Los cielos mostraban todos los colores que se pudiesen deslumbrar, mientras que Olivia quien iba sumida en el lomo de su hijo, disfrutaba de un paseo que sin duda nunca Olivia daría, un enorme dragón del tamaño del de un adulto se mostraba en todo su esplendor disfrazando los azules cielos del mundo místico con su color negro con líneas rojas a los costados, sin dudar era Orien, quien mostraba dominar su transformación por completo ante todos, a lo que Olivia podía asegurar que claramente su hijo ya no era el pequeño niño que había llevado hacia aquella montaña para conectarse con su bestia.
--Eso fue genial… no puedo creerlo me ha encantado…--Orien quien había dejado su transformación de lado observo a su madre con una pequeña sonrisa y camino con ella de la mano hacia el costado de la montaña, haciendo que esta se quedara en silencio mientras recordaba la p
La naturaleza de Miriux se mostraba en todo su esplendor, no había lugar que no fuese catalogado como una de las zonas más hermosa del mundo místico en aquellos momentos, seguramente Atemira e Hicraros podrían llegar a competir con el hermoso reino espejo de los dragones, pero la verdad era el hecho de que aquellos lugares habían cambiado por completo luego de los ataques y la guerra que habían tenido que afrontar los reinos que eran considerados los más hermosos de todo el mundo místico. --Cada vez es más complicado caminar por estos lugares… ¿estás seguro que ella se encuentra por esta zona?—el príncipe colín hablo lleno de enojo y cansancio al rubio quien le dio una mirada bastante cargada de frustración y enojo, pues él estaba igual de irritado que le príncipe, ya llegaban cerca de dos soles y un lunar buscando a aquella escurridiza chica. Pero no había ningún tipo de muestra que en la que pareciera que la heret traicionara al rey Elek, algo que tenía compl
-Todos se observaron entre sí, no había mucho que decir, había una gran presión en cada uno de los reyes, no sabían como tomar el hecho de que si alguna de las razas morían con ello llegarían al fin del mundo místico, no había mucho que hacer o decir, era claro que más que un deber o una manera de no quedar como un cobarde para todas las razas, era la supervivencia, no solo de ellos, también de sus seres queridos, de su estirpe y de su raza. La vida no era justa y parecía que no había otra opción, ellos debían luchar, ellos debían hacer todo lo posible por demostrar que nadie podría acabar con ellos, los arcaicos no podían ganar, no podían dejar que los arcaicos cumplieran su prometido, el rey Basil, observo a Orien quien simplemente estaba allí sentado al lado de hermana y entendió lo que ocurría en su interior, comprendió lo que al parecer su madre y padre no habían logrado, pues allí no estaba un simple dragón adolescente, allí había algo más, pero él no era quien para de
Elek quien observaba a la hicrariana se acerco a ella a pasos tranquilos, mientras era observado por tres pares de ojos de color zafiros, mientras que dos pares de ojos verdes observan aquello con cierta preocupación de que el rey no terminara el juicio delante del concejo quien se había adentrado al salón del trono de manera apresurada al escuchar que Morgan de Hiros se encontraba en el castillo del sol, llevada por el dragón de fuego de la reina Olivia y el príncipe Colín.Pero el problema no era solo que el rey asesinara a la chica sin un juicio y las peticiones del consejo, el problema seria que los vasallos pensarían que el rey no era un ser considerado con las peticiones de su pueblo y con ello podría haber una rebelión, algo que no le concebía a Orien quien supuestamente tomaría el trono más adelante, pues solo llegaría a una guerra sin fin, ya que Orien al ser un mí
--¿entonces cuando se lo entregaras? —en la biblioteca del reino de Hicraros se escuchó una suave y sedosa risa de parte de la dulce y hermosa princesa quien tapo su boca un poco al ver que los otros reyes del lugar la observaban, para saber que era aquello tan divertido, mientras que los demás buscaban junto a los demás en la biblioteca aquello que había sido sugerido por el rey de Atemira, ya que este buscaba de manera desesperada una forma de poder ingresar a strobos sin tener que sufrir por la falta de iré del lugarAquello había sido un caos completo, los reyes no les parecía perder el tiempo en ello, cuando debían entrenar para lograr ser buenos en la pelea contra los oscurianos, por lo menos querían lograr tener el menor números de bajas en el lugar, pero el rey fénix había indicado que no podía hacerlo todo él solo, que estaba muy ocupado en buscar el solo la
--El hechizo es sencillo no habrá mucho problema con prepararnos para ir lo más pronto posible, hay que llamar a los demás reinos…--las palabras de Orien se escucharon llenas de tranquilidad, mientras que todos en la biblioteca los escuchaban atentamente, en lo que fénix leía aquello que según Orien había encontrado su padre, quien no parecía tener la menor idea de lo que hablaba su hijoEra más que obvio que Orien lo había encontrado, ya que el rey de Hicraros parecía estar perdido al leer aquellas palabras, fénix le parecía divertido como el hijo buscaba darle méritos al padre, aunque también le parecía un poco extraño que Orien pareciera no querer mostrar por completo sus nuevas habilidades, además de aquella sabiduría que junto a su hermana poseían de una extraña manera, fénix dejo de lado al pensar aquello, pues
El solar que se iba y el inicio del lunar se mostraba en todo su esplendor ante ellos, no había duda que la vida parecía ser algo gratificante, por lo menos para el rey Elek, quien observaba todo desde el borde de aquella montaña que mostraba todo lo que podía ofrecer Hicraros ante ellos, todos lo que la vida sin duda le había regalado al ser el gran rey de los místicos sin magia, sus ojos castaños podían llegar a observar algo que para él era sin duda los más hermosos de los panoramas, lo más hermosos que jamás había llegado a imaginar, en aquel instante, se preguntó que esperaba para lograr regalarle todo de nuevo a su solunarSabía que las cosas ahora distintas, que él había logrado hacer que todo llegase hasta ese momento, que él había arruinado todo, pero ahora era distinto él se encargaría de recuperar a su amada solunar, &ea
--tengan todo listo, no dejen ningún punto débil, deben tener en cuenta cada situación…--las ordenes de parte del rey Elek se escuchan en todos los lugares, en el que todos los guerreros estaban listos, cada uno de los seres míticos ya estaba preparados, estaban en fila esperando la ordenes de los reyes, listos para la batalla que estaba por definir el futuro de los místicos y de los dioses del sol y la lunaTodos en el lugar se mostraban completamente ansiosos, todos parecían querer escapar a toda costa de strobos, no sabían que podría llegar a ocurrir, no sabían como podría llegar todo a suceder, pero lo único que tenían más que claro era que debían acabar con todo, que no habría otra oportunidad, porque de no ser vencedores en aquel suceso lo más posible seria que ninguno saliese con vida de strobos y con ello aquellos seres malignos acabarían con t
Qué imagen tan asquerosa y ruin se mostraba ante ellos, que imagen tan triste y lamentable se mostraba en todo su esplendor, solo el guerrero más fuerte y más hábil con sus sentimientos no demostraría ningún tipo de expresión o consternación al ver semejante cosa ante sus ojosAllí estaban ellos, místicos muertos con cuerpos putrefactos y sin órganos, desapareciendo con el aire putrefacto e impuro del lugar, era la imagen más asquerosa que jamás habían visto todos los míticos, no podían creer que ellos hubiesen tenido una muerte tan ruin, habían niños, mujeres y hombres de toda clase de razas, todos mostrándose como si de trofeos de guerras o advertencias se trataran, era una imagen que no cualquiera pudiese soportar en sus corazón era algo que hacia lamentar a todos los presentes hasta el punto de casi llorar--malditos, son