— La verdad no creo que pueda descansar, mi mente es un caos— dijo Renzo. — Lo primero que debes hacer es calmarte y ordenar tus emociones— dijo Julie— ya dia te el primer paso, ir y explicar, ahora asume a Sara como un negocio. —¡Que horrible se oye eso! — dijo Renzo. — Se que no es tan fácil— dijo ella— así que como para tí es un proceso triste aceptarlo, también para mi es triste mver a Tomás cómo un proceso de negocios, cuando lo amo al igual que tú a Sara. — ¡Si Sara no me perdona, me volveré loco!— exclamó Renzo muy afectado. —¡Estás bastante alterado!—dijo Julie— respira profundo y controlate.— ¡Tengo tanto miedo de perderla Julie!—dijo él. — No vas a perderla, te lo prometo— dijo ella solidariaAl otro día, Sara estaba encerrada en su habitación, no salía para nada, llevaba varios días sin hablar con nadie más, solo su padre y su abuela, entraban y le invitaban a consumir los alimentos que probaba muy poco.Carol le decía que debía comer, que necesitaba volver a re
Julie necesitaba aclarar esto para Tomás, por eso hizo la cita con este hombre y así de una vez culminar o cerrar éste capítulo, esa tarde llamó a Tomás y le pidió que la acompañara a visitar a alguien. Llegaron a la casa del hombre, una empleada les atendió y preguntaron por él y la mujer los condujo hasta un gran salón donde él los esperaba. —Buenas tardes Julie— saludó— es un placer recibirte en casa junto a tú amigo. — Hola John, él es mi prometido Tomás Williams— dijo Julie al hombre. Tomás Williams se acercó y extendió sus manos estrechando la del tal Jonh. — ¿Cómo está?— dijo. — Entonces, es usted él que recuperó las empresas Williams— dijo el hombre. — Ese soy— dijo Tomás. — Conocí a su padre— dijo el hombre— gran amigo, pero muy mujeriego y jugador. — ¿Usted lo conoció personalmente?— preguntó Tomás— hábleme de él como empresario, ¿por qué se arruinó? — Tomás, tú papá alcanzó la cima del éxito con su negocio él y Davies era una llave perfecta de hacer dinero, pero
— ¿Por qué deseas quedarte acá? — dijo Renzo lleno de emoción.— Quiero que me hagas el amor Renzo— dijo ella. —¿Por qué?—preguntó Renzo — ¿Qué deseas demostrar?— Qué soy tan mujer como Amanda—dijo Sara con amargura.— ¿Crees que eso está bien ?—preguntó él. — ¿No te gustó Renzo?— preguntó ella. — ¡Mucho, pero no deseo que te compares con nadie— dijo él—¡Oh no!— dijo ella — solo deseo demostrar que también tengo atributos para hacerte feliz. — No te preocupes, sé que los tienes—dijo Renzo— ¿Deseas seguir con ese plan? — ¡Si Renzo, amame por favor!— dijo Sara. Él no se hizo de rogar, la atrajo hacia sí y la besó con pasión, ella se dejó llevar, amaba a éste hombre con pasión, ser su mujer era el placer más exquisito que podía sentir, tenerlo para ella en ese momento era tan gratificante para su autoestima. Cuando se decidió a ir a la casa de Renzo, tenía temor de que no estuviera allí, o estuviera Amanda con él, pero recordó que él le dijo que había terminado con esa mujeres,
Sara se sintió algo inquieta al pensar en los pocos días que tendría para la boda, también le llamaba la atención lo que le planteó Renzo, esa mañana estaría en una reunión de negocios con él, las expectativas eran altas, sintió un poco de ansiedad, pero después se dijo:"¡Confía en ti, Sara Williams, eres hija de un hombre increíble, Con estas palabras se consoló y se subió el ánimo, habló con su padre y le contó lo que haría esa mañana con Russell, éste también le dió ánimo y exaltó sus habilidades y talento. Se quedó tranquila después de hablar con Tomás, ya Renzo vendría por ella, se había levantado muy temprano y se había vestido con algo apropiado para una reunión de negocios.Una blusa blanca cruzada al frente con pliegues exquisitamente elaborados, dando un aspecto sexi y a la vez elegante, falda negra tipo tubo, a la rodilla, zapatos y accesorios rojos.Se miró al espejo y le gustó su aspecto ejecutivo, bajó a desayunar y a las ocho menos diez minutos estaba llegando Renzo
Amanda lo miró con tristeza.— Lamento mucho lo sucedido, pero no estoy segura si lograras recuperar el amor de tu novia, — dijo Amanda— pero voy ayudarte en eso.— ¿Qué tienes en mente?—dijo Renzo— espero no sea peor el remedio que la enfermedad.—Hacerte escenas de celos para que ella manifieste el amor por ti— dijo Amanda — ya verás como resulta. — Ojalá funcione sino estaré perdido— se lamentó él Salieron después de ésta conversación, Renzo extrañaba demasiado a Sara, cada día se se lamentaba por ser tan idiota y haberse refugiado en los brazos de otra mujer.Sara subió al auto, se sentía super enojada, esa mujer le estaba reclamando a Renzo que había salido con ella, las cosas serían más difíciles de lo que imaginó.Ir allí y ver a esa mujer, le recordaba que ellos aún seguían juntos, aunque él se empeñaba en negarlo, estaba muerta de los celos, pero eso era bueno, así se lo arrancaba más fácil del corazón. Llegó a la mansión super enojada con ella misma por sentir celos, sab
Renzo la miró con admiración, sí que estaba bellísima su prometida. — Hola, que bonita sorpresa cariño— dijo él— ¡Estás despampanante! — ¡Gracias! ¿Aceptas mi invitación?— dijo con una sonrisa coqueta. — Claro, ya estaba por salir, vamos a casa y me doy un baño y nos vamos a donde desees— dijo él. — ¡Me encanta ese plan!— alabó ella— ya veras que no te arrepentirás de salir conmigo. Sara recordó el consejo de su padre «Compra ropa moderna y de acuerdo a tu gusto ya verás como Renzo reacciona»Había escuchado que se negó a salir con Amanda por estar agotado, casi que ni dice nada, pero superó ese temor y lo invitó y allí estaban los resultados. En cambio Renzo pensaba:« Está funcionando, le dije a la recepcionista que me enviará un aviso si llegaba Sara y usara la frase: está en una llamada, pero pase y allí estaba ella vestida de una manera que jamás imagino siempre fue conservadora en su manera de vestir, pero estaba muy hermosa y atrevida».Renzo, se sentía más relajado y o
— ¡ No te confundas Renzo— dijo Sara con terquedad— cuando digo que me dan ganas de matarla es porque se metió entre nosotros, aun no me saco esa espina.— ¿Y por qué me invitas a subir a tu habitación?—preguntó Renzo algo decepcionado.— Porque se que te mueres por estar conmigo, eres muy sexual y yo pienso darte lo que deseas— la voz de Sara sonó amarga— sexo, pero amor no, eso murió el día que te vi salir de la casa de esa mujer.— Aún me guardas rencor Sara— dijo Renzo con tristeza— cada día me arrepiento de ese error.— Te arrepientes, pero sigues con ella— dijo Sara con amargura. — Sara yo…— intentó decir Renzo.Ella lo interrumpió y dijo:— ¡Yo no te guardo rencor cariño! Aprendí que eres un hombre con necesidades y por eso quiero complacerte, pero no quiero confusión— Sara terminó diciendo— es solo diversión.— Eres dura— dijo él. — ¡Quita esa cara cariño!— dijo ella seductora—¡Vamos a disfrutar!Sabía que su plan era conquistar el amor de Renzo, pero no se iba a entregar ta
Levantó el rostro, y se dio cuenta que Renzo la miraba, ni siquiera se dió cuenta que no había encendido el auto se limpió el rostro y él dijo: —Sara, ¿qué sucede? ¿Estás llorando porque mi amor?Ella respondió:— No me gusta ver a esa mujer cerca de tí— dijo en un susurro.Abrió la puerta del auto y salió, Renzo dijo:— ¿A dónde vas? — Mejor voy a casa, no me siento bien. Él se quedó allí mirando como ella se iba llena de celos, volvió hasta la Oficina y se encerró allí tratando de concentrarse. Mientras Sara salía de la empresa, detuvo su auto más adelante para pensar mejor y se decía: «Prometiste que ibas a conquistar a Renzo y lo librarás de las garras de Amanda. ¿Qué haces llorando como boba? Mejor prepara tus uñas y ponlas bien afiladas. Respiró y nuevamente puso en marcha el auto, llegó a la mansión, subió directamente a su habitación, tomó un baño, se cambió de ropa en la tarde y decidió salir de nuevo.Llegó a la casa de Renzo, tenía temor de que estuviera con Amanda,