"¡Sinvergüenza! ¡Vuelve a la cárcel! ¡No, deberías ser ejecutada! ¡Tienes que pagar con tu vida!".

"¡Vuelve a la cárcel! ¡Vuelve a la cárcel!".

Todos gritaron a coro y empezaron a tirarle cosas a Deirdre para descargar su ira en el lugar de la víctima.

La señora Engel se apresuró a proteger a Deirdre bajo sus brazos y gritó: "¡Paren! ¡Ya basta! ¡Está embarazada!".

"¿Embarazada? ¡A una asesina como ella ni siquiera se le debería permitir tener un bebé!".

"¡Una manzana no caerá lejos de su árbol! ¡Una criminal malvada como ella solo dará a luz a otro asesino! ¡Debería abortar!".

Los transeúntes, indignados, le arrojaban huevos y verduras sin cesar. Algunos incluso la agarraron del pelo y empezaron a golpearla.

Esta fue la escena que vio Brendan cuando llegó al supermercado. Los ojos se le inyectaron en sangre al entrar corriendo.

"¡Suéltenla!".

Brendan apartó a las personas que le estaban pegando y la protegió bajo su cuerpo. Ignoró el dolor de su hombro y miró a Deirdre. Tr