El jardín de la mansión de Lance era el escenario perfecto para la ceremonia. Un lugar tranquilo y lleno de naturaleza que se había preparado con cuidado para la ocasión. El sol de la tarde se filtraba entre las hojas de los árboles y creaba un ambiente cálido y acogedor. Los invitados se habían acomodado en las sillas blancas colocadas alrededor del altar improvisado, mientras Lance y Angela se preparaban para dar el gran paso.

Angela se levantó con una sensación de nerviosismo y emoción en el estómago. Después de meses de preparativos, finalmente era el día de su boda con el hombre que amaba. Se miró en el espejo y se sintió agradecida por su aspecto: su cabello estaba peinado y su maquillaje era sencillo pero elegante. Se puso el vestido de novia blanco que había elegido cuidadosamente, y se miró a sí misma en el espejo una vez más. Se sentía hermosa y feliz, pero también un poco abrumada por todo lo que estaba sucediendo.

Al bajar las escaleras, pudo ver el jardín desde la ventana