-Quiero hablar con mi madre de lo nuestro- argumentó Jake-
-No es buena idea- no lo hagas, lo mejor es que nadie sepa- imagina solamente lo que pasaría- Aymeth encontrara la forma astuta de separarnos, -por favor, Jake - no es tiempo- además no sé si el día de mañana cambies de parecer-entonces no perderemos nada, solo serán recuerdos para ti y para mí-
-No digas eso ni en broma- yo estoy seguro de lo que siento por ti-no es cuestión de un capricho- lo que siento es tan real como esto- él le colocó sus manos en su corazón-mi corazón ha vuelto a revivir- no mates nada en mi- entiende-es tan genuino que nada podría decirme lo contrario-
-Tengo miedo Jake- no quiero repetir lo pasado- quiero que sepas lo que paso con Leonardo- fue mi prometido-
-Angelina tu pasado no me interesa-
-Pues prefiero que sepas, las cosas de boca mía- creo q
El nuevo día llego radiante, un sol despuntaba a las seis menos diez, después del devocional matutino, la compañía del coro de Santa Barbara ensañaba las canciones del festival de las Cosechas, fiesta anual que siempre organizaban todas las familias de viñadores, encabezada siempre por sus padres, Lucy tocaba las alegres notas agitando su cabeza en aprobación, las canciones escogidas eran realmente hermosas, tocarían varias piezas, dando los últimos toques, se anunció que retomarían en la tarde, cinco en punto todos estarían una vez más reunidos para el ensayo del resto de las canciones.Aymeth con una invitación hecha a Lucy, desayunarían en casa, eran amigas desde el colegio, había horneado pan, galletas, estaban en su punto, caminaron el pequeño tramo entre la iglesia y la casa, entrando en casa, el rico olor llen
Aymeth se dirigió a la cocina, tomo una caja de madera, colocaba unas cuantas galletas para Lucy, lavando las tazas las coloco a escurrir, tomo la bandeja, dejando todo ordenado, miro complacida su cocina, Lucy se aproximó, dándole las gracias por la invitación, le dijo que tenía que estar tranquila, quizá se estaba dando un mal día sin necesidad, se despidió de ella, se dieron un abrazo, quedando a reunirse en días, vendría la hermana de Lucy, saldrían a cenar, y charlarían amenamente. Lucy le dió las gracias nuevamente por las galletas para sus hermanos, tomando su bici que había dejado en la entrada, salió rumbo a su casa, pero mientras pedaleaba, pensó que quizás podía hablar con Angelina y aprender a hacer al menos galletas.Aymeth tomó el teléfono, William estaba en la librería, haciendo los cambios en el
Sheila conducía rumbo a la oficina de Jake, estaba a unos veinte minutos, llevaba música y ella cantaba a viva voz, que locura, el amor le había dado giros a su vida, llevaba un par de ideas para Jake sobre la compra de la editorial, sería un perfecto enlace para muchos proyectos que podían crear, Jake era visionario, extremadamente ágil en los negocios, Horacio y Jake, formaban una verdadera dupla, ella era el toque de color, palabra, y creatividad.Clarisa, la prima de Jake, Claudia, Eloísa y Estefany, estaban de compras para la fiesta, escogiendo sus vestidos, en verdad que era toda una odisea, charlaban sobre que peinados llevarían, zapatos, y accesorios, Claudia eligió unos pendientes sencillos, pequeños y discretos, Clarisa, unos largos, y Eloísa ,optó por unas lágrimas delicadas, cuando llegaron, a casa descargaron sus paquetes, tomaron una malteada, mientras espera
En casa de Jake las luces estaban apagadas, señal que no había llegado, por lo que Claudia suspiró, ojeando su reloj, era hora de cenar, ya estarían todos en la mesa, por lo que decidió pasar al comedor, así era, ya estaban todos, hasta Aymeth y William estaban en casa, Natalia hizo su arribo con Tom, saludaron muy efusivos tomando sus puestos a la mesa.En ese momento Rosita entró y comenzó a colocar los puestos para Natalia y Tom, dejó la jarra de cristal con el agua saliendo hacia la cocina, tenía un postre esperándola para desmoldarlo, el café se serviría en el jardín, siempre se reunían allí después de una cena familiar, ya conocía los gustos de cada uno.Claudia entró en la cocina, y dirigió sus palabras directamente a ella preguntándole si Jake, vendría a cenar, -Señora, se comunicó
Entendiendo que los fantasmas solamente son eso, sombras que persiguen, sombras que nublan, había algo que tenía que hacer, era importante y vital. En dirección a su estudio sus pasos la llevaron, deslizando la cómoda silla, lapicero en mano comenzó a trazar palabras, y por casi dos horas, solo escribió y escribió, por instantes las lágrimas corrían, en otras su mano asentaba con rabia el lapicero, y en momentos se atenuaba con calidez, cuantas emociones tenía que despedir de ella para siempre, miro al fondo, los fantasmas giraban y paseaban del techo a la nada, no los miro porque le distraían, solo escribió con agilidad, en ese instante la letra de la canción que escuchaba removió cosas, cuando termino de escribir, se sintió libre, bajando las escaleras fue directo al patio allí encendió fuego y las quemó una por una, sus lágrimas rodaba
Los ojos de Jake se quedaron perdidos en la orquesta, la letra de aquella canción lo envolvió en unos minutos, su mente se fue aquel lugar a ese sentimiento que lo embargaba.Resuelto a unirse a la fiesta, prefirió ver el panorama desde la ventana, todas las familias de la zona allí reunidas, sus hijos corriendo entre los jardines la mesa principal de dulces, vinos, los chicos jugaban, sus rostros eran totalmente felices. En ese instante Sheila hizo su entrada junto a Horacio, Matt y su prometida, no dejaba de escuchar la música que lo transportaba lejos, decidió bajar al jardín, tomó en sus manos un pequeño estuche negro con bordes dorados, la guardo en el bolsillo de su traje y cerrando la puerta, se dirigió a las escaleras con prontitud, el vestíbulo estaba con una amplia mesa decorada, se fue directo a saludar sus amigos, Horacio y el se estrecharon las manos, dándose un fuer
Sheila siempre tan observadora, de cada pequeño detalle, los vio alejarse muy acaramelados, por lo visto Alejandro era todo un don juan tenorio, Clarisa se había ido de la fiesta, le vio subir a un auto, en fin, había tanta gente que era complicado saber todo.Jake no parecía quitar los ojos de la mujer que ahora ocupaba su corazón, tenía esa noche la oportunidad que había estado esperando, parecía que no pensaba quitar sus ojos de ella en toda la noche.Aymeth venia en dirección hacia la mesa donde se encontraban Sheila Angelina, Horacio, Jake y Natalia, que platicaban amenamente.La voz de Aymeth sobresalió entre las voces de todos.-Angelina- buenas noches- veo que te animaste a venir, que bueno que compartas esta noche con nosotros--Buenas noches Aymeth, - tu vestido es hermoso--Gracias querida, si es un color único--Buenas noches- la voz
Salieron de casa a paso tranquilo por el costado izquierdo, sin ser vistos por nadie. Todos estaban contemplando las luces, todo un espectáculo de admirar.Jake besaba su mejilla con suma ternura, su corazón latía a mil, ella sonrió tímidamente, se miraron a sus ojos hablando sin palabras, era intenso el amor y deseo que a gritos susurraba, él quería llevarla al altar, honrarla delante de todos, que importaba si les gustaba o no.Sus ojos se quedaron mirándose un instante, besó sus manos con risa triunfante, los ojos de Jake esa noche brillaban como sol de medianoche, le dijo que entraría a la casa para no llamar tanto la atención de todos, pues ya avanzaban hacia el jardín, se encaminó hacia la cocina, y sería menos llamativo.Angelina avanzó por el jardín, dirigiéndose de nuevo a tomar su lugar, se sentó intentando estar t