Lara dejaba que su esposo le acomodara la ropa limpia para la hora de la cena. Lo harían en familia menos Mirian que se había quedado a cargo junto a Dyna en la manada. Mathew le terminó de acomodar las mangas y los hombros y la miró para acariciar su rostro suavemente.

-¿Qué ocurre?- Lara le preguntó. Lo había notado tenso durante todo el día pero no quería meterle más presión.

Mathew negó con la cabeza y la abrazó con cariño. Lara no entendía la reacción de él, pero de igual forma le devolvió el abrazo.

-Me alegra tenerte en mi familia. Y a mi cachorro también- pasó una mano por la abultada panza de la bruja.

-Claro Marido mío- sonrió Lara para separarse y besarle la frente acunando sus mejillas entre sus manos- Te puedo asegurar que soy lo mejor que te ocurrirá en la vida- su sonrisa se hizo más amplia- Así que no se te ocurra dejarme de lado nunca-

Mathew inclinó la cabeza y le acariciaba la cintura a cada lado.

-¿Tienes miedo de que te deje o te engañe?- una pregunta de la que ha