Alexandra se miró en el espero por mimlesima vez en el día, habían pasado dos semana desde que se había enterado de su embarazo, y seguía sin poder creerlo, si bien su periodo había sido constante, el ultimo mes se había sorprendido por lo corto que había sido, pero el general, este nunca faltó, la doctora le había indicado que a algunas mujeres les pasaba y era completamente normal, por lo que se relajó, ahora, no dejaba de mirarse en el espejo, intentando encontrar esos cambios que se supone pronto aparecerían.
De momento, su vientre seguía sin mostrar demasiadas señales de embarazo, en el peor de los casos, parecía inflamada, como siempre que veía su periodo, pero no mucho, mierda, si realmente tenía veinte semanas, ni siquiera había paso por la etapa de las nauseas y los malestares matutinos, aún le costaba creerlo,pero a medida que pa
Viktor observó a Alexandra mientras se paseaba desnuda frente al espejo, su vientre finalmente había empezado a notarse, y él estaba sudando frío mientras mil escenarios horribles empezaban a cruzar por su mente, no podía evitar sentirse asustado ante la idea de la paternidad, había estado leyendo sobre todo lo que implicaba el embarazo y por todo por lo que Alexandra tendría que pasar para dar a luz, él había visto cosas horribles, y había hecho incluso más, pero luego de encontrar un video de lo que sucedía durante el parto, había tenido un par de pesadillas al respecto.Pero en aquel momento, viendo la sonrisa radiante de Alexandra mientras sostenía su aún pequeño pero abultado vientre frente al espejo, no pudo evitar sentirse feliz, algo que no pensó que sentiría nunca en su vida, hasta que la había conocido a ella.- Oh, Viktor
Alexandra se levantó molesta y se dispuso a retirarse, se negaba a dejar cualquier cosa a cualquiera, era su madre, no le importaba si las habían intercambiado al nacer, no era su responsabilidad, al contrario, era la victima, y se negaba a entregar lo unico que tenía de su pasado.- Te dije que no colaboraría, pequeña zorra - se quejó Klaus en ruso, con un tono despectivo que consiguió irritarla, tomó su bolso y sin pensarlo demasiado, golpeó al hombre en la cabeza, duro, tomandolos a los tres por sorpresa.Klaus se levantó irancundo y la tomó por el brazo con fuerza,, los demás comensales del café gritaron asustados, Nikolay y Viktor tambien se pusieron de pie, listos para pelear- Sueltala - gruñó Viktor, en un movimiento casi instintivo Alexandra lo vio buscar un arma en su costado, pero sabía bien que ya no tenía una y parec&iac
Viktor entró al quirofano y de inmediato se acercó a Alexandra, que lloraba en silencio mientras intentaba mantener la compostura, pero al verlo, dejó escapar un quejido de alivio- Estoy aquí - aseguró, tomando su mano y besando su frente - todo va a estar bien - prometió, aunque sabía que era una mentira piadosa, no podía pormeterle que las cosas estarían bien en esta ocasiín, la situación no estaba bajo su control y sabía tan bien como ella que su hijo podría morir, un parto tam prematuro, er completamente sorpresivo y peligroso dadas las circunstancias.- Tengo miedo, Viktor - dijo Alexandra con voz rota, lo que consiguió romperle el corazón, se sentía completamente impotente y desesperado, la doctora ingresó completamente vestida y lanzó ordenes antes de sentarse a las piernas de la mesa, estaba separada de Alexandra por una tela azul que h
Viktor no podía dejar de mirar al pequeño bebé frente a él, era tan pequeño que era casi irreal, a medida que pasaban los días, podía ver pequeñas mejoras, especialmente desde que Alexandra finalmente había empezado a producir calostro, en aquel momento estaban alimentando a su pequeño utilizando una jeringa, y el ganar de cinco a seis gramos de peso se había convertido en todo un logro.Finalmente había podido llevar a Alexandra a conocer a su hijo, y la mujer era, al igual que él durante la primera vez que estuvo a solas con su hijo, un mar de lágrimas, eran tan pequeño y delicado, todo su cuerpo era poco más grande que la mano de Alexandra, lo que implicaba que cabía tranquilamente en la mano de Viktor, sus pequeños brazos a duras penas eran del mismo largo que sus dedos- Es tan pequeño - susurró Alexandra con voz rota, estaban
Viktor miró a Alexandra arreglarse, estaban preparandose para una cena importante, su vida pronto se había convertido el aquello, y no le desagradaba por completo, ahora era un hombre de negocios, y aunque aún le dolía la cabeza al intentar comprender ceirtos balances, era un hombre inteligente, y no se dejaría vencer tan facilmente, especialmente si hacer aquello podía garantizarle una vida con todas las comodidades a su futura esposa, y a su hijo.Su hijo. Aún le costaba asimilar la idea de que era padre, la idea le encantaba, y saber que su pequeño estaba mejorando día con día, le hacía sentirse mejor de cierta forma, esperando con ansias el momento en que finalmente pudieran llevarlo a casa.La cena de quella noche sería para conocer a algunos de los accionistas de la compañía, aunque Viktor aún tenía una forma algo diferente de conseguir la infromaci&oac
Finalmente, luego de semanas de espera, angustia y llanto, Alexandra podría recibir a su hijo en casa, le había costado mantener la compostura cuando fueron a buscarlo al hospital, el pequeño Lorenzo finalmente se había unido de forma oficial a la familia, Viktor se había encargado de que cada minimo detalle estuviera bajo control, y junto con su madre ayudando con la preparación del nuevo apartamento, todo estaba listo incluso antes de lo que habían pensado.El departamento era lo suficientemente grande como para una pequeña familia, justo como ellos, tenía cuatro habitaciones, una era la principal, en la cual el propio Viktor había tenido algo que ver, especialmente con la instalación de un marco para la cama que le permitiría practicar bondage, si bien había sido sincero sobre su esperanza de practicarlo con Alexandra, ella no podía evitar sentirse algo ansiosa ante la i
Viktor miró a su hijo completamente embobado por los pequeños movimientos que realizaba , el compararlo con hace dos meses era casi absurdo, pero no podía evitar realizar la comparación, después de todo, él había visto a su pequeño superar las espectativas del pediatra, y finalmente había abierto los ojos, que eran grises como los de su hermano, aunque era pronto para decirlo, era evidente que el pequeño se parecía a él, pero los ojos grises le recordaban inevitablemente el hecho de que en otras circunstancias y en otro momento, el pequeño Lorenzo podría haber Sido su sobrino en lugar de su hijo. sus suegros estaban evidentemente encantados con la llegada del pequeño a casa, y al ser un niño, Bruno incluso había modificado su testamento en cuando el niño había salido de peligro, no es como que le molestara, probablemente su abuelo pudiera darle mejor vida de la que él imaginaba, y eso no tenía por qué ser algo negativo, no es como si Viktor fuera movido netamente por el dine
Alexandra miró a Viktor y a su padre en la habitación, lo que la sorprendió, Viktor estba sudado y tenía polvo en el rostro, su padre en cambio parecía más que contento mientras cargaba a su nieto, ella y su madre habían salido de compras, y luego a cenar, por lo que llegaron poco después de la hora de al cena, y Viktor se había hecho cargo de Lorenzo mientras ella no estaba-¿Sucede algo? - preguntó entrecerrando los ojos, la habitación se veía completamente normal, pero pudo ver el cargador de su hijo en la entrada del baño, y el fular en el suelo, a demás, el pequeño no tenía pañales, solo estaba envuelto con una manta y lloraba levemente mientras que su abuelo lo arrullaba- Solo hablabamos - dijo Viktor levantandose y acercándose para saludarla, pero Alexandra entrecerró los ojos y en lugar de saludarlo con un beso, lo detuvo