ALISA
La reunión fue bastante interesante e intensa, pero los gobernantes de la tierra decidieron con claridad los derechos que darían sobre el planeta tierra, al igual que el destino de la humanidad en el planeta Portrats. Al final de las negociaciones ambas partes parecían complacidas con los acuerdos que se habían logrado y fue entonces que por medio de bebidas el resto de la tripulación fue invitada a la sala para conocer a los humanos.
Soldados hombre y mujeres entraron en la estancia mirándolos con atención, fue una de las mujeres quien se acercó primero a uno de los soldados. Todo el mundo parecía emocionado y agradable, las relaciones iban bastante bien. Incluso la dirigente Riktik se había quedado hablando con el gobernante de la tierra y parecía que ambas disfrutaban de la compañía y de la conversación. Las relaciones públicas que
VILKANKLuego de la reunión formal de la dirigente Riktik y el gobierno humano, además de la posterior cena todo el mundo parecía realmente entretenido de poder interactuar por primera vez con personas de una especie distinta. Todos los Prometius parecían realmente interesados en los humanos y él comprendía las razones, sobre todo cuando tenía a Alisa a su lado, tomándole la mano con suavidad, llena de alegría y cargando a su hijo en ese momento. Ambos había visto las pruebas hechas junto al resultado, pero que personal calificado les hubiera dado la noticia se sentía realmente especial. Esa hembra era su alegría y su corazón.-Creo que es momento de regresar- le dijo ella cuando sus amigos tomaron diferentes rumbos -o al menos pedir una habitación. Me siento bastante cansada.-Por supuesto- aceptó él besándola en la fr
VILKANKIban en dirección a su planeta, Portrats era por fin el lugar a donde regresaban. Luego de que la reunión terminara y los gobernantes de la tierra regresaran al planeta para poder iniciar el movimiento de la humanidad al planeta de los Prometius, todas las naves militares habían sido cargadas con los pasajeros humanos que pudieran llevar. Incluso la nave en la que iban había sido llenada completamente por los humanos, el grupo de amigos de su hembra todavía permanecía con ellos y Alexander y Virginia se habían unido al grupo. Su hermano era quien los dirigía en ese momento.Él se levantó con una sonrisa viendo a su hembra que dormía en una postura que ocupaba gran parte del lecho, pero no se atrevía a moverla. Alisa había estado teniendo malestares matutinos, como ella los llamaba, debido al embarazo, por lo que se acercó a la pantalla m&e
ALISA Un año después Conocer Portrats no había sido tan difícil como había imaginado ya que todos los Prometius con los que se había cruzado había sido realmente amables, no sabía si todavía se trataba de lo exóticos que los consideraban o solo del interés que había en la nueva especie, pero le gustaba que nadie fuera incómodo. En el momento en que habían llegado al planeta Vilkank y ella habían sido marcados como la primera pareja humana-Prometius existente. La atención había caído sobre ellos, mucho más cuando los dirigentes del planeta hicieron que su reclamo fuera algo legal y público. Luego había llegado la presentación de Valkirak la madre de Vilkank y Velkank, la mujer había recibido a sus hijos con una emoción inmensa y la había tomado bajo su cuidado con facilidad al igual que lo había hecho con Tiana. No se le perdió el detalle de que sus dos hijos habían caído por humanas. Fue especial el cariño con el que la muje
VIRGINIALuego de la ceremonia de unión que habían compartido Vilkank y Alisa, todo el mundo se había quedado un tiempo más en la casa de la pareja, pero a Virginia no le apetecía permanecer allí. Estar alrededor de aquella pareja siempre le daba un poco de envidia, amar a alguien de ese modo, con tanta seguridad era algo que nunca había podido experimentar y aunque las ofertas llegaban mucho más de lo que alguna vez llegaron en la tierra, su vida estaba llena de demasiadas responsabilidades como para poder disfrutarlo.-Ya me voy- le dijo a Alexander, su amigo más cercano desde que habían llegado a Portrats -creo que es hora de que regresa a casa por hoy.-¿Tan pronto?- Preguntó Alexander -no hemos disfrutado de los tragos o la comida. No puedes irte.-Yo ya he tenido suficiente- afirmó ella con una media sonrisa antes de despedirse de tod
MILDRED Dos años más tarde Habían pasado dos años y todavía no podía creer que hubiera pasado tanto desde que los humanos habían llegado a Portrats. El tiempo corría apresurado, el año anterior Alisa y Vilkank habían completado su ritual de unión de almas, algo parecido a un matrimonio religioso de la tierra porque se suponía que esta unión no podía terminarse. Había sido bonito y sentimental, ella comprendía la emoción de su amiga, pero estando con su esposo nunca podría experimentar aquel ritual y estaba bien con eso. Su vida se sentía completa del modo en que estaba ahora, saber que la seguridad era una constante la hacía sonreír con más fuerza. Mildred sonrió cuando su pequeña, que ya había cumplido los ocho años de edad, corría hacía la cocina de la casa que les habían asignado luego de llegar. Josep y ella habían decidido quedarse cerca de sus amigos, por lo que sus casas no quedaban demasiado lejos, eso ayudaba mucho
MILDREDLlevar a Molly a la casa de Vartirak siempre resultaba ser un proceso complicado, debía organizar un bolso completo en donde lo básico fuera llevado. A su hija no le gustaba estar sin sus pertenencias aunque sí le gustaba quedarse en otras casas para dormir, la niña decía que se sentía como una aventura aunque ella nunca pudiera comprenderlo luego de todo lo vivido. Se subieron en el vehículo que los llevaría por fin a la casa de la mujer Prometius y llegaron rápidamente allí.Vartirak abrió la puerta con una sonrisa.-¿Cómo está mi niña bonita?- Le preguntó la mujer a Molly cuando su hija corría a abrazarla.-Estoy muy bien- aseguró la niña -sobre todo porque voy a quedarme contigo, ¿Lili y Margo ya están aquí?-Solo Margo, bonita. Lili llegará más
Ella se quedó muda unos segundos.-Supongo que en la tierra fue una posibilidad olvidada- inició Mildred -y al llegar aquí tuvimos que adaptarnos, aprender a vivir en un nuevo planeta. Olvidar los malos recuerdos para poder disfrutar de nosotros y nuestra relación como lo hacíamos antes, pensé que esa era la razón de esta cena.-Tienes razón- aceptó con dulzura en su mirada -pero, ¿considerarías la idea de tener a otro pequeño?Sus ojos se llenaron de lágrimas y ella solo pudo alzarse sobre la mesa para besar a su esposo con fuerza.-Claro que sí- afirmó ella sin dejar de besarlo -feliz aniversario mi cielo, te amo muchísimo.-Feliz aniversario, mi cielo- respondió él con sentimiento -te amo mucho.Josep la acercó a su cuerpo para besarla con fuerza y luego la dejó ir. Era momento de irse, lo veía
MARTIN OSLODos años después de la llegada de los humanos a PortratsSu vida había sido placentera y agradable, al menos era eso lo que pensaba cuando recordaba los buenos momentos y a las personas que habían estado con él. Al final del camino solo era Hillary la que había estado allí. Se habían conocido luego de que ambos fueran confrontados porque nunca atendían a las reuniones vecinales, por lo que habían unido fuerzas hasta que los habían dejado en paz. Hillary Carusso era una mujer divertida a la que había apreciado muchísimo y había lamentado el día en el que lo había dejado solo, él había pensado que pasarían más tiempo juntos.Sobre todo porque luego de una vida de lujos y excesos donde el amor se había escapado de sus manos al igual que las oportunidades de tener una familia, ella había llegad