Cada vez que Anna sufría un accidente, ella era la primera persona de la que él sospechaba.—Pedro, vamos a divorciarnos, inmediatamente. —Bella gritó sin creer que pudiera soportar este tonto ni por un secundo más. Pues le maldijo: —Está junto con tu Anna, para siempre estáis juntos sin separaros, evitando causar a los demás estragos.Pedro se sintió picado por las palabras de Bella, se levantó y le dijo con un rostro sombrío y hosco: —¡Bella, piensas que puedes amenazarme con el divorcio, por eso lo mencionas una y otra vez!—¿Entonces puedes someterte a mi amenaza? —Bella lo cuestionó duramente.—¡Ridículo! —Pedro dijo con indiferencia.— ¡Firmaré el acuerdo de divorcio mañana! Si poco después quieres casarte con otro hombre, ¡te acompañaré hasta el final!Tras decir esto, Pedro tiró los documentos al suelo, dio un feroz portazo y se marchó mientras que Bella se quedó un rato atontada, pero luego se tumbó en la gran cama muy relajada, porque por fin Pedro aceptó el divorcio debido a
—¿Por qué no dices? ¿Acaso pensando en que Pedro estaba preocupado por otra mujer anoche, te pones triste otra vez?Al ver a Bella pensando con las cejas fruncidas, Elena se burló de ella.Bella le dio a Elena una mirada en blanco y preguntó: —¿Crees que en un hotel de cinco estrellas se puede tener lugar este tipo de incidente de seguridad sin ninguna razón?—Lógicamente, no debería tener lugar, —dijo Elena—, ¿acaso pones duda en la lesión de Anna?Era inevitable que hubiera algo sospechoso, pero Pedro ya debería haber averiguado la causa, pero no había encontrado nada, es decir, Anna hizo esta cosa a la perfección. Si ella se ofrecía a averiguar, tampoco podía conseguir ninguna pista. Y aunque lograra investigar la verdad, Pedro pensaría que tenía malas intenciones, e incluso crearía que como Bella no pudiera dejarlo, no podía dejar este asunto pasar.De todos modos, fue Anna quien estaba herida y sentía dolor, siempre y cuando Bella ignoraba las opiniones de Pedro, esta estrategia d
—Tus ojos son una lupa, ¿verdad? Esta persona sólo muestra una pequeña parte de cara, aun así, ¿lo has descubierto? —Bella se burló de Elena.—Se destaca tanto su guapura, especialmente los ojos con los que te mira, todavía están brillando. —Elena respondió.—¿Qué están brillando? No digas tonterías.Bella amplió la foto y la revisó de nuevo, en la cual Juan estaba sentado a su lado, aunque sólo se veía una pequeña parte su cara, imposiblemente se podía ignorar su rostro apuesto, así como los ojos que posaron en ella, claros, dulces y sonrientes.—¿Has comido tales mariscos suntuosos y vinos en la segunda foto con este hombre en la foto? —Preguntó Elena.—No es él, son ellos, son cinco o seis chicos. —Bella corrigió y continuó—, y has visto a ese chico antes, al que ayudé a comprar un traje en el centro comercial cuando fuimos de compras la última vez, se llama Juan.—¿De verdad es él? Realmente estáis destinados el uno para el otro. —Elena volvió a preguntar—, la persona de la que Ped
—Sí, el señor se levantó temprano para ir a la oficina.Al oírlo, Bella inmediatamente hizo una llamada a Pedro. Pensaba que no contestaría, pero sólo después de que sonó unas veces el tono de llamada, oyó su fría voz.—¿Qué pasa?Bella se dirigió a un lugar apartado a espalda de Fiona y le preguntó en voz baja: —¿Has firmado el acuerdo de divorcio? ¿Podremos conseguir el certificado de divorcio por la mañana?Pedro aún respondió con un tono indiferente: —Tengo que abordar algunos asuntos, no estoy libre.—Si no tienes tiempo para obtener el certificado, ¿acaso ni siquiera tienes tiempo para firmar el acuerdo? —Bella le interrogó ansiosamente y continuó hablando—, ¿dónde estás ahora? Voy a por ti.Inesperadamente, Pedro respondió a este pregunta: —Oficina del Grupo Romero.Tras decir eso, él colgó mientras que Bella se acercó a la mesa del comedor, donde Fiona ya no estaba allá, entonces Bella opinaba que no debería haber oído sus palabras. Aunque Fiona no fue quien le contó el divorci
Antes de que Pedro abriera la boca, su tía preguntó con curiosidad: —Bella, ¿qué quieres que firme Pedro?Bella casualmente encontró una excusa: —Compré una póliza de seguro para su coche, y necesito que la firme él mismo.—¿De verdad? —Obviamente Patricia estaba un poco desconcertada, —¿por qué compras el seguro de coche ahora? ¿Antes no lo compraste?—Sólo hemos añadido un seguro de accidente, la última vez cuando condujimos, sufrimos un accidente de tráfico. Como nos faltaba de un tipo de seguro, la compañía de seguros no nos pagó la indemnización total, entonces esta vez agregamos este seguro.Bella lo dijo sin alterarse. Viéndolo Patricia preguntó Pedro con cariño: —Pedro, ¿es así?Bella no esperaba que su tía incluso intentara confirmar este asunto con Pedro. Al recordar las palabras de Elena, miró a Pedro nerviosamente.Con sus ojos negros, Pedro la miró con indiferencia, pero no la desenmascaró y respondió a Patricia: —Exactamente.Escuchando su respuesta, Bella suspiró de aliv
Patricia escondió los documentos detrás de su espalda y dijo: —Yo también quiero comprar algunas pólizas de seguro más en el coche de mi familia, voy a echar un vistazo a este tuyo.—No te molestes en hacerlo, te presentaré el vendedor de seguros de coche más tarde y dejaré que te presente a... ¡Tía! ¿Qué estás haciendo?Antes de que Bella terminara de hablar, Patricia incluso la empujó y luego abrió la carpeta. Bella se abalanzó sobre ella e intentó arrebatársela, pero era demasiado delgada y débil que no era rival de su tía, quien la resistió con su espalda mientras hojeaba rápidamente el documento.—Bella, ¡qué es esto! —Al ver claramente el contenido del documento, giró la cabeza y gritó a Bella.Su voz fue tan alta que la secretaria que estaba recogiendo los documentos y la gente del departamento de secretaría todos miraron hacia aquí. En este momento Alejandro también se dio cuenta de algo raro, pues cogió la carpeta que su mujer tenía en la mano y le echó un vistazo, enseguida s
Con el apoyo de su esposo, Patricia arrastró a Bella fuera de la oficina con más firmeza.—Pedro, no te tomes en serio el divorcio, Bella está acostumbrada a cambiar de idea de vez en cuando, la educaremos bien cuando regresemos a casa. —Alejandro le dijo a Pedro con inquietud.Pedro miró a la Bella irritable y dijo en voz impasible: —Tío, no quiero obligaros. Si no hubiera sido por el temor de que mi abuela estuviera preocupada, no tendría tiempo para enredarme con Bella.—Con gusto, ¿cómo se puede decir que nos obligas? —Alejandro dijo—, a la anciana siempre le gusta mucho Bella, en consideración al cariño que le coge tu abuela a Bella, no seas quisquilloso con ella.Al terminar de hablar, Alejandro y su esposa empujaron a Bella fuera de la oficina. Pedro echó un vistazo los pedacitos de papel en el bote de basura, arregló su traje sin arrugas y caminó hacia la sala de reunión.......En el coche, el ambiente era particularmente pesada y silencioso. Tanto Alejandro como Patricia poní
—¿Divorcio? —Esta palabra realmente sorprendió a Alberto, al que casi se le cayó la taza de té que tenía en su mano.—¡Abuelo, ten cuidado! —Bella se apresuró a dar un paso adelante para coger la taza de té de su abuelo, la puso sobre la mesa y rápidamente le acarició el pecho para que se calmara.—¿Ahora finges tener el amor filial? Si realmente no quieres hacer enojar a tu abuelo, no hagas las tonterías. —Patricia se burló de ella.—Cállate. —Alejandro impidió a su esposa hablar y ello mismo dijo—, papá, de hecho no puedes consentirla más esta vez. Si no hubiéramos ido a buscar a Pedro hoy y Patricia no hubiera descubierto el acuerdo de divorcio a tiempo, ahora incluso podrían conseguir el certificado de divorcio.—Bella, ¿lo que han dicho tu tío y tía es cierto? —Alberto le preguntó con seriedad.Bella sollozó y respondió: —Abuelo, siempre quiero contártelo, pero me temo que te preocuparás por mí, así que ...—¿Por qué quieres divorciarte? —Alberto le hizo otra pregunta.Hace algún