—Ian…—la sorpresa no se puede desligar de mi voz.Él me sonríe.—He venido a acompañar a mi esposa en un suceso tan traumático como la muerte de mi suegro—declara.Lo miro de mala manera empujándolo lejos.Él me toma a la fuerza.—No hagas escenas pequeña zorra—declara con todo amenazador.—¿O si no qué?—lo enfrento de mala manera.Él suelta una carcajada fingida para luego mirarme con seriedad.—Sino te aseguro que puedes ir preparando el ataúd para tu madre, por cierto, cuanto te costará la deuda de la casa, o el funeral, o mantener a tu madre y a tu hermana, dado que ahora que está separada todo eso…Todo eso correra a tu cuenta Adelaida—sonríe sin ganas. Lo miro con los ojos llorosos, aprieto la mandíbula asqueada.De un manotazo me alejo de él.—Volveré a casa contigo si te haces cargo de todo—suelto finalmente.El cabrón tenía razón. Suficientes disgustos tenía mi madre como para quitarle su casa y su salud. Por otro lado estaba mi hermana, tenía tres hijos. No puedo cargar con
El tiempo pasa mucho más lento cuando te pasas encerrada en una habitación. Cuesta muchísimo verse al espejo y no reconocerse en el desastre actual en el que me había convertido. El pequeño bache que había mencionado Ian, se habían convertido en muchos más baches. En un jodido aspiral de caos y destrucción.Me peino mi pelo en un intento de sentirme un poco menos asfixiada.Los días pasan y la única interacción que tengo con el mundo exterior es por teléfono cuando hablo con mamá o Violet y cuando tengo visita con la ginecóloga. Definitivamente el Ian que yo algún día llegué a conocer estaba muchísimo más que muerto, este nuevo Ian es competitivo, cruel y jodidamente violento. De día luce como el marido más gentil y educado, futuro padre de familia. De noche es la peor de las bestias. Hoy había anunciado que habíamos sido invitados a una fiesta y sin que esperara siquiera mi opinión se fue. Siempre tiene mejores cosas que hacer que escucharme. Decidí arreglarme y salir, lo único
DAMIÁNTodavía estamos en esta estúpida fiesta y no creo que nos vayamos.En cualquier momento pronto. Puedo ver que Clare también se está aburriendo. Ella es la divertida, pero en realidad nunca ha estado en fiestas ni le han gustado. Simplemente no es lo suyo. Especialmente las fiestas ruidosas están llenas de extraños como este. Alguien o algo debe haberla forzado a venir. No me malinterpreten, esto es uno de esos momentos de vez en cuando en los que puedo pasar tiempo con ella y siempre sale mejor de lo esperado.—¿Por qué no podemos simplemente irnos a casa, donde estamos solo nosotros dos y nadie más?—pregunta ronroneando. Me parece increíble que el embarazo siga avanzando y su barriga no sea ya visible.Ella supongo que no satisfecha con mi respuesta, siguió dando vueltas durante toda la fiesta, como algo o alguien la estuviera molestando. El miedo estaba escrito en todo su rostro. Entonces vi a la esposa de mi socio, Adelaida Walsh observarnos de lejos. No podía creerme que
DAMIÁNSiempre supe que volvería a mí, pero nunca de esta manera. Nunca en unmillones de años había pensado que esto sucedería.Ella estaba muertaSu cabello estaba suelto y su piel era pálida, ella estaba acostada en la tierra con una herida sangrante en el estómago. Estaba muerta, pero nunca se vio tan viva.Las lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro. Desearía haber tenido más tiempo para contenerme.La dejé más tiempo, para decirle lo que sentía por ella. Me atraparon empujándola en lugar de darme cuenta de lo que tenía. Ahora ella se había ido y nada de eso importa ahora. Le levanté la oreja suavemente, sosteniéndola cerca de mi pecho. Algo que yo debería haberlo hecho hace mucho tiempo.Simplemente no podía dejarla ir.—Damián, tienes que dejarla ir—dijo Liam colocando su mano sobre mi hombro.Levanté la cabeza y luego lo miré, era como si ya no pudiera hablar. Mis manos se estaban poniendo realmente temblorosas y también mi cuerpo entero. Volví a mirarla y luego la ace
Me sentí débil. Mis ojos apenas podían abrirse. No podía mover mis manos, poco después me di cuenta de que estaban amarrados a un poste, con algo que no podía ver. Mi cabeza se sentía pesada, solo podía escuchar sonidos de agua goteando y susurros.Lentamente comencé a recuperar mi conciencia. Finalmente abrí los ojos. La habitación estaba oscura, no había ventanas y solo había una puerta que estaba contra las escaleras. Supuse que esto podría haber sido un sótano.Nada a mi alrededor parecía familiar.No sabría decir si era de día o de noche.Todos mis recuerdos comenzaron a regresar lentamente a mí, todavía estaba vestida con la misma ropa que había estado usando en la fiesta. Pero sobre cómo llegué aquí o dónde estaba, todavía no estaba segura.La habitación estaba fría y polvorienta como si alguien no hubiera estado en ese lugar durante meses. Podía oler la sangre, pero supongo que podría haber sido mi sangre ya que la sangre me corría por la cara, mis dos manos también podrí
DAMIÁNMe sentí como una mierda en este momento, como si estuviera a punto de desmayarme. Me di vuelta y me revolví por quinta vez en mi cama, simplemente no podía dormir. Esas pastillas o lo que fueran, estaban empezando a hacer efecto.¿Era este mi castigo por ser una persona horrible? No es mi culpa que mi mejor amigo tenga la inteligencia de una ameba.Mi cabeza se sentía pesada y todo estaba borroso, no sabría decir lo que era real y lo que no. Era como si estuviera en otro mundo. Por alguna razón, tenía tanta energía en este momento y al mismo tiempo me sentí tan débil.“Damián, ¿qué pasa?” Oigo la voz de Addie. Como siempre su voz sonaba como un ángel susurrando en mi oído.Se sentó a mi lado en mi cama y luego comenzó a correr su manos a través de mi cabello.“Te extrañé mucho, pequeña” susurré con lágrimas en los ojos.Intenté levantarme pero era como si mi cuerpo tuviera una mente propia, simplemente no pudo cumplir.Me incliné hacia adelante para besarla. Antes de lle
Liam agarró el teléfono antes de que yo pudiera y colocó el teléfono en altavoz.Maldita sea odio estar drogado. —Hola, este es el teléfono de Damián. No puedo evitar observarlo con sorpresa, trataba mi teléfono como si de verdad fuera de su propiedad. —¿Liam? ¿Dónde está Damián?— escuché la voz de Addie a través del teléfono.Dios, cómo me perdí eso. De repente la imaginé en mi mente, abrazándola cerca de mi pecho.Lejos de todo esto.Este tiempo había sido un infierno.No había ni un segundo en que no viera realmente que sin Adelaida no soy nadie.—Me temo Addie, que Damián está un pelín ocupado—soltó Liam mientras me miraba.No sé por qué me miró, fue su culpa en primer lugar. Imbécil.No dudo en golpearle. No había tiempo que perder.—¿Qué pasó?—pregunta ella inmediatamente.Por alguna razón, su voz sonaba un poco apagada, algo andaba mal. Pero, de nuevo, me drogaron. Ni siquiera soy capaz de coordinar mis pasos.—Él podría haber tomado algunas drogas accidentalmente sin sab
—¡Estoy aquí!—pronunció Ian. El tipo literalmente apareció de la nada. Maldito cretino. Cada vez más feo, debería presentarse a uno de esos concursos de fealdad, probablemente sería coronado.Ya ni me escondía. En el momento de encontrarla Adelaida Walsh se convertiría en mi esposa como debería haber sido des del momento uno y no de este cretino.—Que sepas que ella no te ama, Vermont.—¿Y a ti si?—pregunta él con burla.Lo tomo del cuello de la camisa asfixiándolo en el mismo instante.—Como le pase algo a Adelaida desearás no haber nacido—clamo entre dientes—Ni creas que ella te pertenece, no te ama entiéndolo, seguramente lo sabes bien por eso quieres acabar con ella, pero ella no es tuya—añado.Liam me aparta poco después.Violet niega seria.—No es el momento, Damián.“¿Qué no era el momento?”Ese cretino…Estoy seguro que tiene algo que ver con lo que está pasando.Maldito psicopata.—Sabemos dónde está Addie, entonces, ¿vas a subir al auto o no?—pronunció Liam con impaciencia