltear a hacia el fuego. Me llevo las manos a los ojos para limpiarme las lágrimas. Me levanto con las piernas temblorosas al verlo salir de las llamas con el rostro totalmente tenso y su rostro herido. Sebastián tiene a todos los demonios en su mirada, me mira por un momento y me señala el auto. Niego repetidamente mientras camino hacia él. Su mirada se endurece con mucha más fuerza al verme negar. Mira a Lucas y grito al