- ¡TE ODIO! ¡MALDITO! ¡TE DESTRUIRÉ! - Y con una explosión de poder acabo por destruir el espejo que mostraba su verdadero ser, este cayo hecho añicos al suelo, nada de lo que había sido un espejo de 5 metros quedaba, solo pequeño polvo de cristal.

-No puedo regresar a Cristamball si no estoy preparada para destruirlo - Se decía a sí misma y así decidió salir de esa dimensión donde ella podía por lo menos destruir y explotar sus emociones como ella quisiera.

-Si en este planeta es verdad que existe un Dios inclusive más poderoso que los cristams y que con fé te ayuda a salir de tus problemas, por favor te pido que me ayudes a mí, sé que quizás somos enemigos, pero si me ayudas estoy dispuesta a mostrar misericordia por tu mundo - Pidió.

Se encerró en su habitación y decidió que ya había vivido demasiadas "experiencias" y necesitaba descansar, así mismo se tomó una pequeña ducha con agua caliente, aceite y burbujas, burbujas que eran como pequeños globos de cr