CynthiaCarolina me observa y comienza a reír. Eso hace que en cierto modo me desespere. —¿Vamos? La verdad no quiero perder mucho tiempo y entre más pronto te vayas de acá, mucho mejor —dije realmente fastidiada. —¿Entre más pronto? No entiendo porque tienes tanto afán de que me vaya de acá, somos algo así como "compañeras de trabajo" podemos compartir cosas, o a personas —ella pronuncia y a mi me da cólera de solo escucharla—. Es una broma, pero no sabía que Martín estaba en este lugar. Y sobre todo tan bien ubicado, se nota que ahora tiene dinero. —Él siempre ha tenido dinero, si no me crees preguntale a Russo, él te podrá decir que no estoy mintiendo —dije como si nada, esperando observar su reacción—. Iré por un vaso con agua, espérame acá. Me dirigí hasta la cocina, no confío en ella ahora que me di cuenta que Martín es su blanco. Raúl se encuentra preparando algo, está totalmente concentrado.—Necesito que vayas detrás de mí, sin que esa mujer se de cuenta, que me sigas. Ll
Miro a Carolina y estoy a punto de acabarla, como puede ser tan estúpida y meternos en esto así, lo peor es que le seguí la corriente. No entiendo como Russo puede pensar que ella es la indicada para manejar todo, está claro que se deja llevar por las cosas, es demasiado impulsiva, no piensa las cosas con cabeza fría. —¿Este era tu maravilloso plan? —dije sarcástica—. Me cuesta pensar que eres tan inteligente. —Sí, no podía decirte. Capaz y cometes alguna estupidez. Necesitamos antes de hacer eso poder encontrar la ubicación de donde tiene el dinero, él creyó que podría engañar a Russo, por eso necesitábamos entrar. El hecho que hagas esto conmigo, no quiere dcir que deba decirte todo Cynthia. —¿En verdad tienes que ocultarme todo esto? Se supone que somos un equipo, que estamos juntas en esto no deberías ocultarme estas cosas —dije indignada—. Adicional, estás coplocando mi vida en peligro. —Fue orden de Russo Cynthia, para él no eres tan confiable. Ahora vamos a salir de est
Hay que verle el lado positivo a esto, ella mientras se mejora, se recuperará en la habitación de Raúl, no la vamos a tener que ver rodeando la casa y sobre todo Martín no se va a tener que cruzar con ella, la verdad es que si, me preocupa que la vea y decida irse con ella. Raúl le da algo para el dolor y para que pueda dormir. No podría hacer las cosas sin él, él es mi apoyo, es mi sombra y todo lo que hace que tenga más fuerza para continuar y cumplir mis funciones, mis misiones. Salgo de allí y le pido a Raúl que no la deje salir, al menos hasta la noche, quiero que la duerma. Quiero que lo que le de sea tan potente que a ella se le dificulte desperar al menos por veinti cuatro horas, Sonrio al ver que la tenemos bajo control, que aunque ella llegué imponiendo, jamás debe pasar por encima de mí. Salgo para cambiarme de ropa, tengo manchas de sangre y no quiero que comiencen a especular cosas. Afortunadamente a esta hora parece que todos están durmiendo. Subí y entré a mi habit
Miro a mi alrededor y son alrededor de 6 hombres armados, dos camionetas, Martín me toca la mano, supongo que piensa que me va a proteger o algo así. —Espera bonita. Vamos a ver que quieren esos hombres —dice y ruedo los ojos. Tratando de bajar del carro. —No, no se te ocurra bajar. Te pueden matar. Se acerca uno a la puerta para bajarme, Martín se alerta de una vez y abre la puerta primero. —¿Qué quieren? No tenemos dinero acá pero si lo que quieren es dinero se los puedo entregar, solo hago una llamada. —Ellos se miran y se ríen. —No, nosotros no queremos dinero, la queremos a ella. —Martin me mira y me cubre con su brazo.—Tendrán que pasar por encima mío —habla Martín decidido. —Él no tiene nada que ver, si me quieren a mí, acá me tienen, déjenlo que se vaya. —Martin me mira y niega con su cabeza. Ellos se acercan y comienzan a pelear con Martín, le dan unos cuantos golpes, mientras tanto, yo tomo mis zapatos y comienzo a golpearlos, preciso hoy dejé mi arma, por todo lo qu
Raúl entra y cuando me ve se tensa de inmediato. Mira a aquel hombre y le entrega los documentos. —Aquí tiene, ahora que están completos. Necesito que la suelten y la dejen ir, así quedamos todos al tanto. —Raúl le habla con tanta determinación, aquel sujeto solo se ríe. —Ustedes dos no me vienen a decir que hacer, yo soy el que toma las decisiones y si decido no dejarlos salir pues eso haré. ¿Está claro? —mira fijamente a Raúl, mientras a mi fiel amigo le temblaban las manos de la impotencia. —¿Estás seguro? Mira cuánto puedes perder si me tienes en este lugar. También medita cuánto puedes ganar si me dejas salir. Él me da una leve sonrisa, creo que tanto Raúl como yo, nos estamos conteniendo para no golpearlo. —Esta bien, lo hago porque a una mujer como tú, sería una pena verla tirada en una fosa se desperdiciaría mucho. Puedes irte, bueno, ustedes dos pueden irsen. Espero no verlos por acá, al menos que sea para obtener una respuesta, tienes dos semanas preciosa para que cumpl
MartínAlguna vez escuché por allí, que cuando es la hora de que te llegue tu complemento, no te salvas ni aunque te escondas. Eso siento que es Cynthia para mí, mi complemento, mi media mitad, si lo decimos de una forma cursi. Jamás, nunca en mi vida me había clavado tanto con una persona, pero es que su olor, su personalidad, su rostro, su belleza, tiene algo que me atrae de una forma descomunal. Definitivamente no me arrepiento de nada con ella, en especial al ver que es correspondido, cuando las cosas son recíprocas son mucho mejor, y adicional valen la pena. Ver esa escena, cuando esos hombres nos interceptaron, me hizo activar un recuerdo, uno de hace muchos años, cuando era un niño muy pequeño y llegaron algunos de la misma forma, colocando revolver por todo lado a mi papá, muchas veces pensé que iba a ser su fin, pero bueno, ahora que soy adulto comprendo que él no hacía nada bueno. Me hubiera gustado haberla defendido, que ella sintiera que estoy para cualquier momento, que
MartínLuego de llegar de montar, fui directo hasta mi habitación, ella aún seguía durmiendo. Me hice al lado de ella, mirándola, quisiera quitar esas etiquetas que han puesto pero es imposible, mi pasado tormentoso no me lo permite. Ella abrió los ojos y me sonrió, se sentó y recogió su cabello.—¿Saliste? Sentí que te levantaste pero el sueño era bastante agotador —dice con una sonrisa en sus labios.—Si quieres despejarme un poco, ¿quieres ir a comer conmigo algo? Me gustaría que tuviéramos una cena romántica. —Toque su nariz. —Claro me encantaría, necesito dinero Selena llamada y salimos.—Oye bonita ¿Cuánto tiempo va a durar tu amiga acá? —Necesito que esté lejos, no la quiero tener cerca a mi, esa fue una promesa que hice hace muchos años.—Ella se va hoy, solo me pidió que la dejara quedar dos días. ¿Luego sucede algo entre ustedes dos? Martín quiero que seas muy honesto conmigo, ¿todavía te interesa ella? —No, pero debes entender que fue un golpe para mí verla aquí. Ella me
Cynthia Quizá cambiar mientras que estoy con él no es mala idea, siempre he vivido muy reacia al amor y ahora que lo conozco, que lo tengo conmigo y sobre todo para mí, quiero disfrutar. Quiero disfrutar de él en su totalidad, pronto tendré que deshacerme de él, así que creo que merezco algo lindo antes de que acabe. Seco mi cabello en el baño, nos mojamos demasiado, debo decir que se vio lindo, aunque un poco cursi. Al volver a la mesa, él estaba pidiendo algo, me senté y tomé su mano. El mesero nos trajo la comida y charlamos mientras comíamos rico. A la hora del postre, él se puso de pie y me llevo hasta la ventana, allí había un grupo de músicos que decían mi nombre en cada tonada, se acercaron y comenzaron a cantarme de frente, Martín se hizo atrás mío, escuchar esas frases, como dedicaban cada estrofa a todo lo que somos hacía que mi ojo se aguara, no soy sensible pero debo decir que él está generando eso en mi, está haciendo que todo eso salga a la luz. Lo que quedaba de la v