Samantha. Después de calmarme me levanto del suelo y voy por mis cosas, necesito salir de aquí si Jennifer me encontró tal vez me pueda encontrar Lincoln y eso es lo que menos necesito ahora, recojo algunas de mis cosas en la maleta que me robe aquella vez, doy un suspiro cansado para bajar e ir a despedirme del señor Wilson que a sido tan bueno conmigo, todo la puerta y me abre Estela.-¿que quieres?-¿donde esta tu papa?-papá te abre pepelepu.-Estela no seas grosera.El señor Wilson se acerca a la puerta y me da una gran sonrisa pero me doy cuenta que mira mi maleta.-¿pasa algo Sam?-me temo decirle que me tengo qué retirar.-¿y no hay alguna manera de que te pueda convencer de quedarte?-no, lo siento.-en ese caso.El señor Wilson saca de su pantalón su cartera y le extiende unos billetes qué al tomarlo me doy cuenta que es mucho más de lo que me paga por semana.-señor Wilson esto es mucho.-es tu liquidación y un bono por todo el tiempo que me ayudaste, la verdad te deseo lo
Omar. Paso días buscando algún rastro de Samantha pero es como si la tierra se la hubira tragado pero no me rindo la sigo buscando apesar de que pasan meses, Jennifer se fue de la manada apesar de sus protestas y descubrí qué el qué corquesto el ataque a mi manada fue su hermano Lincoln y al encararlo se escuso diciendo que estaba buscando a la loba que lo dejo cojo y tenia mis sospechas de que Sam era la loba que lo avía atacado pero a mí no me importaba ella jamás fue una amenaza para mi al contrario es lo más importante en mi vida qué a quedado desecha sin ella, mi loba se siente irritable y ansioso todo el tiempo, la e buscado en todos las manadas dando su nombre y su foto pero nadie la a visto comienzo a pensar que la diosa luna la esconde de mi en forma de castigo por no ser onesto con ella desde el primer día que la encontré. Samantha. Después de luchar por mi vida y si no hubiera sido por el tren qué paso abría quedado en ese mismo lugar como la loba que logré vencer pero
Samantha.Desido quedarme en el tren junto con Otto con las heridas que tengo no creo poder conseguir comida por mi cuenta mucho menos trabajo, al viajar con Otto nos conocemos mejor me cuenta que fue retado por un lobo más joven y por desgracia del destino perdió y al no tener herederos varones perdió su manada que tuvo que abandonar sin que su pareja se diera cuenta para evitar que ella también fuera una paria, una paria creo que es lo que soy ahora, le cuento que despues de avandonar mi manada trabaje durante un tiempo en una granja y me sorprendio escuchar que lo único que sabe hacer es alfa de manada y por ende no consigue trabajo muy fácilmente y no ayuda mucho que asusta a los humanos con su aspecto, apesar de un hombre mayor es muy grande e intimidante, los días pasan y mis heridas se curan lentamente me van a quedar grandes cicatrices, la compañía de Otto es agradable es callado y reservado de vez en cuando tenemos charlas extensas a veces nos bajamos del vagón y buscamos en
Samantha. Los primeros días cuidando de mi cachorro fue un total reto pero fue grato tener la ayuda de Otto, él ya sabía hacer bastantes cosas, al principio le pareció ridículo que yo le dijera que mi hijo podría ser su nieto pero al pasar de la semana me doy cuenta que él ha tomado ese papel por completo, no diré que todo es fácil las cosas son difíciles pero hemos estado arreglado la casa rodante para tener un mejor lugar para nuestro cachorro y el dueño del huesadero fue tan amable que se lo vendió a Otto a un precio razonable para que puedamos tener algo. Ya pasaron 12 años desde que tuve que escapar por segunda vez de una manada y de que tuve a mi pequeño Liam, es un niño realmente dulce, es amable pero también tiene su carácter, no le gusta que le digan qué hacer y es muy valiente, Otto y él se llevan realmente bien a pesar de que Otto no es su padre le ha enseñado varias cosas y lo trata como si fuera suyo, esta mañana es mi cumpleaños número 30 y Otto me ha dicho que me tie
Samantha. Laim y yo espermos a Otto sentados en una banca mientras comemos un helado qué compramos en un puesto cercano. -mamá. -si Liam. -¿y si tus padres no me quieren? Escucho la voz de Liam apagada y sé que es una preocupación que tiene desde que le dijimos que pasaríamos a saludar a mis padres, lo abrazó por los hombros y le doy un casto beso en el cabello. -no digas esas cosas Liam ellos te van a querer mucho -¿como lo sabes? -no lo sé pero los conozco bien y son buenas personas, ya deberíamos de contarte el cabello lo tienes muy largó. -me lo quiero dejar crecer asta los hombros. -bueno si así lo quieres esta bien mi pequeño cachorro. -mamá ya no soy un niño. -siempre serás un niño para mi. Comienzo a darle mimos a Liam apesar de sus protestas, ya se siente todo un adulto pero oara mi siempre será ese cachorro qué le gustaba andar desnudo por la casa rodante. -Samantha. La voz de Otto llama nuestra atención y me percató de que biene asía aquí. -S
Samantha. La visita a mis padres me lleno de energía apesar de que no pudimos salir al bosque por seguridad, esta vez solo nos quedamos cinco días para evitar que alguien me valla a reconocer aunque creo que como me quedo el rostro nadie me hubiera reconocido acepto por mi olor, mis padres pidieron unirse a nuestra pequeña excursión y después de discutir por un rato termino sediendo a su petición, tuvimos que planear bien la salida de mis padres para evitar que alguien se de cuenta de su anandono de manada, primero compran todo lo necesario para irse y lo dejan en nuestra casa rodante después regresan a su casa para tomar algunas cosas y encontrarnos fuera del pueblo, la espera de que llegarán de nuevo es una tortura para mis nervios que no pasan desapercibidos para Liam. -mamá. ¿esta bien? -si solo estoy un poco preocupada. -un poco te estás comiendo las uñas mamá. Me percató qué inconscientemente me comence a comer las uñas de las manos, doy un suspiro lleno de preocupación y
Samantha. Después de que Liam regresa con su helado me abraza y me da un beso en la mejilla, conozco esta actuación desea algo. -¿que quieres? -no puedo ser cariñoso contigo. Lo miro fijamente con una sonrisa burlona y no tarda en seder. -quería ir al cine, van a pasar una película de terror. -hay hijo no soy amena de estas en un lugar cerrado con un monto de humanos. -por favor mamá. Liam me mira como si fuera un cachorro y ase un quejido con mucha ternura, maldición esto si es caer bajo. -¿a que hora será la función? -¡SIII! gracias mamá. Liam me vuelve abrazar con cariño y me da un beso en la mejilla dándome tanta ternura, le correspondo el abraza y le doy un beso en la frente. -¿si quieres nosotros lo podemos llevar?-¿estas seguro papá?-claro para pasar más tiempo con mi nieto.-tu que dices Liam.-con tal de ir aceptaría incluso qué me acompañará el anciana.Liam señala a Otto que lo mira con molestia.-yo preferiría comer tierra antes que acompañarte algún lado niñ
Samantha. Diablos, diablos, diablos como termino esto tan mal y principalmente como carajos se dio cuenta Omar qué estaba aquí, quién rayos le dijo, esto no paso en la manda de Lincoln ni siquiera se dio cuenta que estuvimos allí, no voy a mentir al volverlo a ver sentí como todo los sentimientos qué tenía asía el volvieron como una ola qué me golpeo la espalda, sentí como mi loba revivió como si le hubiera dado una ráfaga de aire fresco y tube qué usar cada gramo de voluntad qué tengo para no ir a sus brazos y refugiarme en ellos, me percato de que todos en la casa rodante me están mirando. -¿pasa algo? -esta bien mamá. -si hijo no pasa nada. Me esfuerzo por darle una sonrisa a Liam sin importar que mis nervios esta al tope, no deseo que se preocupe aunque su cara me dice todo lo contrario. -mamá ne me quieras mentir en la cara puedo sentir tu temor. -Liam tiene razón hija todo lo podemos sentir recuerda que somos lobos. Doy un suspiro lleno de frustración y me sient