Una larga y placentera ducha, luego un rico y sencillo almuerzo, se vistió con unos Jeans azules, una ajustada blusa blanca, un blazer negro, hoy no llevaría zapatos de tacón como lo hacía para ir a la oficina, calzó unos tenis blancos, su bolso de mano, su cabello suelto le daban una apariencia más joven, su infaltable móvil, y su agenda para anotar todos los pendientes. No podía creer que ese auto lo estuviera conduciendo ella, era un Mazda 6 color rojo, un auto superelegante, que atraía varias miradas, sobre todo de las personas de su antiguo barrio que, al verla conducir, murmuraban todo tipo de cosas. Ahora su elegante auto la llevaría a las afueras de la ciudad, para reunirse con su jefe y el Dr. Tomás.
— Buenas tardes. — Los caballeros, en todo el sentido de la palabra, se levantaron de sus sillas cuando ella se acercaba.
Para el señor Julio, saber que todos sus hijos y su esposa, se habían confabulado para sacarlo de en medio de todos los negocios fue una sorpresa, pensaba que era su hijo Ricardo, quien era un hombre demasiado ambicioso y traicionero, pero todos se habían puesto de acuerdo para sacarlo de la presidencia de las empresas y de todos sus negocios. El abogado trajo consigo, chats de mensajes entre ellos, llamadas a altas horas de la noche, desviación de dinero, compras para terceras personas y otras sorpresas más. Un favor muy grande pidió a su abogado, algo que Camila no entendió del todo. Pero que se trataba de la modificación del testamento, para el heredero que se lo mereciera, además de blindar los negocios para que solo se usará la firma del único dueño de todo, mientras él estuviera con vida él y solo él podía destinar recursos para cualquier negocio que hiciera la empresa, ninguno de sus hijos, ni su esposa podía destinar un solo peso sin que el señor Julio lo supiera, ahora ellos, luego de ser los segundos al mando en las empresas, eran solo simples empleados de su padre, recibiendo un sueldo de gerentes. Sabía que esto traería discordias, peleas y discusiones, pero poco le importaba, ya que ellos habían actuado como verdaderas sanguijuelas, chupándole la sangre.
—! Camila, se me olvidaba decirte, debes mudarte, y tiene que ser hoy mismo. ¡Ya Tomás, tiene todo listo! -De inmediato se levantó de su silla, se dirigió hasta su auto y se marchó. El abogado Tomás la miró con impotencia.
El abogado le entregó las llaves de su nuevo apartamento, estaba cerca de donde vivía. Tenía que correr y empacar todo de nuevo, ya que, dentro de pocas horas, tendría que ir hasta la fundación y cuidar a las chicas, porque se lo había prometido a su madre.
— Solo debes sacar tu ropa, el nuevo apartamento tiene todo lo que necesitas.
Recogió lo que más pudo, agradeció tener el auto, llevó consigo su ropa, unos utensilios de cocina, luego miraría qué hacer con el resto de cosas. Su nuevo apartamento quedaba a unos pocos metros del anterior, este estaba mucho más hermoso, lujoso y amplio, además estaba amueblado, corrió hasta la habitación y oh, sorpresa, una enorme cama para ella sola, con vista a un frondoso jardín, tenía todo lo que ella necesitaba en la cocina, se sentía feliz.
Luego de admirar aquel lujoso apartamento, se sentó en el gran sofá en medio del salón, todo esto parecía mentira, lo que le estaba pasando más parecía un sueño, nunca antes las cosas se le habían dado de esta forma, todo por una simple casualidad de unos documentos perdidos. Sabía por los medios que el señor Julio Reyes, era una de las personas más influyentes y adineradas de la ciudad ¿Por qué la estaba ayudando? ¿Será que quería algo más?, no estaba en sus planes ser la amante de nadie, deseaba trabajar como todas las personas y ganar su propio dinero de forma legal, pero mientras averigua que se traía este señor entre manos, disfrutaría lo que tenía. Tomó una ducha rápida, se vistió con un top y jogger color gris, unos tenis, buscó una chaqueta, ya que hacía mucho frío afuera, llamó a su madre diciéndole que iba en camino. Las chicas se alegraron al verla, conversaron un poco, luego vieron una película de terror que tanto le gustaba a Camila, ya muy tarde las chicas se fueron a dormir. Su madre le ofreció su cama, pero esta decidió quedarse en el sofá de la sala. A solo unos minutos de haberse acostado en el sofá, escuchó un ruido, ya eran las 11 y 30 de la noche, pensó que su madre había vuelto de su reunión. Se levantó despacio y caminó hacia donde se escuchaba el ruido. Dio unos pasos hacia atrás al ver la figura de un hombre que la observaba.
— ¡John! ¿Qué haces aquí?
- Quise venir a saludarte y conversar. — dijo, observándola fijamente. Camila se cubrió con sus manos, ya que se había quitado la chaqueta y su top mostraba sus redondeados pechos.
— ¡Pero! ¿Es muy tarde para conversar?
— Si, si lo sé, ¿necesitas algo?
— No, estoy bien, gracias. — John comenzó a acercarse a ella despacio, Camila rápidamente tomó un pequeño jarrón y se lo lanzó a la cabeza, este lo esquivó; miró hacia las escaleras, quiso correr, pero John la tomó por el cabello atrayéndola hacia él, un grito pidiendo ayuda se escuchó en toda la casa, varias de las chicas la escucharon y bajaron corriendo, John la había mandado al piso con mucha fuerza, se posó sobre ella e intentaba besarla, las chicas que bajaron, lo golpearon con todo lo que encontraron a su paso, gritándole para que dejara en paz a la joven. Al ver que las chicas lo habían sorprendido, salió huyendo cubriendo su rostro, evitando los golpes que le propinaban. Ayudaron a levantar a Camila y la llevaron hasta el sofá, estaba muy nerviosa, recordaba aquella noche en que fue violada por Andrés, John quiso hacer lo mismo, pero las chicas actuaron a tiempo, se hizo la fuerte para no llorar, no quería que ellas vieran cuán débil era. Las chicas volvieron a sus habitaciones dejando a Camila sola en la sala, pensaba en todo lo ocurrido y no pudo contener lo que sentía, lloró amargamente lo sucedido hasta quedarse dormida.
Se levantó muy temprano, se duchó, e hizo el desayuno de las chicas, estas le preguntaban ¿Cómo se sentía? —Ella respondió diciendo, que se encontraba bien.
Gladis llegó y las chicas la pusieron al tanto de lo ocurrido con John y Camila, solo guardó silencio. — madre, me tengo que ir, tengo cosas que hacer. Se despidió de las chicas y de su madre; ya en su auto, su mente no dejaba de pensar, en John, era un maldito, se preguntaba ¿Cómo había hecho para entrar a la casa sin ser visto? Su madre tenía que aumentar la seguridad en la casa, las chicas corrían peligro. Tenía que ir hasta una estación de policía y denunciar a este acosador, era un peligro para todas las mujeres. Ya en su apartamento quiso olvidar de su mente lo sucedido, tomó su ropa sucia y la llevó hasta la lavandería, decidió pasar por su anterior apartamento y mirar si se le había quedado algo importante, su asombró aumentó al ver que estaba todo revolcado, el colchón estaba en el piso, los cajones estaban de igual forma, ¿Qué había pasado aquí? Salió de inmediato, algo malo estaba pasando y el señor Julio lo sabía, por eso le pidió salir cuanto antes de ese lugar. Le dejó un mensaje a su jefe, contándole lo ocurrido.
Ya en la tarde, envió un auto para recoger a los chicos, no cabían todos y decidió traer el resto en su auto. Todos estaban emocionados, no solo por retomar las prácticas, también porque contaban con un patrocinador muy generoso. Admiraron el apartamento de Camila, amplio, acogedor, ubicado en el segundo piso del edificio, con una vista envidiable, rodeado de otros edificios, elegante sector residencial.
— ¿Dijiste que no tenías muchas cosas?
—No tenía muchas cosas, estas me las trajeron hoy. Los chicos hablaban entre ellos del cambio que había tenido Camila, de la noche a la mañana se había convertido en una mujer adinerada y llena de lujos. No creían en sus palabras de que estaba trabajando como asistente, pero no importaba, ella los estaba ayudando en todo.
Los muebles fueron arrumados en una esquina para dar más espacio, comenzó la rutina, Jefferson y Camila eran los capitanes del grupo, la práctica se extendió hasta muy tarde, dos pizzas y refrescos, para después de tan extenuante rutina de baile, de nuevo fueron regresados a sus casas, luego Camila se recostó en su cama y se quedó dormida, fue despertada abruptamente por el sonido de su despertador, tomó una ducha con agua caliente, se vistió con unos pantalones elegantes de color negro, blusa roja y tacones rojos, recogió su cabello en una cola.
— La información que estamos manejando es muy delicada y muchos no quieren que se sepa, esto es por tu seguridad y nada más. —dijo don Julio a Camila por lo sucedido en el anterior apartamento.
Gladis no estaba de acuerdo que Camila trabajara con la familia Reyes, era mejor que ella se mantuviera alejada de ellos por el bien de muchas personas, pero no había manera de hacerla entrar en razón, la joven estaba deslumbrada por los lujos y el dinero, tenía que alejarla de ellos cuanto antes. La noche en que Camila se quedó en la fundación cuidando a las chicas, no se percató que su madre revisó su bolso y su móvil, buscaba cualquier información referente al señor Julio.
Dayana Reyes, últimamente visitaba con frecuencia la fundación, las reuniones con Gladis a puerta cerrada no paraban.
— ¡Debiste avisarme de inmediato que esa chica está trabajando con mi padre, no quiero verla cerca de él! ¡Tienes que hacer que abandone ese empleo! ¡Todos sabemos que es su amante! ¡Mis hermanos están muy enojados.!
— ¡Yo, ya no sé qué hacer! ¡Ella es terca y obstinada!
— ¡Por Dios, mujer, Camila es tu hija! ¡No es hija de la fundación, oblígala a que deje de trabajar con mi padre! ¡Que tu próxima llamada sea para decirme que esa chica, ya no trabaja con mi padre!
Gladis estaba en una encrucijada, había hecho pasar a Camila como su propia hija, y esto no era verdad, nadie debía enterarse quienes eran en realidad los padres de esta joven, ya que todo se vendría abajo, sobre todo sus propios planes.
Para Ricardo Reyes, no encontrar a la chica en el apartamento fue terrible, le habían informado que vivía hacía poco en este lugar, muchas fotos llegaban a su móvil mostrando a la joven en compañía de su padre, estaba seguro de que ella era su amante y que muy pronto le dejaría toda la fortuna de la familia, tenían que quitarla del camino de su padre, por culpa de ella la familia podía perder todo. Les informó a sus hermanos lo que había sucedido, ya la joven no estaba en este lugar. Su padre era un hombre muy sagaz e inteligente, siempre iba muchos pasos delante de ellos, por algo había amasado su gran fortuna, por sus propios medios y trabajando duro.
Para María Antonia, la boda de David, la tenía histérica y de mal humor, David, era su primo y ella estaba muy enamorada de él, pero este jamás la había mirado de otra forma que no fuera como familia. Ella tenía su novio, pero, no lo amaba, solo lo utilizaba supuestamente para darle celos a su primo David, pero, todo era en vano; ella y Nani, eran amigas, pero, estaba dispuesta a quitar de en medio a cualquier persona que se interpusiera entre ella y el amor de su primo. – En la guerra y en el amor todo se vale. – decía.
Todas las tardes, después de salir de su trabajo, Camila y los chicos practicaban sus rutinas de baile, estos quince días fueron de trabajo duro, muchas veces se quedaron en el apartamento de ella para aprovechar cada momento y seguir con sus prácticas. Necesitaban dar el todo por el todo, estaba en juego el reconocimiento de la gente, la fama que les daría este trofeo y un jugoso premio, no podían fallar, no podían descansar, lo único que importaba era el trabajo duro del equipo, el compromiso de todos.
El nerviosismo se había apoderado de todos, ya que nunca se habían subido a un avión, además de la preocupación por la competencia, en esta oportunidad se presentaba lo mejor de lo mejor, esto suponía un esfuerzo muy grande por parte del grupo. Todo pasó sin contratiempos y pronto estuvieron fuera del avión y de camino al hotel, a la llegada el personal del hotel los atendió de la mejor manera, tomaron su almuerzo en el restaurante, la comida era abundante y exquisita, los hacían sentir como verdaderos reyes, en su equipaje llevaban los uniformes de la competencia que se llevaría a cabo al día siguiente en las horas de la mañana, solo eran 10 grupos los que se disponían a participar, los jueces decidían en ese mismo día, después de la participación de todos, quienes ocuparían los primeros tres lugares en la competencia. Esa noche se reunieron y conversaron de lo bueno que la estaban pasando, decidieron salir y dar un paseo por los alrededores del hotel, esto era como vivir un hermoso
No le quedaban dudas a Tomás que Andrés la había tomado por la fuerza, el nerviosismo de ella al verlo, y lo peor, ahora se había dedicado a acosarla, la perseguía a todas partes, esperando el momento oportuno para atacarla de nuevo. Estaba en una encrucijada ahora, Camila al verlo se ponía muy mal, y si se enteraba de que esté la estaba siguiendo, se tornaría aún más nerviosa. Para David y Nani, la fecha de la boda estaba muy cerca, estaban muy emocionados y enamorados, eso se notaba en cómo se demostraban el amor que sentían el uno por el otro. Nani decidió con sus amigas organizar la despedida de soltera, y David, también con sus amigos, organizo su última fiesta de soltero, pero Nani sabía que, si David salía con sus amigos, era para buscar mujerzuelas y engañarla, por esta razón decidió que saldrían a divertirse todos juntos. Juliana y Andrea decidieron sacar a Camila de su rutina, ya que ella últimamente solo se dedicaba al trabajo, además se había vuelto una persona muy calla
A pocos días, para que se llevara a cabo la boda entre Nani Uribe y David Reyes, las familias estaban muy nerviosas y atareadas con tanto por hacer, ya solo faltaba ultimar unos pocos detalles y todo estaría perfecto. Perfecto para muchos, pero no para David, sentía que no estaba preparado para casarse, que estaba muy joven y deseaba seguir disfrutando de su soltería, sus padres casi que lo habían obligado a casarse con Nani. Los padres de Nani, eran personas muy adineradas e importantes en el país, siempre estuvieron de acuerdo con la relación que había entre los dos jóvenes. David se sentía bien con ella, la conocía lo suficiente como para saber que sería una buena esposa, pero no todavía, para Nani, David significa todo, su mundo giraba en torno a él, se sentía la mujer más afortunada cuando él, la llevaba de la mano, no se imaginaba estar sin él.Camila se mantenía ocupada entre su trabajo en la oficina y los ensayos en la pasarela Mi Moda, el contrato era por poco tiempo
La llegada de Andrés Reyes al salón de práctica alegró a los muchachos, era un hombre muy adinerado y buscarían que él los patrocinara. Jefferson salió a su encuentro.— Vaya, ¿Qué te trae por aquí?— ¡Quise disculparme con ustedes por lo de la otra noche!— Disculpas aceptadas. —dijo Jefferson, hablando por todo el grupo.— Quiero contratar al grupo para un show, ¿con quién tengo que hablar? — Lo estás mirando, soy el dueño del grupo.— Pagaré muy bien, necesito un rato de diversión y tengo mucho dinero.— Hay que hacer el contrato, lo firmas, depositas el dinero y listo, solo tienes que decir cuando quieres tu baile. — dijo Jefferson animado.— Ya traje el contrato ¿Quién es el representante legal?—Es Camila. — Jefferson hizo un gesto de desagrado.— has que Camila lo firme y deposito el dinero. Extendió el contrato para que Jefferson lo leyera, pero este solo vio la gran cifra que pagaría Andrés.— ¿Es cierto esto? ¿Nos pagarás $ 100.000.000, por un show?— Sí, pagaré cien millon
La boda entre Nani y David, se había aplazado a causa del coma del señor Julio, David amaba a su abuelo y prefirió posponer la boda y esperar que las cosas mejoraran para continuar con los planes que hasta ahora tenían, pero ya no tenían por qué esperar mucho, ya que recibieron la buena noticia de la clínica que el señor Julio Reyes, se había despertado. Para la familia era una alegría inmensa, puesto que, hasta ahora, el único que podía tomar las decisiones en la empresa era él.— ¿Dónde está Camila? – fue la pregunta, que hizo Julio Reyes al despertar, preguntar por la joven. Para sus hijos y nietos fue una gran sorpresa, cuando los médicos preguntaron sobre la joven que insistentemente el señor Julio Reyes solicitaba. Para David, María Antonia, Andrés y sus otros nietos, saber que su querido abuelo, Preguntaba y solicitaba la presencia de Camila, era muy extraño, ¿de dónde conocía él a la joven? ¿Será cierto lo que dicen de ella? - se preguntaban.Para Camila, al recibir la noticia
A Nani, no le quedaban dudas, de que la culpable de esto era Camila, y sabía que esta la odiaba por lo sucedido aquella noche en que Andrés abusó de ella, ahora se estaba vengando y David había caído en su juego. Simplemente, esto no se quedaría así, los padres de Nani, harían cualquier cosa por ver feliz a su hija, Nani, pidió una sola cosa a sus padres, acabar con Camila y con todo a su alrededor, sin perder tiempo. Camila, sabía que esto le traería muchos problemas con todos, tanto con la familia Reyes, como con la familia Uribe. Ahora era culpada por lo ocurrido en la boda, estaba más que segura, que no era su culpa, no tenía nada que ver con lo que había pasado, decidió no prestar tanta atención al asunto e ignorar lo que los medios decían de ella. Pero una cosa pensaba ella y otra Nani, quien no perdió tiempo y decidió actuar de inmediato.Una llamada entró al móvil de David, no deseaba hablar en este momento, pero era insistente. — ¡David! ¡Me las vas a pagar, tú y esa perra!
Camila despertó, estaba sobre una cómoda cama, tenía su pierna vendada, quiso tocarla, pero no pudo, le dolía también su mano derecha, se levantó de la cama con mucho cuidado de no caerse, ya era de mañana, había dormido toda la noche ¿Dónde se encontraba y quien la había traído hasta aquí? Dando saltos con una sola pierna, fue hasta el gran ventanal con una vista maravillosa, muchas plantas en un hermoso jardín, una gran playa y el mar tranquilo, sencillamente un lugar encantador ¿Por qué no recordaba nada de lo ocurrido durante la noche? Tampoco recordaba ¿Por qué estaba en este lugar? En ese momento se abrió la puerta y entró David, llevaba unas bolsas en la mano, las depositó en el piso, solo se limitó a mirarla y salió cerrando la puerta. El corazón de Camila se había acelerado al ver que David estaba en ese mismo lugar, con ella. - ¿Qué hacía David aquí? Necesitaba muchas respuestas. Deseaba ducharse, desde el día anterior no lo había hecho y era una incomodidad terrible. El cli
— Ya extrañaba tu voz, tengo entendido que no puedes hacer ningún tipo de llamadas, es mejor por tu seguridad.— ¡Tomás, cuéntame cómo van las cosas!— No te preocupes por nada, todo se está manejando de la mejor manera. Solo quiero que te cuides, no quiero que te lastimen ¿Cómo se ha portado David contigo?— David, se ha portado como un caballero, es más, creo que me cuida y me protege demasiado, siempre sabe que quiero, y está siempre al pendiente de mis cosas.— ¿Cómo está tu pierna y tu muñeca?- Aún me duelen, pero ya me he sentido mejor.— Me alegra por ti, te estaré llamando solo cuando sea necesario, ya que pueden intervenir los teléfonos y no queremos que los encuentren.— Gracias, Tomás. ¿Qué haría sin ti?- ¡Cuídate, adiós!Para Tomás, la idea de que Camila, este a solas con David le molestaba de sobremanera, se había enamorado de la joven locamente, pero eran las órdenes del señor Julio, y este confiaba ciegamente en su nieto, que no le haría daño a la joven. Las pal