Mathew entró a la habitación y se sentó en la cama y dejó a Lara sentada sobre su regazo. La bruja abrazaba su cuello y respiraba contra su piel, como queriendo aspirar su aroma.-¿Te sientes bien?- acarició su cabeza.-Solo me siento un poco más cansada ahora que ya sé que mi lobita estará bien. Realmente pensé que la había perdido--Byron y Dyna son más fuertes de lo que aparentan por eso los tengo a mi lado. Si supiera que sus vidas pueden correr grave peligro les obligaría a tener una vida tranquila lejos de lo que pudiera separarlos-Lara se abrazó aún más fuerte.-Marido mío, estoy molesta-Mathew alzó una ceja. Lara molesta no era ni remotamente tan cariñosa como estaba ahora.-¿Qué hice?- besó su hombro y en eso Lara se despegó y le agarró el rostro entre sus manos.-¿me estás preguntando qué hiciste? Sabes cuantos días estuviste fuera, sabes bien que me cuesta mucho trabajo sino tengo a mi almohada fortachona ricona conmigo dándome calorcito, además ni una puta carta, ni algu
A pesar de ser tan tarde en la noche, Mathew escuchó como la puerta de su estudio se abría lentamente. Sabía que no era Byron, lo había mandado a descansar y cuidar a su hermana. Sonrió ligeramente cuando un rostro familiar se apareció con un puchero en sus labios a pesar de que su rostro estaba serio.-¿Qué haces despierta, Lara? Aun tienes que descansar. Tu cuerpo…--He dormido por varios putos días me duele el cuerpo de solo pensar que tengo que estar en la misma posición de una babosa- refunfuñó. En su voz se notaba algo de irritación y esto lo percibió su esposo.-Ven- Mathew le extendió la mano dejando el documento que leía sobre la mesa.Lara se acercó envuelta en una de las camisas de su esposo dejándose envolver por el olor que permanecía en la tela. Ese había sido su único alivio a lo largo de todos los días. La bruja se acercó y se sentó con ayuda a su lado. Envolviendo sus brazos en el más fuerte de Mathew y recostando su cabeza en el fuerte hombro.-Marido mío, eres un me
Lara miraba su reflejo por encima de su hombro. Su atención puesta en las dos flores que estaban pintadas en sus hombros.-Son lindas las malditas- asintió con la cabeza en un intento de convencerse- Verdad que nunca hay que decir nunca y yo que odiaba los tatuajes tengo dos por falta de uno- suspiró y se subió la parte de arriba de la blusa acomodándola en su lugar.Después se puso de lado y revisó su reflejo en el espejo que había hecho que su esposo puliera a mano hasta que este pareciera lo más parecido a un espejo de su época anterior. Al pobre lo había mantenido tres días puliendo la gran lámina de plata hasta que estuvo conforme con el resultado. Lara era alguien que le gustaba ver su imagen por lo que un poquito de sacrificio era algo que podía hacer su esposo por complacerla, y este ni siquiera protestó. Era un amor de lobo.No se podía negar. Mathew podía tener sus defectos como lobo, ser un adicto al trabajo, tomar decisiones sin contar con los demás, pero era tan atento qu
Lara atravesó los pasillos en dirección al estudio de su esposo y cuando abrió la puerta se posó en el marco con rostro seductor a pesar de que había tres lobos más en aquel lugar además de Mathew.-Marido mío, es hora de quitarte esa ropa-Por el tono usado, la pose que puso y la mirada podía a dar a entender otra cosa y más cuando ya era un chisme que volaba lo ardiente que era la joven luna de la manada. Pero el ambiente denso que los tres lobos sintieron viniendo de parte de su alfa les indicó que mejor no comentarios.-Salgan, después continuamos- ordenó Mathew con sus claros ojos posados en su esposa preguntándose sobre todo que tendría en la mente Lara. Estaba muy diferente hoy después de los días de depresión y sexo no podía ser. El doctor se los había prohibido dado lo delicado que estaba el cuerpo de la bruja y de lo intenso que podía ser él durante la relación.Lara miró de reojo el rostro de aquello lobos y cuando desaparecieron no pudo evitar carcajearse hasta que se tamb
Lucer bufó.-Ya lo escuchaste, oh alfa de la gran manada. Tu esposa celosa no quiere que ninguna loba te toque. No te preocupes yo te ayudaré a vestirte-Lara lo fulminó con la mirada.-No sé ni que es peor--Lo que va a ser peor para todos es que comenzar el maldito festival si no te acabas de cambiar de una puta vez- Byron había perdido la paciencia y agarró a Lara de los hombros y la arrastró donde las protestas y maldiciones se escucharon por todo el pasillo.-Tú… estás disfrutando todo esto ¿verdad?- Lucer se giró hacia Mathew que aunque tenía el rostro serio sus ojos claros ya no eran tan fríos como antes.-¿En serio me vas a ayudar a cambiar?- Mathew alzó una ceja en dirección hacia él.-Bueno, ya que no te pueden tocar las lobas y Byron la ayudará a ella porque tiene que estarlo vistiendo ¿quién mejor?- esbozó una sonrisa- No todos los días uno puede ser testigo de ese cuerpo desnudo que tienes--Ni que te gustaran los machos- Mathew relajó sus hombros sabiendo del tono de bro
Lara, en la habitación matrimonial se dejó vestir principalmente ayudada por Byron que a pesar del complicado vestuario no dejó que muchas presentes se acercaran a su luna, en ese momento estaba sumamente cauteloso y no confiaba en prácticamente nadie. Una vez puesto le dejó mirarse al espejo.Le habían dicho que su traje sería un regalo del taller y que la impresionaría. Vaya que lo hizo. Era simplemente hermoso y lo que más le gustaba ella era que hacía juego con el de su esposo. Se habían inspirado en su diseño para adaptarlo a su condición y podía jurar que apenas parecía embarazada, al menos de frente, porque de lado era otra cosa. ¿Qué se creía su cachorro, que su panza era una mansión?Sonrió como una cachorra boba.-Me veo linda- la enorme sonrisa hizo que los demás presentes suspiraran de alivio.Después de tal diseño que se les había entregado no sabían si llegarían a los gustos refinados de su luna. Al parecer habían cumplido con las expectativas.El conjunto de varias capa
El pueblo era un conjunto de festividades, quioscos por una larga y ancha calle adornada por linternas y muchos adornos. El color predominante era el rojo y estaba también reflejado en las ropas de todos. Pero a diferencia de los demás Lara se dio cuenta que las de ellos resaltaban por encima.Estaba orgullosa de su esposo y como se veía. Su túnica no discernía mucho de la suya, solo que esta no tenía una cola, llegaba a la altura de los tobillos y estaba abierta adelante donde se podía ver los pantalones de tela brocada negra y las botas rojas. Su cabello estaba suelto, aunque en un costado este estaba peinado detrás de la oreja aguantado por un broche de piedras y diamantes carmines. Un verdadero espectáculo.Su esposo estaba irresistible y Lara no podía dejar de verlo a pesar de que estaba sobre su perro. Dado su estado caminar mucho no le era muy fácil. Una vez que habían llegado y cortado la cinta de inauguración el festival había empezado y se notaba la emoción de las personas d
Mathew dirigió la mirada hacia el lobo que se desvanecía a lo lejos sin apenas darle tiempo para agradecerle. Le pareció conocido. Lo analizó un momento y reconoció la túnica que llevaba. Pertenecía a una pequeña pero vieja manada que había vivido establecida a unas tres horas corridas de la manada del Norte.Eran miembros pacíficos y se encargaban principalmente de la producción de joyas y adornos por lo que eran ágiles orfebres. Pocas veces Mathew había tenido encuentro con algunos de sus miembros. Solo sabía que eran bienvenido en la mayoría de los lugares dado su constante aprendizaje y estudio de cada manada. Aunque no se relacionan apenas con nadie. Preferían estar alejados. Por lo que no le molestó verlo rondar por el festival. No eran un peligro.Solo le llamó la atención que su túnica no era precisamente una muy común. Más bien era una bien trabajada por lo que debía ser alguien de una buena posición en la manada.Sintió a Lara temblar ligeramente y la atrajo hacia él abrazán