El gran día de la fiesta había llegado, estando las princesas muy alegres por ése momento.
-¡¿Cómo que Candy todavía no se levanta?! ¡Estuvo todo el día durmiendo!- gritó Andrea, enojada.
Ése día todo tenía que salir a la perfección, sin ningún inconveniente ni contratiempo y ella como la mayor de las hermanas, se aseguraría de éso.
-Bueno… como Luz volvió se la pasaron jugando toda la noche y se pusieron a dormir en el día.- explicó Stephanie, con cara de fastidio ya que su hermana le obligó a usar un incómodo vestido elegante.
Con ésa cosa no se podía mover libremente.
Su plan era pasar toda la fiesta con su armadura de caballero pero tanto su padre como su hermana se negaron y confiscaron su armadura ya que iba a haber muchas personas importantes.
Ella creyó que
El gran momento de la fiesta se realizaba y gran numeración de personas ya se hacía presenté, siendo recibidos por el rey Erick que en este momento estaba cara a cara con su posible consuegro.-Rey Ursulo, le doy la bienvenida y déjeme decirle que odio a sus hijos y sí no fuese por la intervención de mis pequeñas, los tres ya estarían muertos.- dio la “bienvenida” el rey rubio.-Veo que sigues siendo un viejo malhumorado.Te advierto que sí uno de mis bebés tiene un rasguño por tu culpa, te eliminare del mapa, sin importarme que tu ejército sea mas númeroso que el mío.- dijo el rey Ursulo, sonriendo de manera malvada.Nadie, absolutamente nadie además de él podía hacer sufrir de alguna manera a sus preciados hijos.-Padre, por favor.- dijo Arturo, acercandose a su padre pero un extraño escalofrío recorri&oac
La noche transcurría más y más cada vez y allí se encontraba ella, en un rincón de ése gran salón donde muchas personas bailaban, teniendo su mirada en alto y su habitual mirada calmada, mirando en dirección del chico que estaba en la otra punta, no teniendo las agallas para ir, tomarla de su mano y juntos bailar.Ella podía ir hasta donde estaba él y pedirle que bailen, pero no lo haría, era momento de que él tomé la iniciativa y derrote su inseguridad.Andrea y Jax huyeron de la fiesta hace unos minutos ya que al chico se le cayó la máscara por un tropiezo de ella, Candy se encontraba hablando con cada persona en ésa noche, su padre y el padre de los príncipes se encontraban charlando con otros reyes que tenían la desdicha de no tener ya a su reina con ellos, Luz probaba cada aperitivo como sí no hubiese un mañana y el caballero
La fiesta estaba llegando a su fín, ya habiéndose ido gran parte de los invitados y ellos dos, decidieron alejarse de todos y pasar tiempo juntos.-Gracias por ayudarme con ése tipo, realmente, no quería bailar con nadie que no sea usted, mi príncipe.- dijo Stephanie, tomando la mano del chico que se puso rígido y desvío la mirada.Una chica bonita se estaba fijando en él, no en uno de sus hermanos como siempre solía ser.-Yo… yo… yo.Y no tenía ni la menor idea de lo que debía decirle a una chica y mucho menos a una princesa.¿Y sí decía algo grosero y ella lo odiaba?No quería que ella lo odié, quería que su relación siga creciendo.Stephanie al ver lo inseguro que estaba el chico, le iba a decir algo pero fueron separados.Samuel volteó a ver que sucedía y se sorprendi&oacu
En el mismo momento en el que Stephanie y Samuel habían ido a otra parte, para estar un momento a solas, cierto príncipe vio como la princesa Candy se fue a escondidas, luego de asegurarse de que nadie la vio, pero él sí lo hizo y la seguiría.¿A dónde se supone que se iba tan tardé, siendo casi media noche?Los guardias del castillo no se dieron cuenta de que una princesa escapó por que un ejército de mujeres atrapó a Jax, quien era protegido a duras penas por su hermana Iris y la princesa Andrea, hasta que los guardias llegaron.Últimamente, en varios reinos, los propios hijos de grandes reyes conspiraban contra ellos y francamente, no le sorprendía que Candy sea una traidora, después de todo, ni siquiera se comporta como una princesa.Con cuidado de no ser visto por ella o no perderla de vista, la seguía a duras penas.¿Cómo era
La madrugada se hacía presenté y los invitados del reino Águila de Oro, fueron invitados a quedarse por ésa noche (con la advertencia de que sus pulgares serían cortados sí ponían un pié fuera de su habitación)-Hoy fue una noche magnífica, la princesa Andrea es magnífica y cada vez quiero estar más y más con ella.Creó que me estoy enamorando.- dijo Jax, bailando felizmente con una almohada.Su padre tenía razón, no encuentro a la chica que siempre soñó, una valiente aventurera que no le tenga miedo a nada, pero encontró a una mujer que lo dejaba suspirando y no podía dejar de pensar en ella.Quizás Andrea sea algo torpe, no muy valiente como sus hermanas y no le guste la violencia, pero era comprensible, paciente, amable y firme, cosas que lo cautivaban cada vez más y más.-Yo… ¿
Las tres hermanas se encontraban sentadas en el suelo, estando Andrea algo nerviosa y delante de ellas, estaban sentados los tres hermanos, estando Samuel muy nervioso y Arturo estaba algo molestó por que seis personas de la realeza se encontraban sentados en el suelo y una chica sin título se encontraba acostada en su cama, comiendo uvas.-Así que, ¿qué dicen? ¿Jugamos a verdad o bes… digo, reto?- preguntó Candy, con su habitual sonrisa alegre.-Claro, será divertido.- respondió Jax que para fortuna y a la vez desgracia de la princesa Andrea, ya estaba completamente vestido.El plan de las hermanas era descubrir las maldiciones de Samuel y Arturo, y como no sabían como hablar del tema por ser algo delicado, decidieron iniciar ése juego.-Las damas primero.- dijo el príncipe Arturo, con una sonrisa amable.Ahora sus hermanos verían que cuando quiere, e
Los príncipes, los únicos seres que en ése momento se daban por acabados, estaban en shock al ver como el rey abrazaba a sus confundidas hijas.-Que bueno que estén aquí, estaba tan preocupado por ustedes.- exclamó el hombre, felíz por que sus hijas estaban bien.Las hermanas se miraron entre sí y Andrea decidió romper ése incómodo momento.-Papá, ¿ahora qué te pasa?- preguntó la rubia.En ése momento ellas tenían que estar intentando calmar a su padre para que no asesine a los príncipes, no intentar consolarlo.El hombre se separó de sus hijas y las mi
Nuevo día se hacía presenté y todos se reunían para despedirse del caballero negro.-Sí vuelves a poner un pie por éstos lados, perderás los dos pies.- dijo en un susurro la princesa Stephanie con mirada amenazante mientras hacía una reverencia, despidiéndose del hombre.Por culpa de ése hombre y su broma, el príncipe Samuel tuvo miedo y tuvo que dormir muy tarde.-Nos engañaste a todos, tienes mis respetos y prepárate por que quiero venganza.- dijo la princesa Candy, dándole un golpe en el hombro con mirada sería, llena de respeto.A ella no le hacían bromas, ella era la que hacía las bromas y nadie podía camb