No se como llegamos a esta situación, unos minutos más tarde me encontraba frente al furgón, en un callejón sin salida. Agradecí a Dios que el vehículo no hubiera arrancado, visualicé a los dos japoneses subiendo al furgón. - Veo que estás dispuesto a cumplir tu amenaza - comentó irónico el japonés - No fue una amenaza, sino una sentencia. - afirmó Mario mientras los dos hombres bajaban del vehículo. En el interior del vehículo la japonesa arrastraba a Mía hasta el centro del auto. - Ven aquí! No querrás perderte el espectáculo? - Mía forcejeo con ella, en un leve impulso de no obedecerla, finalmente claudicó. Busco a Hugo, lo que vio no le tranquilizo en absoluto, Mario portaba una katana en su mano izquierda, y dos cuchillos en la derecha. Su cara estaba desencajada, tensa, en inexplicablemente transmitía una serenidad aterradora. - Crees que me dan miedo las amenazas de un simple periodista? A ella no puedo matarla, pero a ti, para ti tengo carta libre para divertirme como yo qu
La tensión y el enfado monumental podía adivinarse en la expresión de Nicolasa, había doblado su plantilla de guardaespaldas. Algo que no me extraño en absoluto, al fin y al cabo le habíamos omitido un dato importante. La primera que saludó fue Mía, siempre tan educada, Venichi y Michael se situaron junto a mi, en modo alerta. - Nicolasa Ella la ignoro, sin prestarle la mínima atención se dirigió directamente hacia mi. - Nos has puesto en una situación muy complicada. - El no … - intento mediar Venichi- Cállate! Me habéis mentido! Os hacéis una idea de como va afectar a mi reputación que me relacionen con Moderphanter, Nicola nunca se aliaría con el ejército. Cuantos estáis aquí?-Dude en responder.- Cuatro. - Quiero la identidad de todos ellos. - No necesitas saber sus identidades. Yo responderé por el grupo, he sido yo quien ha dejado mi identidad al descubierto.- Tus enemigos se volverán contra mi. Dame una sola razón por la cual yo deba aceptar que se me eche encima medio A
Si la mujer de tu vida se cruza en tu camino no la dejes es parar, me dijo mi padre cuando yo apenas tenía catorce años. En ese momento lo entendí,pero ahora, en la difícil situación en la que nos ha puesto el destino no me resulta tan fácil mantenerla a mi lado. Además,el destino,o la vida, ya se había reído bastante de mí todos estos años atrás. Observe a Mía, estaba preciosa.- Tenemos que hablar. - le dije.- Habla.- A solas.- Di lo que tengas que decir. - Dios! esa mujer era extremadamente terca. Mantuve silencio. Ella se acercó a mi,me dio un beso tímido en los labios,acercó su boca a mi oído.- Ven a buscarme cuando hayas roto la burbuja en la que me tienes enjaulada. - dijo tajante de una forma tan sexy que todo mi cuerpo se estremeció.La mire de reojo,sonreía maléfica mente,en mi mente solo deseaba llevarla hasta el dormitorio,desnudarla y enseñarle quien domina a quien. En cambio,opté por irme, salí sin despedirme,más bien hui,hui de la tentación de ceder a sus exigencias.
- sa beauté me submerge- dijo la conocida voz de aquel hombre, pese a que sus rasgos habían cambiado, probablemente por varias cirugías estéticas, afinamiento to de mandíbula, botox en los pómulos, pelo largo y rubio, aclaramiento de pupilas, marcar ojos rasgados. - Merci - dije sin ofrecerle mi mano. - Que fait une femme aussi sophistiquée dans un endroit plein de prédateurs sexuels ?Que hace una mujer tan sofisticada en un lugar lleno de depredadores sexuales? - Je n'ai pas peur des prédateurs sexuels, je suis une femme active dans le gameNo me dan miedo los depredadores sexuales, soy una mujer activa en el juego. - Je suis content d'entendre que, Je serais heureux de la voir dans le jeuMe alegra oír eso, me haría feliz verla en el juego.- Je vais garder ça à l'esprit, si vous voulez bien m'excuser, je dois aller aux toilettesLo tendré en cuenta, si me disculpan, necesito ir al baño.- los dos hombres asintieron con la cabeza, sonriendo, Maximilian se acercó a mi, me besó en
No se que ocurrió en aquella reunión, pero una cosa tenía clara, Paolo y Klaus emanaban una tensión incomprensible, de vuelta a la casa. A penas cruzaron una sola palabra, ni siquiera consigo. Cuando llegamos, Nicolasa hablaba con Hugo, me sorprendió que hubiera llegado antes que nosotros. - En serio Hugo, son casi las cuatro de la mañana, no podemos dejarlo para mañana?- preguntó Klaus despojándose de la América y camisa. - Mañana igual amaneces sin manos, por ponerlas donde no debes.- Klaus le ignoro- Que tenemos? - preguntó Nicolasa- Tenemos la lista de aproximadamente una veintena de personas, todos hombres, que han participado en la subasta, las víctimas, seis mujeres de entre 21 y 30 años, ocho hombres de entre 13 y 25 años, y tres niños de unos ocho años. - dijo Paolo- Es aterrador comente al tiempo que me deshacía de la capa y los zapatos. - Mañana harán el reparto de las ventas …. - dijo Klaus.- Y? Que estáis ocultando? - preguntó Hugo, me sorprendió que Nicolasa estuvi
Jamás pensé poder disfrutar de un día así, los chicos habían preparado pasar el día en casa, cocinamos justos, almorzamos juntos, cine y palomitas para pasar la tarde, nos animamos con un karaoke mientras preparábamos la cena. Nos divertimos, nos olvidamos de todo lo que nos esperaba hay fuera. Hugo agarro mi mano para llevarme hasta la habitación. Cerró la puerta con llave. - Gracias - le dije. - El día de hoy ha sido un chute de energía para mi .- Para todos. - No es tan difícil ser feliz verdad? - Tú eres mi felicidad. Verte sonreír es mi felicidad. Besarte es mi felicidad. - su voz sonaba melosa y entrecortada. - sujeto mi cuello con sus manos para besarme. Tire de él hasta la cama. Terminar el día entre sus brazos, comiéndonos a besos, entregándonos piel con piel, era la culminación de un día perfecto. La relación con Hugo era totalmente diferente a lo que había sido mi matrimonio con Mat, con quien todo era sumisión, incluso cuando discutíamos tenía ceder yo siempre ante el,
Lo siguiente que recuerdo es despertarme en una habitación, sola, en medio de una oscuridad inmensa. La luz de la luna entraba por la ventana, no encendí la luz, no por miedo, pensé que sería mejor que no se dieran cuenta de que había despertado. Me dirigí hacia la puerta, no es que fuera idiota, estaba segura que la puerta estaría cerrada con llave, pero preferí comprobarlo. Así fue, cerrada. Volví y me senté en la cama. Mi mente estaba llena de preguntas, preguntas sin respuestas. Pensar en Mía hacia que mi cuerpo se estremeciese, no por recordarla de un modo sexual, al contrario, estremecimiento de dolor, miedo, incertidumbre. A lo largo de mi vida, había tomado muchas decisiones difíciles, había hecho múltiples gilipolleces, pero aquella se llevaba el premio gordo. Joder! Había vuelto a engañar a Mía, y no solo eso, acababa de utilizarla como cebo para terminar con toda la mafia japonesa. Y lo peor de todo! Lo habíamos bordado, excepto por un pequeño detalle, no teníamos ni puta
Estado de ánimo, mentalmente de bajón profundo. Así me sentí después de la conversación con Klaus. Rusia. Mi mente no lograba razonar como había podido vivir con un hombre tantos años y no darme cuenta del tipo de persona que era. Me sentí estúpida. Él creando su mundo de poder, y yo trabajando, cuidando de mis hijos, priorizando sus necesidades a la mías. Dios! Eran tantas las ganas que tenia de matarle, que pensar en vengarme, manipularle, engañarle, me daba hasta cierto placer. No que no tenía ni idea era de cómo hacerlo. Porque una cosa si era cierta, poco podría hacer encerrada en una habitación. Aunque también supongo que en algún momento me dejarán salir. Sumergida en mis pensamientos, oí como alguien metía la llave en la cerradura de la puerta, me acerqué a la ventana, por el simple motivo de no estar cerca se quien entrara, ni más ni menos. Vi entrar a Mat.- Veo que el viaje te ha sentado bien, querida. - matizo al verme con el vestido que seguramente el mismo había elegido,