La fecha de la graduación llegó para Sara todos se preparaban para la celebración, Tomas estaba emocionado por estar presente en la graduación de su hija. Carol había estado algo delicada de salud, Tomás estaba muy pendiente de que tuviera un ambiente tranquilo, sin angustias y preocupaciones; su corazón estaba algo afectado, ya la había evaluado un cardiólogo, la había encontrado muy delicada. Necesitaba estar en tratamiento y tener mucha tranquilidad, todo estaba listo para ir y aplaudir en el momento que Sara recibiera su título, estaban toda la familia; Renzo, la abuela materna, Margarita, Carol con cuidados, Tomas, Julie y Marcus, hasta Russell se encontraba allí. Todos estaban ansiosos, por la felicidad que embargaba a esta Sara, que se había esforzado por sacar su carrera universitaria, se sentía orgullosa. Estarían disfrutando y celebrando el tan esperado momento en la vida de Sara, ahora la próxima noticia era que se embarazara y le diera un hijo a Renzo como lo había
Sara contrató un equipo de rescate para iniciar la búsqueda de su esposo, mantenía las esperanzas de encontrar aunque fuera un hueso, para darle sepultura a Renzo, su padre y Julie la animaban a que no se rindiera, en algún momento Renzo tendría que aparecer. El día del siniestro dos hombres, que vivían en un pueblo cercano al lugar estaban de cacería, más que cazadores eran unos aprovechados, escucharon una explosión a lo lejos, y se dieron cuenta que algo malo había sucedido, decidieron merodear el lugar por donde había sucedido el accidente, para ver qué podían encontrar de utilidad. Vieron que algunos pasajeros estaban conscientes, y auxiliaban a los otros, se dieron cuenta, que allí no iban a sacar nada de provecho. Así que se alejaron del lugar para volver a su destino.Mientras caminaban, a lo lejos vieron algo que parecía ser una persona, se acercaron con mucha cautela, y vieron que era un hombre, se veía muy mal herido, pensaron en llevarlo hasta dónde estaban los otros, per
— Necesitas comer hija— dijo Carol— te vas a enfermar.—¡No quiere abuela, cuando tenga hambre bajo a comer!— dijo Sara. — Hija, pero es que si no comes te vas a debilitar — dijo Carol— y puedes morir.— Eso sería bueno así me iría con mi esposo—dijo Sara. —¡ Por favor, debe dejar de hablar así—dijo Carol— la vida no se ha terminado con la muerte de Renzo, mi amor tienes todo un futuro por delante.—Abuela, ahora no quiero hablar de eso dijo Sara— me siento terrible, déjame dormir, quiero dormir. —Voy a llamar a tu papá para ver cómo puede ayudarte,—dijo Carol— porque de verdad no sé qué hacer.— Si sabes que vas hacer abuela, ¡Déjame dormir por favor!— dijo Sara. Carol salió de la habitación con el ánimo por el piso, no le gustaba ver a su nieta así, ya habían pasado dos meses desde el accidente y Sara todavía no había superado la desaparición de su esposo necesitaban hacer algo y pronto. Mientras en el lugar dónde se encontraba Renzo, los hombres ya tenían todo listo para
Russell se volvió hacia la muchacha y dijo:— Si vuelve a llamar, me pasa, la llamada a mí, yo me entenderé con ellos, no moleste a la señora. — ¿Y qué le digo a ella?— preguntó la muchacha. — ¿Acaso no fui claro? —dijo Russell— hay otras chicas dispuestas a hacer tu trabajo. Sara, después de unos minutos recuperó la conciencia y preguntó por la llamada que estaba atendiendo. —Ya colgó señora— dijo la chica.—¡No, tenía que haberla atendido!— exclamó ella.— Señora, el hombre colgó, cuando tomé el auricular ya había cerrado la llamada— dijo la chica.— Espero que vuelva a llamarme nuevamente— dijo Sara. —¿Qué le sucedió señora? — dijo la chica— ¡Ese hombre me dijo que el señor Davies está vivo!Hubo un murmullo entre todos los que estaban pendientes de la recuperación de la salud de Sara. — Sí, eso fue lo que me dijo que ellos lo tienen— informó Sara— "ellos", dijo "ellos"; ¿acaso lo secuestraron? No entiendo lo que está sucediendo, quizás van a pedir rescate, la verdad, no e
Renzo Davies veía pasar sus días en un mar de aburrimiento, se sentía tan perdido y confundido, todo en su cabeza era oscuro, no había un recuerdo que le diera luz a su cabeza. Éstos hombres estuvieron pensando y planearon muy bien lo que iban a hacer ahora, el hombre que atendió los había amenazado, pero ahora tenían otro plan. Sara cada vez preguntaba a la chica:— ¿Han vuelto a llamar? — No señora— mentía ella. — Por favor avísame cualquier cosa— dijo Sara—Sí señora Davies— dijo la chica.Dos semanas después ya Sara se resignó a que Russell tenía razón, nadie llamaría, solo eran unos sinvergüenzas, burlándose de su dolorHabían pasado más de tres meses, Sara seguía viviendo de los recuerdos, de vez en cuando salía con Russell que insistía en que se casara con él.— Russ, eres un hombre maravilloso, pero aún amo a Renzo— decía Sara— no deseo casarme con nadie. — Prométeme que lo vas a pensar querida, he estado enamorado de ti desde siempre— decía Russell. — Yo te quiero mucho
Russell se levantó de repente y se defendió.— ¿De qué habla señor Williams? — Sabes perfectamente de lo que hablo— dijo Tomás indignado— pagaste dinero a los hombres que encontraron a Renzo para que no apareciera jamás, deja de fingir, ya sabemos todo. Russell no pudo ocultar su contrariedad, se quedó sin habla y Tomás Williams continuó:— Quiero que renuncies al Departamento legal de las empresas, no eres digno de confianza, espero en los próximos días tu carta en mi oficina, me has decepcionado Russell. — Lo siento señor Williams, me enamoré de su hija, todo fue por amor— dijo Russell— le pido perdón por mi conducta. — Recoge tus cosas y sal de mi vista Russell Tobler— dijo Tomás. No tuvo más remedio que salir humillado delante de todos los ejecutivos de las empresas que se sentían indignados por el proceder de Russell Tobler. Sara salió quería estar con su esposo, ayudarlo a recuperar la memoria, llegó a casa y lo vió allí sentado en medio de la habitación, ella se acercó y
Ese día siguiente Renzo y Sara salieron muy temprano hasta las empresas, él seguía esperando que algo en su cabeza se removiera y viniera una luz en sus recuerdos. Estuvieron en las plantas de las empresas, todos los que allí laboraban expresaban palabras de aliento, todos estaban contentos de verlo sano y salvo.Él los miraba con agradecimiento, pero nada de la situación le decía nada a su memoria, se dirigieron a las oficinas, allí también los empleados aportaron notas de de buenos sentimientos por verlo nuevamente entre ellos. Todos fueron saludando y aportando una palabra de aliento a Renzo, estuvo en su oficina, Sara le dijo que revisara los estados de cuenta, negocios, agenda de reuniones.— Te voy a dejar solo unos momentos para que revises y veas si algo se te hace familiar— dijo Sara — Gracias,veré si entiendo algo de lo que hay aquí— respondió Renzo. Media hora después llegó Sara e increíblemente estaba como pez en el agua, resolviendo cada situación. — Al parecer m
Ese día siguiente Renzo y Sara salieron muy temprano hasta las empresas, él seguía esperando que algo en su cabeza se removiera y viniera una luz en sus recuerdos. Estuvieron en las plantas de las empresas, todos los que allí laboraban expresaban palabras de aliento, todos estaban contentos de verlo sano y salvo.Él los miraba con agradecimiento, pero nada de la situación le decía nada a su memoria, se dirigieron a las oficinas, allí también los empleados aportaron notas de de buenos sentimientos por verlo nuevamente entre ellos. Todos fueron saludando y aportando una palabra de aliento a Renzo, estuvo en su oficina, Sara le dijo que revisara los estados de cuenta, negocios, agenda de reuniones.— Te voy a dejar solo unos momentos para que revises y veas si algo se te hace familiar— dijo Sara — Gracias,veré si entiendo algo de lo que hay aquí— respondió Renzo. Media hora después llegó Sara e increíblemente estaba como pez en el agua, resolviendo cada situación. — Al parecer m