Pedro todavía se equivocaba al pensar que ella pidió el divorcio debido a que estaba enfadada por lo que pasó aquel día. Aunque era innecesario, Bella no pudo evitar preguntarle:—Ya que sabes que ese día era el quinto aniversario de nuestro conocimiento, y yo dio mucha importancia a este día sin falta, ¿por qué fuiste a cenar con Anna?Pedro respondió con un rostro indiferente: —Para mí, no es diferente de un día normal.Tenía razón, porque no la amaba, así que no era necesario conmemorar ese aniversario. Todo era su propia expectativa.—No sé por qué antes yo tenía la valentía para pensar que un día sería capaz de conmoverte. —Bella se burló de sí misma en voz baja.Sin embargo, Pedro no escuchó lo que dijo con claridad, pues con sus ojos oscuros la miró.La tez de Bella volvió a la normalidad y le declaró: —No estoy armando el alboroto por ningún asunto, me lo tomo en serio el divorcio.Al escuchar que todavía hablaba de divorcio, Pedro puso mala cara: —Bella, ¿quieres casarte y div
Elena recordó que en el pasado Bella también iba de compras, pero no había comprado tan locamente como hoy. ¿Acaso era estimulada por algo?Bella preguntó sonriente: —¿Crees que aparezco como que me ha pasado algo?Elena asintió con la cabeza: —Así es.Bella se atragantó un rato. Luego le palmeó el hombro a Elena y dijo:— Tranquila, estoy bien, sé qué estoy haciendo.Antes de llegar a la zona de ropa para hombres, Bella ya compró muchas cosas. Mientras tanto, Elena empezó a elegir la ropa y la corbata cuidosamente y no olvidó recodar a Bella: —Bella, ¿no le compras algo a Pedro también?Bella se negó: —No, no se lo merece.Elena se quedó sin palabras por su respuesta, aun así ella insistió en estar bien.—¡Resulta que ensuciaste el traje de gala! Dije muy claramente que no podía haber ninguna mancha cuando lo alquilaste.En este momento, se oyó una reprimenda de repente desde la tienda de traje de marca para hombre al otro lado de la calle.Bella miró allá y vio que un hombre guapo, al
De repente, Miguel se arrepintió un poco porque su jefe había trabajado horas extras anoche hasta altas horas de la madrugada, y hoy ponía mala cara durante todo el día, obviamente estaba de mal humor. En este momento, si mencionó el asunto de Bella, no sabía si empeoraría la situación.—Si tienes algo que informarme, ven aquí. —Pedro dijo con impaciencia. Entonces Miguel caminó hacia Pedro y cuidadosamente le mostró la lista de mensajes. Pedro echó un vistazo a la pantalla donde estaba llena de mensajes de consumo desde el centro comercial.Las sumas iban desde cientos de miles de dólares hasta millones de dólares. Consumía en las joyerías y tiendas de ropa, zapatos y bolsos favoritas de las mujeres.Con el tono "Ding" un mensaje sonó justamente a tiempo.[Bienvenido a la tienda de XX Ropa de Hombre, usted ha gastado cuarenta mil dólares esta vez, y esperamos su próxima visita].Probablemente, se trataba de la ilusión de Miguel, parecía que después de leer este mensaje, su jefe frunci
Mientras Bella estaba hecho esfuerzos para sacar la rueda del bache, oyó la voz de Pedro. Cuando ella levantó la vista, él se había acercado al coche.Aunque Bella se sintió un poco avergonzada, no era tan inocente que se enfadara con él por este asunto.Al pensarlo, haciendo pucheros, Bella se desabrochó el cinturón de seguridad y le cedió el asiento del conductor.Pedro se sentó en el coche, giró tranquilamente el volante, y luego pisó el acelerador para conducir hacia atrás, la rueda derecha realmente salió del bache.Poco después, Pedro bajó del asiento del conductor de forma fluida y dijo: —Continúa tú.Bella volvió a ponerse de morros y se sentó nuevamente en el asiento del conductor.Bella acabó de abrocharse el cinturón de seguridad, justo cuando Pedro se sentó en el asiento de pasajero.—¿Por qué te sientas? —Bella preguntó frunciendo sus bonitas cejas.Pedro la miró con sus ojos oscuros sin responder, pero preguntó: —¿Cómo te has puesto el pelo así?Mirando en el espejo retro
Como si alguien borracho se tambaleara y tropezó con la pared, lo cual le parecía muy extraño, ya que sólo estaban Fiona y Pedro en la casa, ¿quién bebería?En este momento, con un sonido, la puerta de su habitación se abrió de repente. No pensaba que fuera Pedro quien entró.Él se tambaleó con la piel rojiza inusualmente de su apuesto rostro, la frente con sudor, y los ojos colorados.Frente a él, Bella intuyó el peligro, así que cerró la tapa de su ordenador portátil e intentó echarle de su habitación.—¿Has bebido?Le preguntó Bella mientras abría de un tirón la puerta de la habitación silenciosamente. —Fiona... —Antes de que Bella terminara de hablar, sentía un dolor en sus labios, no creía que Pedro la amordazara directamente con sus labios.—Tú ...Bella estaba tan sorprendida que quiso apartarse de él, pero Pedro la besó más fuerte. Con el cuerpo muy caliente, Pedro la abrazó con fuerza, así que Bella no podía forcejear en absoluto. Él la presionó contra la puerta, besándola fe
[No mires hacia atrás, ni preguntes por el futuro, comes a tiempo al día, trata bien las cuatro estaciones, y al final llevará una vida con compañía de alguien en el momento adecuado, con el mejor tiempo].Este texto iba acompañada de una foto de una mesa llena de platos deliciosos, así como de un selfi de cara lateral de Anna.De acuerdo con el texto y la foto, parecía que solamente estaba compartiendola vida de forma literaria y artística, pero si observaban la foto detalladamente, podían darse cuenta de que en la esquina de su selfi se veía el brazo de un hombre. Este hombre llevaba una camisa y un reloj de lujo de estilo sobrio en la muñeca. Bella estaba muy familiarizada con este reloj, que era uno de los relojes que solía llevar Pedro.Resultó que Pedro estaba en casa de Anna, pero no era algo extraño porque esa noche Pedro contuvo su impulso sexual tanto, pero ella no quería tener relaciones sensuales con él. Además, Pedro no era Don Pedro y no salía con muchas mujeres, así que
Bella respondió sonriendo: —Acabo de apuntarme a un curso de Sanda.Juan se alegró un poco y dijo: —¡Qué casualidad! Soy el entrenador que enseña Sanda.En efecto, era una coincidencia. Originalmente Bella pensaba que se reuniría con él de nuevo cuando hablaban de cooperación, pero no creía que se encontrarían otra vez tan pronto.—Entonces por favor ayúdame más en el futuro. —Bella dijo con una risa—. Ocúpate de tus propios asuntos, me iré.—Señorita... —Juan la retuvo.—¿Algo más? —Preguntó Bella.Juan dijo con timidez: —Todavía no sé cómo darte las gracias por el asunto que ocurrió la última vez. ¿Qué te parece que te invito a beber?Bella rechazó sacudiendo la cabeza: —La próxima vez, no retrasaré tu trabajo de hoy.—¡No pasa nada! ¡Yo también me dispongo a salir del trabajo! —Contestó Juan. Contando con un aire muy juvenil, se encogió como un chico tímido.Viendo esta escena, Bella comprendió de repente por qué las fanes femeninas con edad mucho mayor que las estrellas masculinas
Claudia le envió una serie de mensajes. Había fotos y vídeos, además de mensajes de voz.Bella revisó primero las fotos, que Claudia tomaba abajo del piso de Anna, así como junto a la puerta.El vídeo duraba varios minutos, así que Bella optó por escuchar el mensaje de voz.Claudia: [Bella, ¡le daré una lección a esa perra por ti! ¡No puedo verte sufrir con los brazos cruzados!]Justamente cuando terminó de escuchar el mensaje, Juan se la acercó con el té con leche.—Señorita, tu bebida de colocasia con sabor de rosa.—¡Gracias! —Bella la cogió y se levantó—, lo siento, tengo que irme ahora.Juan vio que puso cara de frialdad, no le preguntó nada con sensatez, despidiéndose de ella cortésmente: —Nos veremos en el centro de entrenamiento entonces.—Está bien.Después de salir de la tienda, sentada en el coche, Bella abrió el vídeo enviado por Claudia. En el vídeo, Claudia llamó a la puerta de Anna. Y Anna la abrió. Cuando Claudia vio que Pedro se encontraba allí, llamó arrogantemente a