Russell se volvió hacia la muchacha y dijo:— Si vuelve a llamar, me pasa, la llamada a mí, yo me entenderé con ellos, no moleste a la señora. — ¿Y qué le digo a ella?— preguntó la muchacha. — ¿Acaso no fui claro? —dijo Russell— hay otras chicas dispuestas a hacer tu trabajo. Sara, después de unos minutos recuperó la conciencia y preguntó por la llamada que estaba atendiendo. —Ya colgó señora— dijo la chica.—¡No, tenía que haberla atendido!— exclamó ella.— Señora, el hombre colgó, cuando tomé el auricular ya había cerrado la llamada— dijo la chica.— Espero que vuelva a llamarme nuevamente— dijo Sara. —¿Qué le sucedió señora? — dijo la chica— ¡Ese hombre me dijo que el señor Davies está vivo!Hubo un murmullo entre todos los que estaban pendientes de la recuperación de la salud de Sara. — Sí, eso fue lo que me dijo que ellos lo tienen— informó Sara— "ellos", dijo "ellos"; ¿acaso lo secuestraron? No entiendo lo que está sucediendo, quizás van a pedir rescate, la verdad, no e
Renzo Davies veía pasar sus días en un mar de aburrimiento, se sentía tan perdido y confundido, todo en su cabeza era oscuro, no había un recuerdo que le diera luz a su cabeza. Éstos hombres estuvieron pensando y planearon muy bien lo que iban a hacer ahora, el hombre que atendió los había amenazado, pero ahora tenían otro plan. Sara cada vez preguntaba a la chica:— ¿Han vuelto a llamar? — No señora— mentía ella. — Por favor avísame cualquier cosa— dijo Sara—Sí señora Davies— dijo la chica.Dos semanas después ya Sara se resignó a que Russell tenía razón, nadie llamaría, solo eran unos sinvergüenzas, burlándose de su dolorHabían pasado más de tres meses, Sara seguía viviendo de los recuerdos, de vez en cuando salía con Russell que insistía en que se casara con él.— Russ, eres un hombre maravilloso, pero aún amo a Renzo— decía Sara— no deseo casarme con nadie. — Prométeme que lo vas a pensar querida, he estado enamorado de ti desde siempre— decía Russell. — Yo te quiero mucho
Russell se levantó de repente y se defendió.— ¿De qué habla señor Williams? — Sabes perfectamente de lo que hablo— dijo Tomás indignado— pagaste dinero a los hombres que encontraron a Renzo para que no apareciera jamás, deja de fingir, ya sabemos todo. Russell no pudo ocultar su contrariedad, se quedó sin habla y Tomás Williams continuó:— Quiero que renuncies al Departamento legal de las empresas, no eres digno de confianza, espero en los próximos días tu carta en mi oficina, me has decepcionado Russell. — Lo siento señor Williams, me enamoré de su hija, todo fue por amor— dijo Russell— le pido perdón por mi conducta. — Recoge tus cosas y sal de mi vista Russell Tobler— dijo Tomás. No tuvo más remedio que salir humillado delante de todos los ejecutivos de las empresas que se sentían indignados por el proceder de Russell Tobler. Sara salió quería estar con su esposo, ayudarlo a recuperar la memoria, llegó a casa y lo vió allí sentado en medio de la habitación, ella se acercó y
Ese día siguiente Renzo y Sara salieron muy temprano hasta las empresas, él seguía esperando que algo en su cabeza se removiera y viniera una luz en sus recuerdos. Estuvieron en las plantas de las empresas, todos los que allí laboraban expresaban palabras de aliento, todos estaban contentos de verlo sano y salvo.Él los miraba con agradecimiento, pero nada de la situación le decía nada a su memoria, se dirigieron a las oficinas, allí también los empleados aportaron notas de de buenos sentimientos por verlo nuevamente entre ellos. Todos fueron saludando y aportando una palabra de aliento a Renzo, estuvo en su oficina, Sara le dijo que revisara los estados de cuenta, negocios, agenda de reuniones.— Te voy a dejar solo unos momentos para que revises y veas si algo se te hace familiar— dijo Sara — Gracias,veré si entiendo algo de lo que hay aquí— respondió Renzo. Media hora después llegó Sara e increíblemente estaba como pez en el agua, resolviendo cada situación. — Al parecer m
Ese día siguiente Renzo y Sara salieron muy temprano hasta las empresas, él seguía esperando que algo en su cabeza se removiera y viniera una luz en sus recuerdos. Estuvieron en las plantas de las empresas, todos los que allí laboraban expresaban palabras de aliento, todos estaban contentos de verlo sano y salvo.Él los miraba con agradecimiento, pero nada de la situación le decía nada a su memoria, se dirigieron a las oficinas, allí también los empleados aportaron notas de de buenos sentimientos por verlo nuevamente entre ellos. Todos fueron saludando y aportando una palabra de aliento a Renzo, estuvo en su oficina, Sara le dijo que revisara los estados de cuenta, negocios, agenda de reuniones.— Te voy a dejar solo unos momentos para que revises y veas si algo se te hace familiar— dijo Sara — Gracias,veré si entiendo algo de lo que hay aquí— respondió Renzo. Media hora después llegó Sara e increíblemente estaba como pez en el agua, resolviendo cada situación. — Al parecer m
Julie pasó esa noche en el hospital, a la mañana siguiente, después de ser evaluada por el doctor, sé decidió que estaría una semana hospitalizada para cuidar del bebé.Estuvieron ese día realizando exámenes y le hicieron una nueva ecografía para ver cómo estaba el feto. Tomás fue a casa a cambiarse de ropa ,mientras Sara le acompañó solo un momento, tenía a su bebé lactando, no podía dejarlo tanto tiempo solo; Sara agradeció el gesto.— Quédate tranquila — dijo Sara— estoy cuidando bien a mi hermano. — No tengo dudas de ello— dijo Julie— solo quiero pronto estar en casa. —Todo va a estar bien— dijo Sara— descansa todo lo que puedas.Tomás llegó después que Sara se había marchado, él estuvo allí al lado de su esposa, rogando para que el bebé estuviera bien y creciera fuerte y naciera sin ningún problema. Tuvo que pasar una semana en el hospital, su embarazo estaba bastante delicado, después de una semana estaba en casa con cuidados extremos para que su bebé estuviera bien has
Su abuela Carol se había ido con su esposo, ahora estaría felíz, ya no se sentiría sola ni mucho menos triste, Sara estaba muy triste con la partida de su abuela. Renzo la abrazó muy fuerte, ya no había más conexión física entre ella y su abuela, Carol se había ido, su dulce abuela que la llenó de mimos y consejos sabios, siguió el camino que algún día todos vamos a transitar. No fue fácil para Sara despedir a su abuela Carol, amaba a su abuela, con ella su relación afectiva fue muy estrecha y significativa. Se realizó el funeral y finalmente todo quedó triste alrededor de lo que significaba Carol para Sara, lloró muchísimo, hubiese querido pasar más tiempo con ella. Su abuela materna también había estado, tenía aprecio por ella y la noticia también la había entristecido, su abuela Carol se había apagado como una vela, Sara se sentía devastada, ya en casa, Russell la animaba a sentirse bien, salieron a caminar sólos, su esposa se sentía muy triste. — Amor recobra tu ánimo, tu ab
— Ésto que acaba de suceder para mi es un milagro— dijo el médico— vengan conmigo por favor. Los llevó a donde estaba la bebé, estaba desconectada, y con los ojos bien abiertos sin oxígeno, respirando por su cuenta; ya no necesitaba ningún aparato o alguna otra medicina para respirar, lo estaba haciendo por sí sola, Sara empezó a reír de felicidad, ella pensó que cuando le llamaran a casa era para que fuera a recoger el cuerpo de su bebé, allí está viéndola fuera de peligro. La pasaron de inmediato a una habitación, solo la dejarían un día más para observación y luego lo más seguro era que la enviaran a casa. Llamó a Tomás para notificarle que su nieta, la más chiquita de la familia, estaba fuera de peligro, todos literalmente saltaron de alegría, Amy pronto estaría creciendo y correteando entre ellos. Había buen ánimo en la familia, allí estaban todos esperando los resultados. Amy Davies era una bebé guerrera, sus padres estaban orgullosos de tenerla. Salió el doctor, y ellos c