Rojo.
No sentía emoción alguna por el viaje, solo incertidumbre por lo que vaya a descubrir.
Hay cosas que aún no logro entender del todo como el hecho de que la reina Luna está viva. Son dudas que siguen en mi cabeza.
En un bolso pequeño colocó lo más necesario para llevar.
Solo vamos a ir yo, Pluto, el profesor Sakí y Polisuki sin ella no podemos ir.
Todos listos nos dirigimos al patio, en donde está, esa especie de nave llamada "cuervo"; es en color negro con unas alas hacia arriba y dos pequeños orificios con vidrios en el frente como ojos. Por dentro es rosa y hay seis asientos forrados en negro en círculo y una amplia mesa de cristal en el medio.
Me da miedo al saber que nadie la maneja, Polisuki pronuncia unas palabras y comienza a alzar vuelo.
-Elevando vuelo hacia la cárcel de hielo.
Yo me sujeto para no caer antes de tiempo. Pluto se ríe al ver que Sakí va cayendo de su silla hasta quedar en el piso.
-No creo que llegue con vida a destino- dice cuando se levanta y vuelve a su lugar.
Nos reímos todos y Polisuki mueve la cabeza en desagrado.
-Tengo que decirles muchas cuestiones antes de llegar- habla Polisuki cruzando las manos sobre la mesa, - lo primero: Rojo, si los titanes te preguntan por tus padres evita nombrarlos. Ellos te querrán intimidar, pueden olor el miedo en sus víctimas.
- ¿Por qué no lo dijiste antes? - habla Sakí muy nervioso que creo que será la primera presa de los titanes.
-Debes tranquilizarte o vas a ser devorado por ellos- lo mira fijamente continúa hablando- lo segundo: a los titanes no se los puede ver, son seres omnipotentes. Solo escucharemos su voz, y si, llegamos a verlos será porque así lo quieren ellos. ¿Entienden?
-Si- contestamos yo y Pluto. Sakí enmudeció después de lo que escucho. Su cara de pánico es inevitable.
-Y, por último, en la entrada de la cárcel nos harán entrega de unas máscaras. Tenemos que cubrir nuestro rostro al igual que los prisioneros por cuestiones ajenas a nuestra presencia.
Hablamos de muchas cosas, pero lo que me dio curiosidad son los guardianes de hierro.
- ¿Por qué van con nosotros los guardianes de hierro? - preguntó, veo como Sakí mira a Polisuki con cara de preocupación.
-Kopy los mando para nuestra protección- contesta.
Presiento que no está diciendo la verdad hay algo que los preocupa.
Llegamos a destino en una hora, me sorprendió lo rápido que fue la nave.
Bajamos todos juntos, Sakí tambalea de lo nervioso que se encontraba.
Unos guardias, como cinco, se acercan. Son muy altos, musculosos y su color es gris plateado, en la punta de sus brazos tienen púas, no tienen manos. En la cabeza un casco plateado con una abertura en los ojos, son como dos focos amarillos y una voz ronca.
-Mi señora- dice haciendo una reverencia- estamos aquí para protegerla.
-Se lo agradezco. Deben quedarse aquí porque no podrán ingresar. Estén atentos a cualquier movimiento ¿entendieron?
-Si mi señora.
Caminamos hacia la gran muralla de hielo al frente de nuestros ojos. Ella coloca su mano en el hielo que está del lado derecho, comienza aparecer una luz oscura seguida de una voz un poco molesta.
- ¿Quién osa venir a molestar al titán Horos? - habla, pero no se lo ve como dijo Polisuki.
-Soy Polisuki miembro de la Junta Lunar- creo que Sakí va a salir corriendo en cualquier momento- estamos aquí para visitar a la reina Luna.
-Hace años que esa mujer está en mi cárcel nadie ha venido a visitarla ¿por qué ahora? - su tono es un poco más moderado.
-Solo queremos hacerle una visitar para saber cómo se encuentra.
- ¿Traen el permiso para pasar?
-Si aquí está- saca un pergamino con un sello de catorce planetas y un triángulo de la Junta, - también tenemos una carta de protección ¿sabes a lo que me refiero?
Él titán no contesta. De pronto un ruido, como un trueno, sale de las puertas que se abren. Es impresionante el puente de hielo por el que atravesamos, por debajo hay una profundidad de unos 100 metros. También se ve un líquido que corre, no es agua, creo que es sangre.
- ¿Por qué el agua es roja oscura? -pregunta Pluto en medio del puente.
-No es agua, es sangreee- dice horrorizado Sakí apurando el paso.
-Créanme no quieren saber el origen de ese río- contesta Polisuki.
Llegamos a la entrada, nos detenemos justo a los pies de un crack, que nos observa con una sonrisa cargada de maldad, es totalmente blanco. Torso desnudo y un cinturón sujetando un trapo que apenas cubre sus muslos. Lleva puesto una capa larga en color blanco, en letras negras que dice "Cromañón", al final se ven pequeños diamantes resplandeciente. Está sentado en su trono, baja tres escalones con su cetro en la mano, quedando a la misma altura que nosotros.
- ¿Qué hacen aquí? -habla con voz más ronca que el titán- ¿parecen asustados?
-Queremos ver a la reina Luna- Polisuki parece que no tiene miedo- toma esto es para ti- le extiende un papel doblado con sello dorado.
- ¿Qué es? - lo toma y lo lee con cuidado- pasarán si yo lo permito, -se ríe a carcajadas mostrando sus dientes de metal.
-Sabes que no puedes desobedecer a la Junta Lunar- exclama molesta.
Nosotros tres permanecemos en silencio. Él vuelve a hablar, acercándose cada vez más, pude ver que en sus cejas tiene una mariposa pequeña dibujada, en ambos lados, en negro.
- ¿Vos quién sos? -se dirige a mí- tú sangre no huele a miedo.
-Mi nombre es Rojo- camina alrededor de nosotros- ¿usted quién es?
-Niña novata- dice- yo soy el rey Cromañón. ¡Eres interesante!
Sakí ya no respira por la mirada del crack, se aleja y habla con uno de sus esclavos.
Vuelve, sube a su trono, el esclavo nos hace seña con la mano para que pasemos. Nos hace entrega de unas máscaras doradas, lisas y una pluma en el costado izquierdo.
- ¿Por qué lleva una pluma negra? - preguntó y el esclavo se da vuelta mirándome mal.
-Shhhh- hace con el dedo Sakí- estando a dentro ya no puedes hablar, soy personas muy peligrosas la que están allí.
Eso no lo sabía, seguramente se le olvido decirnos Polisuki.
Se abre la reja de acero, ya con los rostros cubiertos, caminamos detrás del esclavo. Vi que ellos son de color gris con marca en la cara, una cruz, en uno de sus ojos y todos tienen pelo corto hasta los hombros.
Las paredes son de hielo puro, subimos por varias escaleras, hasta llegar al sector oscuro; ahora vamos por otra escalinata que nos lleva al sector prohibido tampoco nos detenemos en éste. Seguimos hasta el sector restringido, el esclavo se detiene, abre con una enorme llave.
Doy un respiro profundo tomando coraje para lo que viene. Ingreso yo sola, los demás esperan en la entrada.
La celda parece fría con mucha luz que entra por una enorme ventana que da al precipicio, no veo rastro de alguna persona aquí, solo hay una cama desordenada. Estoy parada en el centro, miró a todos lados, unos ruidos provienen de la parte derecha. No veo nada porque hay una pared que separa.
-Hola- pronunció adentrándome más al interior con pasos cautelosos.
No contesta nadie, pero los ruidos siguen. Más de cerca veo una mujer tirando un jarro, se estrella en el suelo haciendo que de un salto por el susto que provoca en mí. Ella no se da cuenta que yo estoy aquí.
Miró si figura, es alta, cabellera blanca y tiene puesto un vestido con una túnica en el mismo color que su pelo.
- ¿Es usted la reina Luna? - deja romper las cosas girando para verme a la cara.
- ¿Tú quién diablos eres? ¿quién te dejo pasar? - rechina los dientes acercándose lentamente muy molesta, yo retrocedo un poco.
-Soy Rojo- intento no entrar en pánico- necesito hablar contigo.
- ¿De quién eres hija? - pregunta tomando asiento en la cama.
-Del rey Neptuno y Marte- su cara se transforma a una de tristeza- ¿usted es la reina Luna?
-No soy yo- dice una voz que sale de una puerta roja- ¿cómo supiste de mi paradero?
Es una mujer alta, ojos azules profundos, pelo largo rojo y una marca en su rostro. Es una herida o símbolo en forma de "X". Su piel es opaca tapada en un vestido ceñido a su cuerpo en azul. Y no tiene nada en sus orejas.
-Polisuki me lo dijo- me observa con indiferencia y arrogancia.
-Cuando no esa entrometida, déjame decirte algo, estás aquí por respuestas ¿verdad?
-Como sabe eso- su aire de suficiencia me irrita- usted no tenía ni idea que yo venía a verla.
-En eso tienes razón, pero desde el día que supe, que sobreviviste sabía que llegarías a este lugar a buscar certeza sobre lo que sucedió con tus padres. Todos te ocultaron la verdad, vives en un mundo de mentiras.
-Según usted ¿cuáles son? - trato de contenerme para no explotar, ella camina y sé pará en la ventana sin mirarme.
-Es simple, mi hijo murió por defender a esa mujer que no valía nada, por su culpa él y yo hemos terminado odiándonos.
- ¿Y usted lo traiciono? -dije y me observo de reojo.
-Yo jamás lo traicione. Hice todo lo que estuvo a mi alcance para salvarlo y no pudee- su voz se quiebra- el Príncipe Mejías Primero me hizo creer que si lo apoyaba en el complot recuperaría a mi hijo. Fue todo lo contrario.
- ¿Por qué todos dicen que usted lo mató?
-YO NO LO HICE- grita y me provoca escalofríos.
-Entonces ¿quién fue? - empiezo a perder la paciencia.
-Me opuse al matrimonio de tus padres porque quería una mujer de sangre binaria. Tú madre portaba en la suya poderes del cual no teníamos el control. Era un peligro para las personas de nuestro planeta. Era un "monstruo colorado" y por lo que veo tú lo heredaste.
Me quedo sin palabras, yo también soy un monstruo, pero no he lastimado a nadie, todavía.
- ¡Sorprendida! - el silencio aparece unos segundos- créeme que yo lo estoy más por tú apariencia.
Proceso todo lo que me dijo e intento encontrar conexión con todo lo que se, o lo que escuche decir alguna vez.
Siempre he tenido recuerdos borrosos de mi madre, en sueños, la veo de espalda con fuegos en las manos y una voz que grita a lo lejos, cuando quiero correr para ver quién es se va. Despertando exaltada sin ninguna respuesta.
Por un momento me olvido en donde estoy, el silencio es tan aterrador que me molesta y quiero irme, pero mis pies no responden. Después de pensar tanto giro en mi propio eje para retirarme. Ella reanuda la conversación.
- ¿Qué no estás aquí para saber la verdad? ¿por qué te quieres ir sin lo que viniste a buscar?
-Qué más da, usted no quiere hablar, no la voy a forzar. De alguna manera lo sabré.
-Tienes razón- vuelve a callarse para hablar otra vez- solo te diré que el asesino de tus padres no es el príncipe Mejías.
- ¿Cómo lo sabe? - sus intrigas me hacen perder el control.
-Lo sé, eres muy niña para entender lo que sucede en esté universo. Tú padre nunca habló de ti, creó que lo hizo para protegerte, no supe que eras mi nieta hasta que Venus te llevo con ella. Naciste cuando, Marte, fue asesinada por un esclavo portador de Critonia. Te quería a ti no a ella.
- ¿Quién es Critonia? ¿Cómo se llama ese esclavo? - en mis manos empieza a salir llamas.
-Es un planeta, en él prevalece la oscuridad y la maldad.
- ¿Y el esclavo?
-No querrás saber su nombre.
Cuando no quiere decir su nombre, la atacó largando todo el fuego contenido en mi ser, ella se defiende lanzando una luz brillante que choca con la llama. Eso me desestabiliza provocando que salga despedida por la puerta.
Pluto corre a ayudarme, Sakí y Polisuki también lo hacen. Yo me levanto no tengo herida, la reina Luna está parada en la puerta, mira desafiante.
-Deben irse ellos vienen por ella- habla, aunque no sé a qué se refiere.
- ¿Cómo se enteraron que estamos aquí? - pregunta Sakí.
-Lo sabe, no te olvides que son monstruos nocturno- me observa y se pierde para dentro.
No se si logré lo que quería, ahora debemos correr por nuestras vidas, no era algo que no estaba en nuestros planes. Al menos no moriré sola.
A lo lejos, mientras corremos por las escaleras, se escuchan ruido de algo que se acerca con rapidez....
Narrador Omnisciente......Antes de llegar a la salida, alguien los detiene lazando un rayo, pero no logran ver quién es. Nuevamente se ponen de pie, intentan caminar en dirección al puente de hielo, algo no les permite avanzar.Es una luz oscura que transmite energía pesada para no dejarlos escapar. Polisuki con su anillo de metal, rompe con el campo energético que los rodea, eso los deja pasar sin ningún problema.Todos están asustados, en especial Saki, no esperaban éste percanse. Pero ellos sabían el riesgo que corrían al visitar a la reina Luna.Rojo ya no puede dominar su fuerza, su desesperación por enfrentar a los enemigos puede más.Pluto y Saki encienden las antorchas que Polisuki le da para ahuyentar a los monstruos hasta que lleguen al otro lado.Esos pequeños monstruos nocturnos, le temen a la luz, son negros con alas puntiagudas, cola largisima en forma de hoja y círculos alrededor de la misma, no tienen oídos. Se guían por su olfato, sienten el miedo, angustia o tristez
Rojo.Mi cansancio podía más que cualquier intento por permanecer despierta.El cuerpo de Pluto es muy cálido y reconfortante, que mis parpados son débiles para seguir en el mismo lugar que ellos.Escucho voces por todos lados, giro para observar el lugar, estoy en un castillo con infinitas escaleras. También muchos árboles, el aroma a flores de un jardín que no había visto antes inunda mis fosas nasales, camino en dirección a la entrada principal.Antes de entrar, un hombre sale corriendo detrás de una niña que pasa al lado mío, pero no me ve. Es pequeña como de tres años, pelo rojo y un vestido largo amarillo. El hombre es de pelo largo hasta la nuca castaño, unas orejas puntiagudas con una esfera que brilla en la punta, su vestimenta es una túnica dorada y muchas lunas plateadas, es lo que parece ser. Yo lo miró, cuando se escuchan sus risas de felicidad, corren unas lágrimas en mi rostro.Ellos no reparan en mi presencia así que yo solo me limito a apreciar el momento. Por el ref
Pluto. Desde que llegue a la escuela A.C.D.M. pasaron muchas cosas. Nunca creí ser amigo de Rojo, la hija del rey Neptuno, de él se cuentan muchas leyendas. Algunas son ciertas otras creo que no, solo lo dijeron para manchar su reputación como rey. Con ella tenemos algo en común, los dos no tenemos madre. La mía murió al darme la vida y mi padre el rey Lagarto, que siempre me trato como a un criado. Son heridas difíciles de borrar de la cabeza y el corazón. La obligación de prepararme como hijo del rey fue un decreto irrevocable. Si me oponía iba a ser desterrado del planeta y perdería mi hogar, lo único que mamá me dejo. No tuve otra opción más que asumir mis responsabilidades. Con mucho dolor me adapte a la escuela, encontré amigos y la esperanza de que todo mejore cuando me toque ser rey. No quiero ser alguien cruel, despiadado y vengativo eso es quien dice ser mi padre. No le importa su pueblo. El planeta Volcán se caracteriza por ser despiadado, también hay personas con almas
Narrador Omnisciente.La oscuridad avanza por todo el universo, nada la puede detener. Es un humo espeso e irrespirable que desprende miedo, todo se vuelve noche.La neblina negra empieza a envolver con su fina capa al planeta Luna Brillante, primero inicia en la montaña Cristal, la más alejada de la capital "Astros". Los árboles plateados se consumen desde la raíz hasta la última hoja, todo queda como si el fuego arrasara el lugar. Carbonizado, negro y sin vida.Critonita da órdenes específicas de atacar la cuidad a sus aliados. Entre ellos se encuentran Relámpago, Trueno, Chispa, Tormenta, Serpiente Negra y Huracán, todos con poderes diferentes, aunque los une el mismo propósito, destruir sin ningún remordimiento.La chica de la capa negra aprecia lo que queda del bosque Cristal, se la puede ver sonriendo con pura maldad. Lo que respira, piensa y hace es malo, su corazón es oscuro no tiene piedad por nadie, ni por ella misma. Camina tomando en su mano las cenizas dando un soplido qu
Rojo.A lo largo de estos días he notado que Pluto evita hablar de ciertos temas, no sé porque lo hace. Presiento que sabe más de la cuenta, pero se niega a decirme algo.En fin, en la escuela todos parecen asustados, nerviosos y hasta diría que tienen miedo. Sakí tiene un comportamiento raro, le cuesta dar clases sin temblar y Polisuki tampoco da la cara. Hay una cierta tensión en el aire.Avanzo por el pasillo yendo al baño, me detengo al escuchar voces que vienen desde el estudio de Sakí. Sigilosamente y de punta de pie me apoyo en la pared escuchando una conversación ya que la puerta se encuentra entre abierta.-Mi señora Polisuki – dice el profesor sentado de costado en el sofá porque ella camina de un lado para otro – ya atacaron el planeta "Luz de Luna", aunque no cumplieron su objetivo.-Como sabes eso si no hemos recibido información de nadie ¿Cómo? – por su tono de voz está bastante preocupada.-Tengo mis trucos – cruza sus piernas y pone sus manos en su rodilla – Por correo
Narrador omnisciente.Después de fallar en obtener la esfera de la invisibilidad, Critonita regresa a su planeta más furiosa que nunca. Tampoco le agrada darle explicaciones al rey Criptón.Se quita la capa para quitarse el polvo, el olor a podredumbre y la frustración por lo ocurrido.La nave serpiente negra aterriza en el patio a metros de su hogar. Baja sin esperar a que alguien le abra la puerta. Su hermano la espera con una enorme sonrisa en su rostro, pero al verla inmediatamente la borra porque no quiere lidiar con su furia sin control.-Princesa Critonita, el rey espera con muchas ansias su visita – dice el encargado de acompañar y servir al rey.-Dile que en un momento voy – habla arrastrando a su hermano hacia al interior del castillo.El príncipe Raco va sin oponer resistencia a su arrebato. En silencio se dirigen por los oscuros pasillos, ingresan rápidamente a su recamara donde apenas entra la luz.-Pero ¿Qué ocurrió para que estés tan enojada? – saca su capucha que cubrí
Narrador Omnisciente.Polisuki intercambia miradas con Sakí, que pareciera que está viendo al mismo demonio en persona cuando baja el rey Criptón de su nave.Los responsables de la escuela saben de antemano que esa visita no es para nada amigable, vienen por información que no encontraran, pero el miedo será un elemento fundamental para persuadir a sus víctimas.El saludo entre el rey y Polisuki deja mucho que desear frente a la atenta mirada de sus alumnos.-Profesora Kuri lleve a sus alumnos de nuevo al salón de clases – le dice cerca de su oído manteniendo una sonrisa fingida frente a los invitados.-Bien, directora Polisuki – y se va a comando su capa al compás de la brisa que corre.-Rey Criptón – lo mira muy desafiante - ¿a qué debemos su inesperada visita? Tengo entendido que nuestro prestigioso colegio de no es de su agrado – Polisuki debe dejar en claro sus condiciones para que entre o las consecuencias serán muy malas para todos -. Es mi deber comunicarle que, por orden de l
Narrador Omnisciente. En el planeta Mercuriano todo es paz, se abocaron a cumplir “el pacto de paz” entre sus habitantes y el universo que los rodea. Sin embargo, ya son muchos años que el conflicto con el planeta Critoniano tiene amenazado a los azules de ojos saltones, cabellos infinitos hasta los pies y enorme altura. El rey Zamuro es la máxima autoridad del condominio Blue. La población aclama cada una de sus leyes por el debido respeto que se merece, nadie se imagina o ni siquiera esperan un ataque de sus enemigos, pero el adivino Cijon les advirtió de muchas maneras. Aunque el rey prefirió omitir su sabiduría creyendo más en su experiencia. Cijon camina apresuradamente por la calle principal de la ciudad Turquesa, la capital de Mercuriano. Llamada Menon Menor, en honor al último rey antes de la guerra de los cosmos. Él ya sabe que algo malo se aproxima, debe intentar convencer a su soberano para que pida ayuda a la Junta Lunar. Es su deber priorizar a la seguridad de las perso