Lara atravesó los pasillos en dirección al estudio de su esposo y cuando abrió la puerta se posó en el marco con rostro seductor a pesar de que había tres lobos más en aquel lugar además de Mathew.-Marido mío, es hora de quitarte esa ropa-Por el tono usado, la pose que puso y la mirada podía a dar a entender otra cosa y más cuando ya era un chisme que volaba lo ardiente que era la joven luna de la manada. Pero el ambiente denso que los tres lobos sintieron viniendo de parte de su alfa les indicó que mejor no comentarios.-Salgan, después continuamos- ordenó Mathew con sus claros ojos posados en su esposa preguntándose sobre todo que tendría en la mente Lara. Estaba muy diferente hoy después de los días de depresión y sexo no podía ser. El doctor se los había prohibido dado lo delicado que estaba el cuerpo de la bruja y de lo intenso que podía ser él durante la relación.Lara miró de reojo el rostro de aquello lobos y cuando desaparecieron no pudo evitar carcajearse hasta que se tamb
Lucer bufó.-Ya lo escuchaste, oh alfa de la gran manada. Tu esposa celosa no quiere que ninguna loba te toque. No te preocupes yo te ayudaré a vestirte-Lara lo fulminó con la mirada.-No sé ni que es peor--Lo que va a ser peor para todos es que comenzar el maldito festival si no te acabas de cambiar de una puta vez- Byron había perdido la paciencia y agarró a Lara de los hombros y la arrastró donde las protestas y maldiciones se escucharon por todo el pasillo.-Tú… estás disfrutando todo esto ¿verdad?- Lucer se giró hacia Mathew que aunque tenía el rostro serio sus ojos claros ya no eran tan fríos como antes.-¿En serio me vas a ayudar a cambiar?- Mathew alzó una ceja en dirección hacia él.-Bueno, ya que no te pueden tocar las lobas y Byron la ayudará a ella porque tiene que estarlo vistiendo ¿quién mejor?- esbozó una sonrisa- No todos los días uno puede ser testigo de ese cuerpo desnudo que tienes--Ni que te gustaran los machos- Mathew relajó sus hombros sabiendo del tono de bro
Lara, en la habitación matrimonial se dejó vestir principalmente ayudada por Byron que a pesar del complicado vestuario no dejó que muchas presentes se acercaran a su luna, en ese momento estaba sumamente cauteloso y no confiaba en prácticamente nadie. Una vez puesto le dejó mirarse al espejo.Le habían dicho que su traje sería un regalo del taller y que la impresionaría. Vaya que lo hizo. Era simplemente hermoso y lo que más le gustaba ella era que hacía juego con el de su esposo. Se habían inspirado en su diseño para adaptarlo a su condición y podía jurar que apenas parecía embarazada, al menos de frente, porque de lado era otra cosa. ¿Qué se creía su cachorro, que su panza era una mansión?Sonrió como una cachorra boba.-Me veo linda- la enorme sonrisa hizo que los demás presentes suspiraran de alivio.Después de tal diseño que se les había entregado no sabían si llegarían a los gustos refinados de su luna. Al parecer habían cumplido con las expectativas.El conjunto de varias capa
El pueblo era un conjunto de festividades, quioscos por una larga y ancha calle adornada por linternas y muchos adornos. El color predominante era el rojo y estaba también reflejado en las ropas de todos. Pero a diferencia de los demás Lara se dio cuenta que las de ellos resaltaban por encima.Estaba orgullosa de su esposo y como se veía. Su túnica no discernía mucho de la suya, solo que esta no tenía una cola, llegaba a la altura de los tobillos y estaba abierta adelante donde se podía ver los pantalones de tela brocada negra y las botas rojas. Su cabello estaba suelto, aunque en un costado este estaba peinado detrás de la oreja aguantado por un broche de piedras y diamantes carmines. Un verdadero espectáculo.Su esposo estaba irresistible y Lara no podía dejar de verlo a pesar de que estaba sobre su perro. Dado su estado caminar mucho no le era muy fácil. Una vez que habían llegado y cortado la cinta de inauguración el festival había empezado y se notaba la emoción de las personas d
Mathew dirigió la mirada hacia el lobo que se desvanecía a lo lejos sin apenas darle tiempo para agradecerle. Le pareció conocido. Lo analizó un momento y reconoció la túnica que llevaba. Pertenecía a una pequeña pero vieja manada que había vivido establecida a unas tres horas corridas de la manada del Norte.Eran miembros pacíficos y se encargaban principalmente de la producción de joyas y adornos por lo que eran ágiles orfebres. Pocas veces Mathew había tenido encuentro con algunos de sus miembros. Solo sabía que eran bienvenido en la mayoría de los lugares dado su constante aprendizaje y estudio de cada manada. Aunque no se relacionan apenas con nadie. Preferían estar alejados. Por lo que no le molestó verlo rondar por el festival. No eran un peligro.Solo le llamó la atención que su túnica no era precisamente una muy común. Más bien era una bien trabajada por lo que debía ser alguien de una buena posición en la manada.Sintió a Lara temblar ligeramente y la atrajo hacia él abrazán
Los dos criados que esperaba fuera de la habitación estaban tan rojos y temblaban por la vergüenza que pasaban en ese momento. La razón, había demasiada melosería dentro de aquel lugar por decirlo vulgarmente. Porque no se podría describir con otras palabras lo que pasaba en ese momento allí dentro.Por su parte Lara ¿qué le iba importar? Y menos comer en ese momento cuando tenía algo más importante que saborear que los deliciosos labios de su esposo. Como lo estaba haciendo en ese momento. Sentada cómodamente sobre su regazo de lado, agarrando las mejillas del mayor y besando ese manjar.Las manos de Mathew que se movían suavemente acariciando sus muslos y cadera eran una peligrosa estimulación a pesar de que no tenían esa connotación. Después de todo estaban sentados en una de las terrazas de aquel lugar esperando los fuegos artificiales, en el último piso.En eso la puerta fue tocada y la pareja se separó con los labios y un hilo de saliva que los conectaba. Lara sonrió complacida
Lara suspiró aliviado sin tantas prendas encima de ella. Su esposo le había ayudado a quitar esa cantidad de ropa de encima de su cuerpo dejándola solo en una simple bata blanca. Aun sí estaba sudada y hecha un asco. Y necesitaba un baño. Por suerte Mathew estaba en el baño preparando el agua y no tardó en volver.Lara le sonrió y le estiró la mano para que se acercara.-¿Te divertiste?- el alfa le preguntó sentándose al lado de ella, acto seguido Lara se sentó en su regazo dejando sus piernas colgando por el costado de los duros muslos de su esposo.-Pues sí, me divertí. Y mucho- enrolló sus brazos en su cuello y le besó la mejilla- Y mis proyectos están creciendo mucho, aunque eso me traerá más trabajo- hizo una mueca.-Si necesitas más ayuda solo dímelo--No te preocupes, ya le encargué eso a Mirian, así la tengo ocupada y no me jode tanto la vida. Es bastante útil después de todo--Qué no te escuche- Mathew besó la línea de su cuello- Vamos a bañarte para que descanses, debes esta
-Al final se llamara Hunter- afirmó Lara con una sonrisa cansada hacia su pareja- Aunque es un nombre muy bueno y sobresaliente para el hijo de un alfa de manada, lo que yo sé de mi mundo es que los Hunter son mala cabeza. Mal hablados, revoltosos, pero estoy seguro que con un papi como tú no será problema-Mathew, a su lado, besó su sien e intentó pasar la mano por la abultada barriga de su esposa pero esta le palmeó la mano.-No lo toques. Ya al fin se calmó- Lara jadeó- No te molestes Marido mío, es que duele bastante cuando lo tocas y él se pone a protestar allá adentro-Desde la mitad de la noche su cachorro había comenzado a patear su barriga... como queriendo salir, pero aún no tenían fecha. Supuestamente solo faltaba ya una semana y Lara aún no tenía los supuestos dolores de parto. Aunque muchos se preguntaban si sería por método natural o había que usar filo para cortar la panza. La bruja no quería oír hablar del tema.Ahora, con la cabeza sobre el brazo de su esposo al fin p