Brendan salió de la consulta, pero sus cejas tensas aún no se habían relajado. Le preocupaba que Deirdre hubiera quedado infértil para el resto de su vida tras el aborto de su primer hijo. En cuanto al motivo de su preocupación, lo único que se le ocurría era que necesitaba un hijo.'Deirdre es la candidata más adecuada para darme un hijo ahora'.Llegó a la habitación y encontró a Sam haciendo guardia en la puerta. Al pensar en cómo era posible que Deirdre siguiera sentada en el inodoro y no estuviera vestida adecuadamente, su mirada se volvió más fría al mirarlo. "No has entrado en la habitación, ¿verdad?".Sam mantuvo la cabeza baja. "No".Brendan se sintió aliviado. Antes de entrar en la habitación, le advirtió a Sam con una voz fría: "No te hagas ilusiones y recuerda cuál es tu lugar. No olvides lo que me prometiste".Después de entrar, encontró a Deirdre ya temblando de dolor sobre el inodoro. La envolvió en sus brazos y le dio agua caliente antes de llamar al médico. Tras tr
Sam contestó: "No estoy muy seguro".En realidad no estaba seguro porque en aquel momento había estado vigilando la puerta sin pisar la habitación ni siquiera un momento. "El señor Brighthall habló un rato con el médico en la habitación y se marchó después. ¿Por qué?".Deirdre dijo con una sonrisa amarga: "Ha pasado cerca de una semana desde la última vez que vino aquí".Antes no había estado muy afectada, pero la situación era diferente ahora. La verdad sobre la muerte de Bliss ya había salido a la luz y ella quería entregarle las pruebas a Brendan con tantas ganas que no podía esperar ni un momento más.Sam frunció las cejas, incapaz de comprender la situación tampoco. Sin embargo, intentó tranquilizarla diciéndole: "No se preocupe, señorita McKinnon. Es posible que la empresa haya estado ocupada".Deirdre no le creyó porque sabía que Brendan seguiría sacando tiempo para visitar diariamente a la comatosa Deirdre en la tercera planta, aunque estuviera muy ocupado en el trabajo.
Cuando Brendan por fin terminó, Deirdre esperó a que él se durmiera antes de levantarse de la cama con su mano en la cintura. Él la había privado de las píldoras anticonceptivas, así que lo único que le quedaba para evitar un embarazo era la primitiva forma de lavarlo. Brendan abrió repentinamente sus ojos negros y fríos. Se centraron en la espalda de ella, que se retiraba, mientras una pregunta gélida escapaba de sus labios: "¿A dónde crees que vas?".Deirdre se mordió el labio. "A lavarme".Brendan sonrió satisfecho. "¿En serio? ¿A lavarte? ¿O a comprar píldoras anticonceptivas de la farmacia?". Deirdre había planeado hacer eso al día siguiente, razón por la cual se quedó paralizada en la alfombra cuando se lo reclamó. Antes de que pudiera responder, Brendan la agarró del brazo y la inmovilizó contra la cama una vez más. Sus ojos eran tan penetrantes como el abismo y su sonrisa ladeada torcía por completo sus facciones. "No te preocupes, de todas formas eres infértil".Deird
"¿Salvarme?". La mirada de Brendan era sombría. Las palabras habían adquirido un tono absurdo en cuanto las oyó salir de los labios de Deirdre. "¿Tú me salvaste? ¿Cuándo, si se puede saber?".Deirdre apretó los labios con desesperación. Él soltó una risita. "¡Ni siquiera puedes salvarte a ti misma!", se mofó. "Por el amor de Dios, no vuelvas a decir algo tan lamentable. ¡La gente a tu alrededor se va a sentir avergonzada en tu nombre!".Entonces, soltó a Deirdre. Ahora que su frustración por la borrachera había encontrado una salida, no había razón para que se quedara.Ella bajó los párpados temblorosos. En la oscuridad, soñó con un rostro borroso. Un niño. Tenía la esperanza de que, si la reencarnación era cierta, volvería a ser su hijo y ella pagaría la deuda que tenía. Pero ahora se preguntaba si no era más que una fantasía.Sam fue a visitarla a la mañana siguiente. Se dio cuenta del desorden, del cansancio imperceptible de Deirdre tumbada en la cama y de los signos revelador
Deirdre estaba aturdida. ¿Iban a ver a los padres de Brendan en la vieja mansión Brighthall? Vaya. Su relación estaba progresando a las mil maravillas, ¿no? ¿Era por eso que Brendan no podía imaginar lo perversa que era Charlene en realidad?Ella soltó una risita de autodesprecio. "Volvamos a la mansión".Dudaba que ese hombre se saltara ir a la mansión esta noche. Sam acató su orden y el coche se puso en marcha. Deirdre entró cuando llegaron y tomó asiento en el sofá de la sala de estar. Entonces, comenzó la larga espera.Sam sabía que el aburrimiento de la espera podía resultar enervante, así que encendió la televisión. Lo primero que saltó a la pantalla fueron imágenes de Brendan y Charlene de compras. Luego, aparecieron las especulaciones de los comentaristas de los medios de comunicación y los chismosos de famosos. "El joven y apuesto director ejecutivo del Grupo Brighthall lleva dos años en una relación muy estable con la misma joven, y ahora, fueron pillados juntos de c
Brendan entrecerró los ojos cuando su mirada se fijó en la mujer que estaba cerca del sofá. Nunca se había fijado en ella cuando estaba en sus brazos, pero ahora era imposible no darse cuenta: estaba casi demacrada después de una semana. Podía ver cómo sus clavículas se arqueaban solo por el esfuerzo que hacía para respirar. Por alguna razón, eso lo enfurecía. "Ignórala. Por lo que a ella respecta, es invisible", se burló con la insensibilidad y el desdén que lo caracterizaban. Se inclinó hacia Charlene, con los labios a escasos centímetros de su oreja, y añadió: "Ven a mi habitación. Nuestra relación será oficial después de esta noche...".No lo dijo en voz alta, pero fue suficiente para que todos los presentes en la sala lo oyeran. Deirdre sintió una punzada en el pecho, pero no era nada comparado con la penetrante sensación de frío que sentía en el corazón. Sin embargo, no se sorprendió. De hecho, le entraron ganas de reír. Tan solo unos días antes, Brendan le había exigido
Deirdre sabía a qué se refería en realidad: una oportunidad de crear dudas contra sus conclusiones. Brendan giró sobre sus talones y subió las escaleras mientras ella se agitaba un poco ante su fuerza. Apretando los dientes, finalmente le espetó: "¡Así que no te interesa la verdad sobre la muerte de Bliss! ¡Te importa una m*erda incluso si lo que voy a decir concierne a Charlene! ¡¿No es así?!".Tal y como ella esperaba, el cabrón se paró en seco. Deirdre estuvo a punto de reírse a carcajadas de lo absurdo que era. Brendan tenía las cejas fruncidas. Prácticamente estaba frunciendo el ceño cuando la fulminó con la mirada. "¿Qué acabas de decir?".Deirdre enunció cada una de sus palabras al anunciar: "¡El indigente que mató a Bliss fue controlado por la mujer que está a tu lado!".Charlene miró atónita a Deirdre, pero su desconcierto no sirvió de mucho para ocultar su desprecio. Repetir las mismas cosas una y otra vez, a pesar de no ver ningún resultado, tenía que ser la definic
Ella dirigió su ataque de nuevo a Deirdre con una voz tensa por las lágrimas. "¡¿Qué demonios te he hecho, señorita McKinnon?! ¡¿Por qué me haces esto?! Si es porque amas a Bren... ¡Si es porque quieres arrebatármelo, entonces al menos lucha conmigo limpiamente en lugar de emplear todos estos asquerosos trucos para ir en mi contra!".En el pasado, este solía ser el tipo de detonante que llevaría la ira de Brendan directamente al punto de ebullición. Él habría echado inmediatamente a Deirdre por la puerta en ese mismo momento. Sin embargo, hoy, el hombre se limitó a quedarse a un paso de ella, mirándola a los ojos sin decir una palabra. Había signos de conflicto en sus ojos. Había duda.Charlene hizo una mueca. El pánico que la corroía por dentro se había convertido en una carcajada. "¿Q-Qué pasa, Bren?".Él le entregó el documento. "Míralo tú misma".En su frenesí, ella casi se lo arrebata de las manos. Al leerlo, se le fue todo el color de la cara. La voz de Brendan, fría e impe