El desayuno, llevado en una hermosa bandeja, no tentó a Allegra, la pesadilla había dejado un sabor amargo en ella, obviamente ella lo consideraba un remordimiento de conciencia, Dante ignoraba su enfermedad y todo lo que ella significaba.Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la señora Grenwhit, luego de llevarse la bandeja, ella se dio una ducha.Terminaba de secarse cuando llegó la peinadora, seguida de sus ayudantes, el maquillista y la manicurista. A medida que las horas transcurrían, se sentía más y más como una muñeca. Al fin, satisfechos con su trabajo, aplaudieron, la muñeca estaba vestida. Contemplo en el espejo la imagen que tanto se parecía a su sueño de adolescente. Jamás se vio tan hermosa y no la maravilló que los demás estuvieran satisfechos de su obra. Su propia imagen en el espejo la dejó sin aliento.Verse vestida de novia el día de su boda era algo totalmente atemorizante. Eleonora había insistido en que usara una diadema de brillantes que había perten
Allegra respiraba con dificultad, había salido de la iglesia y se encontraba en el jardín que había a un costado.Cesare se acercó. — Muy bien, cálmate una novia tiene todo el derecho de llegar tarde a su boda.— Dante debe estar enojado comento— Dante nació enojado así que ese no es un problema. Además, tú vas a entrar a la iglesia. No creo seas capaz de dejar a mi primo de esa manera. Sería muy humillante exclamó Cesare muy calmado.— No quiero humillarlo, solo que tal vez yo no sea la persona adecuada para él.— La persona adecuada es esa que te acepta con lo bueno y con lo malo. Que te apoya incondicionalmente o eso dice mi padre comento Cesare. — Mira no te conozco pero nunca vi a Dante tan relajado y sonriente como anoche.Allegra lo miró.—No sé que decirte – murmuró, tensa.—Una novia atada y con una mordaza quizá causaría uno que otro comentario desfavorable, reflexionó Cesare algo divertido.— No quiero eso, es que me entró el pánico.Cesare la miró y le ofreció su brazo. Al
Allegra despertó, Dante dormía profundamente a su lado. Al mirar por la ventana vio que el yate se estaba moviendo.— Buenos días, dijo Dante besándola en un hombro la tomó de la cintura y tiró de ella.— Buenos días, ¿a dónde vamos?, pregunto Allegra y lo beso.— Solo sé donde me dirijo yo, comento Dante y la beso apasionadamente...Una hora después Allegra se encontraba debajo de la ducha. Minutos después se sentó en la terraza privada a tomar su desayuno junto a Dante quien estaba muy concentrado en su ordenador.— ¿A dónde vamos?, pregunto ella.— Dame un segundo, dijo Dante. Termino de redactar un correo y lo envió. Cerró el ordenador y miro a Allegra.—Lo siento era importante, vamos a nuestra casa, compre una hermosa casa en París.— ¿ Viviremos en París?, pregunto Allegra sorprendida.— De momento, tengo que ocuparme de algunos asuntos.— ¿Y mis estudios?, pregunto ella.Dante la miró.— Puedes estudiar en París, ya verás te sentirás como en tu casa. Le pediré a Mackenzie que
Dante se puso tenso, por supuesto era de esperarse que una persona como Helena se viera atraida por Vesper.Allegra miró sin comprender a la mujer que tenía delante de ella.— Felicidades por la absorción de Bleu Azur Publicite comento Emiliano Azzarini.—Gracias, dijo Dante.— Nuestra mesa ya está lista, comento Helena.— Señor Beaumont espero disfruten su estadía aquí, y felicidades por su matrimonio. El esposo de Helena también se despidió de ellos.Allegra miró a Dante, parecía molesto. — ¿De qué trabajo habla?.— Creo que era alguna especie de broma comento Dante muy serio.— ¿Broma?, pregunto Allegra. Dante hizo un gesto de indiferencia con el hombro.Allegra lo miró, un empleado les aviso que su mesa estaba lista.Al pasar al restaurante se sentó en su sitio, algo era diferente. Dante estaba distinto, Allegra miró a su alrededor y vio a Helena junto a su esposo.— ¿Tuviste una relación con ella?, pregunto Allegra.Dante la miró desconcertado.— ¿Con quién?.—Con Helena, no te ha
Allegra intentaba enfocar sus pensamientos Durante trece dias no fue consciente de que vivía tres años atrás, en el pasado. Él ocultó cada detalle que pudiera despertar su memoria. No permitió que un periódico, un aparato de televisión o un calendario estuvieran al alcance de su mano.Cada detalle tuvo una precisión inhumana, con el sello inconfundible de Dante. No cometió ni un solo error.La atrajo, enredándola en su red y ella solo lo dejo hacer.Todo lo que Dante quería, lo tomaba. Su falta de escrúpulos no lo detenian. No importaba el precio solo importaba que el resultado final fuera acorde a sus deseos.Creía que ella se casaría con Paul y, Dante decidió que no tenía tiempo que perder. Sin duda, si se hubiera hincado a sus píes , jamás se hubiera casado con ella. Pero lo rechazo y se transformó en una meta que alcanzar para él.En ese preciso momento, escucho los pasos y ella recordó el episodio en el asiento trasero del auto y cada momento de intimidad.Matarlo hubiera s
Cuándo te dije yo eso?, ¿cuándo te traté de esa forma?, la apremió Dante, sin remordimiento -. ¿Cuándo Allegra?¡Desapareciste!, te escapaste sin darme la cara.— Me miraste a la cara y me mentiste, me fui tranquilo a trabajar. Unas horas después Roberto me dijo lo que pasaba. Te fuiste, dejando atrás todo lo que te di, como si intentaras vengarte al máximo…— Te ibas a casar con otra, ¿ qué esperabas que hiciera?, yo solo era un juguete en tu vida sin importancia exclamó Allegra.— ¿ Un juguete?,¿ Cuándo te traté así?, ¿ cuándo te hablé así?, te lo di todo, cuidaba de ti, de que nada te faltara, que no te pasará nada.— Por supuesto tu juguete no puede verse dañado exclamó Allegra.— Como tu dijiste no se puede cambiar el pasado. Atacaste a Paul sin razón.Observó que su boca se curvaba en una sonrisa, casi tierna.—Eres mía en cuerpo y alma. No importa que te alejaras un poco, que te perdieras, no te fuiste tan lejos como temí y ahora has regresado adonde debes estar.—¡No soy tuya! –
Allegra tenia la mirada fija en el agua que llenaba la bañera, aunque sus pensamientos estaban muy lejos. Aunque en esa epoca no se veía, su relación con Dante la mató poco a poco.— Podría haber acabado contigo – la regañó Chantal una vez-. No estás hecha para soportar a alguien como él. — Es mejor tarde que nunca. Así que felicítate por tener tanto sentido común.¡Que imbécil eres Allegra!, se dijo así misma. En el instante en que Dante le pidió que se casaran, perdió el sentido común. Muchos detalles no encajaban en su lugar, pero prefirió suprimirlos para que nada enturbiara su felicidad, no habia podido hablar con Chantal ya que no la encontro en Londres, el comentario de Helena unas horas antes, si ella había estado cara a cara con Helena, y por Chantal había descubierto que era el trauma de Gerard.Enfrentada a la ira de Dante y a todo ese dolor que amenazaba con volver a consumirla decidió cerrar su mente a los recuerdos dolorosos que prosiguieron a su huida, uno creeria qu
Dante se dio la vuelta y miro el reloj, Allegra lo había expulsado de su habitación, se levantó de la cama y salió de la habitación. Abrió la puerta y vio a Allegra durmiendo profundamente, era la segunda vez que lo hacía debía reconocer que había pensado que ella intentariá escaparse.Dante cerró la puerta y se dirigió a su habitación. Allegra despertó temprano, fiel a su costumbre busco ropa para salir a correr. No le sorprendió ver a los hombres de Roberto atentos y vigilantes en el jardín.Allegra salió de la mansion Beaumont, envuelta en la tenue luz del amanecer. Llevaba puesta su ropa de ejercicio favorita: un conjunto de pantalones largos y una camiseta ajustada de color negro, con detalles reflectantes que brillaban en la oscuridad.Se ajustó los auriculares y comenzó a correr por las calles tranquilas de Neuilly-sur-Seine. El aire fresco del amanecer llenaba sus pulmones mientras sus pasos resonaban en el silencio. Detrás de ella corrían dos hombres del equipo de segurida