Capítulo 7
Mateo sintió una fuerte punzada de inquietud. En toda Terraflor, el apellido Urquiza era poco común, y «señor Urquiza» solo podía referirse a su tío Gabriel.

La puerta de la sala de interrogatorios se abrió, confirmando sus sospechas, al ver entrar a Gabriel; quien se adentró con su habitual e impecable elegancia: una camisa blanca abotonada hasta el cuello, un chaleco gris y pantalones negros que resaltaban su esbelta figura. Su rostro de facciones masculinas y atractivas estaba enmarcado por un cabello negro perfectamente peinado, mientras que sus ojos, tras las gafas, brillaban con una mirada penetrante. Todo en su porte autoridad.

—Señor Urquiza —lo saludó el oficial Medina, acercándose, respetuoso, a recibirlo.

Gabriel correspondió al saludo y le entregó un paquete envuelto para regalo.

—Daniel te manda esto.

Daniel Medina, el hijo del oficial, era un científico prodigio de treinta años y uno de sus más valiosos colaboradores.

—Muchas gracias, señor Urquiza. Me tranquiliza que Da
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP