Maya.La luz de la luna se filtraba por las cortinas de nuestra habitación, creando sombras suaves en las paredes. El silencio en nuestro entorno era absoluto, solo interrumpido por el suave crujir de nuestras respiración y el susurro del viento contra las ventanas. Sentía mi corazón latir con fuerza mientras miraba a Valentino.Él me miraba con una intensidad que me hacía temblar. Sus ojos, brillantes como las estrellas, reflejaban una mezcla de deseo y algo más profundo, algo que siempre me había hecho sentir segura y adorada. Cada vez que nuestros ojos se encontraban, el mundo exterior desaparecía, dejándonos solo a nosotros dos en nuestro universo privado.—Valentino,—susurré, mi voz apenas audible en la vasta quietud de la habitación. Él no respondió con palabras, pero el modo en que sus ojos se oscurecieron con pasión fue suficiente.Sentí el calor de su cuerpo mientras sus manos me tocaban. Siento una corriente eléctrica recorrier mi piel. Sus dedos se posaron suavemente en mi
MayaCuando bajé al salón, me encontré a Josean, quien rondaba observando lo que había en la mansión de Valentino.—Buenos días —saludé sin muchas ganas, pero con educación.—Ah, buenos días, cuñadita. Vaya, son más de las nueve y hasta ahora despiertas.La miré negando con una sonrisa en los labios.—Querida, puedo levantarme a la hora que yo desee; soy la prometida del dueño de esta mansión —declaré acercándome a ella. Sus ojos azules me miraban fijamente.—Uhm, pero me imagino que eso no te da derecho a sentirte dueña —Solté una risa que evidentemente la molestó—. ¿Qué te resulta tan gracioso?—Tu molestia. ¿No será que te gusta tu primo, o sea, mi hombre? Te recuerdo que él es mi compañero destinado.—Estás loca. ¿De qué hablas?—De lo que yo veo. ¿Estás celosa o es envidia?—No es eso. Jamás pensamos que un Alfa estuviera con cualquier mujer —rió sarcástica por su comentario.—¿Qué tipo de mujer crees que soy? —gruñí molesta, encarando a Josean.La rubia se alejó nerviosa, segura
Valentino.—Al parecer están escondidos, no hay señal; no obstante, hemos recibido noticias de que han entrado por el bosque más alejado del país —declaró Emilio, asegurando que la investigación fuera precisa.—Eso significa que están aquí con algún plan malévolo —dijo mi tío, con un tono de preocupación.—Tenemos que estar preparados si vemos algo inusual —mencioné, levantándome de la silla. De repente, una horrible sensación se apodera en mi pecho.—¿Está bien, señor Valentino? —preguntó Emilio. Asentí con pesadez, intentando disimular mi inquietud.Convoqué una reunión con los de mi empresa. Mi tío y Emilio se retiraron, mientras esa extraña sensación seguía latente. Observé a Gabriel mientras explicaba los detalles e información de las ventas y créditos a las pequeñas empresas. Mis pies se movían nerviosamente, sin tener idea de qué me estaba pasando. De repente, mi corazón de lobo comenzó a agitarse. Levanté la mano, y Gabriel comprendió que estaba pidiendo una pausa.Me levanté
《Maya》Había transcurrido una semana desde el momento en que supe que estaba embarazada. Recibir esa noticia fue increíble, aunque estaba dudosa debido al golpe en mi cabeza. Había días en que me dolía horriblemente, era una sensación extraña, pero no he querido decírselo ni a Valentino ni siquiera a mi madre. Y más ahora, que mañana voy a casarme. Por el momento no quiero preocuparlos, quizás solo es el golpe. Acaricié mi vientre, donde crece el fruto del amor entre Valentino y yo. Observé las fresas que había dejado una de la empleadas, suspirando decido en ir un rato hacia el jardín.Bajé despacio al salón, observando a los empleados decorar con entusiasmo para la boda. Las luces brillaban y las flores colgaban en delicados arreglos, creando una atmósfera mágica.—Hola, ¿cómo te has sentido? —preguntó Josean, ayudándome a bajar las escaleras—. Si mi primo te ve bajando sola, se pondrá como loco.Arrugué las cejas y negué con la cabeza.—Estoy harta de mi encierro en la habitación.
ValentinoNunca imaginé que un solo momento pudiera contener tantas emociones. Al casarme con el único amor de mi vida, sentí una mezcla embriagadora de alegría, nerviosismo y una profunda paz. Era como si cada célula de mi cuerpo vibrara con una energía nueva y desconocida. Mi corazón latía con fuerza, cada golpe resonando con el amor y la devoción que sentía por ella, mi luna, mi compañera destinada. Tomó su mano y la guió suavemente dentro de la mansión, al entrar nos deslumbramos con la magnificencia del lugar el cual aumentó la intensidad de mis sentimientos. Sabía que este día marcaría el comienzo de un viaje extraordinario junto a la persona que amaba más que a nada en el mundo.Todo estaba decorado con un gusto exquisito; las mesas al estilo francés, con manteles de encaje y candelabros de plata.Las paredes de la mansión estaban adornadas con flores blancas y lilas, creando un contraste perfecto con los tonos dorados de los muebles antiguos. En el centro del salón, un gran ca
《MAYA》Abro los ojos lentamente, al sentir una fuerte punzada en mi cabeza, provocando que jadee de dolor. Todo está oscuro aquí; mis manos están entumecidas por la mala posición en la que me encuentro. Estoy abrumada, ¿qué está pasando aquí? Mi corazón late desbocado. Estoy sobre una cama grande. Intento levantarme, pero un mareo acompañado de ese dolor intenso hace que me caiga al suelo, me quejo del dolor.—Has reaccionado, querida —esa voz es potente. ¿Quién es?—¿Quién eres? ¿Por qué no te veo? Está oscuro. Ayúdame, por favor —ruego desesperada de estar en esta horrible oscuridad.De repente, varios candelabros se encienden y la oscuridad es reemplazada por un poco de luz. Veo una silueta caminar con rapidez. Quiero levantarme del suelo frío, pero me cuesta.—Cariño, aún estás débil. Quédate ahí. Pronto te mostrare este lugar y todo lo que te pertenece.Niego asustada, de que esta hablando esta persona que su voz me causa escalofríos.—¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo? —la voz grues
Narra Thalarius.Nunca imaginé que encontraría a mi hija Cheza, pero la esperanza era lo único que me mantenía en pie. Recuerdo todo lo sucedido durante estos años, miro a mi hija y mis pensamientos viajan en el pasado.Estaba ansioso y lleno de temor mientras luchaba por salir de ese portal en el que Lucrecia me había encerrado para protegerme. Me prometió que regresaría por mí, pero no cumplió su palabra. Los años pasaron y la desesperación se convirtió en mi única compañera.El portal era un vórtice de sombras y luces intermitentes, una brecha en la realidad que distorsionaba el tiempo y el espacio. Sentía mi esencia desmoronarse y reconstruirse en un ciclo interminable de dolor y confusión. Cada segundo se sentía como una eternidad. Pero finalmente, con una explosión de fuerza que no sabía que poseía, rompí las cadenas invisibles que me retenían y emergí de la oscuridad.Al salir, me desplomé en el suelo. Mi cuerpo, antaño poderoso, se sentía débil y frágil, casi humano. La ciudad
《Valentino》Despierto con el corazón acelerado. Al mirar a mi alrededor, veo que estoy en una habitación de hospital, conectado a una máquina. El dolor en mi abdomen es insoportable, pero el dolor en mi corazón es aún peor al no tener a mi mujer cerca. Nuestro lazo provoca que me sienta debilitado y desorientado.—Señor Valentino, ha despertado. ¿Cómo se encuentra? —pregunta Emilio, exaltado y preocupado.—Emilio, ya me siento mucho mejor, pero estoy demasiado preocupado por Maya. Temo que le hayan hecho daño.—No lo creo, Señor, pero al parecer el que nos atacó no tenía planes de matarnos. Su poder era irreal. Su objetivo era la señorita Maya —responde Emilio, asintiendo con gravedad.—Maya aún sigue débil, debe estar asustada —susurro con el corazón en la boca.Estoy a punto de volverme loco. No tengo idea de toda esta mierda que nos ha sucedido. ¿Nos han estado vigilando? ¿Cómo supieron que íbamos en ese barco? ¿Quién habrá informado? ¿Quiénes están detrás de Maya y por qué la han