Muchas cosas están pasando mientras el tiempo avanza. ¿Han imaginado el sexo de los bebés? ¿Pensaron cuánto tiempo transcurrirá hasta reencontrar a nuestros protagonistas? Me gustaría saber dónde las guía su intuición. Gracias por formar parte de esta historia, por sus comentarios y calificaciones. Lo aprecio mucho :)
CARISSA BRITOS Mi embarazo ya no es una novedad para nadie. Tengo poco más de tres meses y jamás me he sentido peor ni más feliz. Tal como me explicó el doctor Ferro, al no esperar solo un bebé los malestares serían aún mayores y se extenderían algunas semanas más. He dejado de comer varias cosas permitidas porque me hacen súper mal y también dependo de unas gotas para hacer una vida normal. Cuando le dije a mis padres la verdad que desconocían estuvieron en shock por más de una hora. Debí confesarles el daño que me provocaron los antidepresivos y la dieta estricta a la que me sometí para mejorar. -¿Quién es el padre? ¿Te casarás?- Mi madre intentaba asimilar mi problema de fertilidad mientras mi padre investigaba quien es el padre de los gemelos e intentaba saber mis planes futuros -Seré madre soltera. El padre de los niños es un donante anónimo, ya saben cómo es esto- Mi padre se puso pálido y se le bajó la tensión. Mi madre intentaba articular palabras -¿Estás loca? ¿Pr
DUSTIN ULIBARRI Pasaron algunos meses desde que Mireya y yo tuvimos relaciones por última vez, así como también desde que decidimos tomar caminos separados. Finalmente pudo culminar su carrera y fui para acompañarla en ese momento inolvidable, así como también mis padres, Audrey y Camilo junto a su novia. Brad se mantuvo fiel a su estilo de "todo me importa poco" y prefirió no asistir. Aunque nuestra relación ya hubiese culminado, ella estuvo conmigo por años y formó parte de mi familia. Siempre fue una buena mujer y por eso no había razones para no estar con ella. La vi tomarse fotos con algunas amigas y compañeras de estudio, así como también con algunos de sus profesores más queridos. Mi familia y yo nos hicimos fotos juntos como grupo familiar, en vez de hacerlo por separado, siempre manteniendo las distancias emocionales. Mi padre tomó una decisión que solo consultó con mi madre, excluyéndome por completo y fue la de darle un cheque y un pequeño apartamento como obsequio p
NARRADOR Mireya había ido a conocer su nuevo apartamento y lo contempló maravillada. Sus ex suegros habían pensado en todo y realmente agradecía que lo hubieran hecho. Allí tenía todo lo que necesitaba para mudarse porque estaba completamente amueblado, así que solo tendría que llevar su ropa y objetos personales. Se dirigió al banco para poder depositar en su cuenta bancaria el generoso cheque que sus ex suegros le habían dado. Ella prefería no tener el dinero en su poder para prevenir ser robada. Audrey, su ex cuñada, la llevó a un supermercado para poder comprar alimentos y llenar así la despensa. Ella se mantenía en silencio sin decir nada y suspiraba con nostalgia. Esa misma semana, ella se mudaria y dejaría atrás a Dustin. Lo amaba, pero tenía que dejarlo en libertad para que los dos pudieran alcanzar la felicidad. Mientras Audrey iba a buscar cereales para su pequeña hija, Mireya siguió escogiendo los alimentos que necesitaba. Tenía sus ojos llenos de lágrimas porque la f
NARRADOR Mireya intentaba acostumbrarse a su nueva vida como una mujer soltera. Ella jamás había traicionado a Dustin y aún seguía siendo fiel así no lo necesitara. Sus amigas le habían aconsejado salir, divertirse y conocer a algún hombre con quién vivir un momento ardiente, pero nada de eso le apetecía. Cuando consiguió trabajo como maestra de jardín de infantes se sintió realizada. Apenas haría la suplencia de otra docente, pero aún así esperaba pronto encontrar plaza permanente en algún colegio en breve. Al cabo de dos meses viviendo sola, acababa de entrar en un prestigioso colegio que tenía desde jardín de infantes a educación inicial primaria en dos diferentes instituciones dentro del mismo complejo. Era la oportunidad que estaba esperando. Allí debió rendir algunos exámenes y fue puesta a prueba bajo supervisión para trabajar con pequeños. Aquel colegio era privado y su cuota era una de las más costosas del estado. Después de rendir y de pasar su periodo de prueba, ella ob
NARRADOR Revisión tras revisión, la incomodidad de Carissa no hacía más que aumentar. No había parte existente de su cuerpo que no le doliera. Luciano la acompañaba y se sentía consumido por los nervios al no saber cómo ayudarla a calmar su malestar. Carissa intentaba caminar, pero el peso que cargaba debido al embarazo lo volvía una dificultad. Afortunadamente su amigo estaba allí para sostenerla y servirle de apoyo. -No voy a poder hacer esto. Pediré una cesárea- Gimió de dolor por vigésima vez -Podrás hacerlo. Luego de esto pasará el dolor, ¿Recuerdas lo que dijo Marina?- La animó y le secó las lágrimas -Lo dices porque no sientes que te partirás por la mitad. Necesito ir al baño- Luciano la acompañó y la ayudó a sentarse para que pudiera orinar. También la esperó para ayudarla a poner de pie -¿Pensaste en los nombres?- Preguntó sabiendo que ese mismo día o, a más tardar, el siguiente nacerían los gemelos -Agua- Gimió de dolor otra vez y sintió como el líquido salía de
NARRADOR Para Carissa aquellos días hospitalizada le habían resultado más que difíciles y agotadores, pero nada comparados a estar una semana junto a sus hijos allí, recibiendo constantes visitas de enfermeras, pediatras y del doctor Ferro. Si a las rondas médicas sumaba las constantes visitas de sus padres, podría perder la cordura pronto. Afortunadamente, los gemelos estaban en perfecto estado de salud. La pequeña Athena había aumentado algunos gramos de peso y podría recibir el alta médica pronto. Adonis era un pequeño ángel que dormía plácidamente en los brazos de su madre cada vez que lo cargaba. -Esta pequeña me adora. No la culpo, ya sabe que soy guapo- Carissa puso los ojos en blanco cuando Luciano volvió a mostrar su predilección por Athena -Claramente te adora, pero no sucede lo mismo con Adonis. ¿Por qué ella se calma contigo?- Luciano tenía la habilidad de tranquilizar a Athena y eso era incomprensible -Las niñas son más apegadas a los hombres y los niños a la
CARISSA BRITOS Desde que Athena y Adonis nacieron, mi penthouse no conoce el silencio, mucho menos la paz. Ellos siempre me mantienen entretenida. Cuando uno tiene hambre, el otro también. Si uno de ellos tiene cólicos, el otro también llora. Me dijeron que es la conexión que comparten los gemelos, pero la verdad no tengo idea. Los dos duermen en la misma cuna porque son incapaces de conciliar el sueño si están separados. He intentado que cada uno tenga su espacio, pero si no están tocándose comienzan a llorar. Han pasado ya casi seis meses desde que ellos llegaron a darle más color a mi vida y cada día que los miro siento que se parecen menos a mi. Su cabello es más claro que el mío, así como también el color de sus ojitos. Ellos son entre si muy parecidos, pero también muy diferentes. Los dos prefieren dormir en brazos pero de maneras distintas. También he comenzado a darles de probar yogurt, apenas media cucharadita y allí también son opuestos. Athena adora el yogurt de vainill
NARRADOR La empresa en la que Dustin trabajaba, lo empleó por casi dos años y luego, al cambiar de dueños también lo hicieron de empleados; dejándolo nuevamente sin empleo. Nuevamente, él debió comenzar a dejar su currículum en diferentes empresas y fue llamado de una muy exitosa, nada más ni nada menos que de la de la CEO Carissa Britos. Allí, en un pequeño despacho en una planta alejada de la presidencia se encontraba Dustin Ulibarri, sin saber que alguien muy cercano de su ardiente pasado estaba cerca. En tres años, los gemelos habían marcado muy bien sus similitudes así como también sus diferencias. Athena era más traviesa que Adonis. Él siempre recibía regaños por culpa de su hermana que cuando le convenía fingía ser un angelito. Luciano seguía consintiendo a sus ahijados, aunque era constantemente manipulado por la pequeña Athena que con sus hermosas sonrisas siempre conseguía lo que deseaba. Carissa entre la empresa y sus hijos sentía que no tenía tiempo para na