Elizabeth. Otra vez estoy en la inmensa oscuridad de mi mente, sin saber el por qué. Es muy frustrante, a pesar de haber logrado mi cometido. No sé cuánto tiempo pasa, pero una silueta se empieza a distinguir en medio de la negrura, rápidamente logró saber de quién se trata. —Nos volvemos a ver princesa, aunque creo recordar que te advertí no hacer otra estupidez —dice la pelinegra acercándose a mí. —No soy de seguir las advertencias —me encojo de hombros.—Eso ya lo había notado. —¿Ya me vas a explicar qué es lo que sucede? —preguntó hastiada de no saber qué es lo que pasa. Suspira y empieza a caminar en la negrura de mi mente. —El consejo intenta entrar a tu mente. — Confiesa, aunque no me sorprende. —Siempre he estado protegiéndote Elizabeth, desde que eras una niña he protegido tu mente de su control —entre abro mi boca sorprendida por su confección. —¿Por qué? —Eso aún no tienes que saberlo, pero pronto lo sabrás…. Si es que ganas la batalla —Declara antes de desaparecer, d
Selena. Si me hubieran preguntado qué quería para mi futuro unos años atrás, de seguro hubiera respondido; trabajar en una floristería, ser esposa de un hombre que me ame y esté dispuesto a todo por mí y ser madre de una hermosa niña. Tener una familia estable y feliz. Sin embargo, todos mis planes se fueron a la m****a en cuantos esos ojos azules me miraron aquel día, y los deseche cuando distinguí esa característica cabellera blanca. Admito que nunca me vi ni en mis sueños más locos como madrastra, ni mucho menos llorar como tonta por un amor no correspondido, pero al parecer la vida no es justa. Semanas han pasado desde que Elizabeth no está, y con ello la luz que caracterizaba a Froilán. No come, no bebe ni duerme desde que se la llevaron. Cada día su estado es más deplorable y yo no sé qué hacer en estos casos, con los días el sentimiento de dolor por lo que vi en su despacho desapareció al verlo llorar como un niño por su hija. He sido su fortaleza todo este tiempo, pero no
Abalam. Mi mente parece estar en el limbo, no tengo idea de cuanto ha pasado desde que estoy inconsciente, siento que puedo escuchar todo lo que pasa a mi alrededor, sin embargo, no puedo despertar. Un olor que conozco bien se impregna en mi nariz. Está aquí. Todos mis sentidos despiertan de golpe, al abrir los ojos el blanco es lo primero que distingo, veo a todos lados y muevo mis manos al sentir unos grilletes alrededor de mis muñecas. Las muevo con fuerza, pero estas no ceden.Me calmó un momento para poder pensar mejor, todo lo que está pasando me tiene muy aturdido, tanto con la princesa como con mi hermano. No tengo idea por qué el consejo quiere a la princesa, yo solo seguía órdenes, jamás he cuestionado lo que hacen o dejan de hacer. Me crearon para ser un asesino y seguir órdenes, pero por primera vez me cuestionó de los alcances que tienen ellos, el que mi hermano estuviera encerrado, por tanto tiempo bajo mis narices me da a entender que estuve todo este tiempo en el b
Elizabeth. —Necesito estar sola —me levantó y enseguida la mano de Kai me detiene. —Recuerda que nos debes una explicación a todos —musita solo para los dos. —Lo sé, pero no será hoy —respondo en el mismo tono. La verdad es que quiero explicar las cosas, pero no me creo con la suficiente energía cómo para hacerlo. —¿Entonces cuándo? El consejo no va a esperar a que te sientas mejor Eli, si te descuidas nos atacarán. Ya rompiste una regla sagrada, no esperes a que ellos no actúen —molesta suelo su mano. —¿No confías en lo que hago? —lo encaró descargando la ira contenida. —Solo tienes dieciocho años, no estás preparada para lo que se viene. No eres consciente de lo mal que estás actuando al ponerte a ti y a todos en riesgo —mi pecho comienza a subir a bajar con rapidez. —¡Por supuesto que sé lo que hago! ¡Tengo un maldito plan, no me arriesgaría a llegar aquí sin antes pensarlo bien! ¡No me trates como una estúpida, que no lo soy! —me alteró. —Sé muy bien quien eres y de tus alc
Agnes. —Ya ha pasado suficiente tiempo y aún no ha hecho nada, es hora de actuar. —Si lo hacemos estaremos declarando la guerra Agnes. —Esa es la idea Halley —Agnes la miró para que dejara de decir estupideces—Mejor ve por la otra idiota. La reina de las hadas, sin decir nada más, salió en busca de la pelirroja que estaba inquieta afuera de donde se encontraban las dos mujeres más intimidantes con las que había tratado hasta entonces. —Puedes entrar —Leonore avanzó a la sala donde se encontraba Agnes viendo por su ventana. —¿Qué te trae por aquí Leonore? —preguntó sin rodeos la bruja. —Supongo que elegir un bando, querida Agnes —respondió sin demostrar ni una pizca del miedo que sentía hacia la mujer frente a ella. —Creo que me he perdido, porque hasta donde tengo entendido yo no estoy aceptado pocilgas de mi lado, querida —replicó sin voltearse. Leonore trató de ocultar lo mejor posible, su molestia y nervios antes la mujer, sabía que no lograría nada si la molestaba. —Yo no
Agnes. Nunca pensé que una mocosa me causaría tantos problemas, «pero ella no es cualquier mocosa» recuerdo.Admito que fue difícil encontrar la manera de deshacerme de ella … Bueno, al menos una parte de ella, porque aun estando dormida, sigue dándome dolores de cabeza.—¿Qué hacemos aquí? —Me pregunta Halley.—No pregunté, solo sígueme. —Se calla y me sigue en silencio al igual que Leonore. Los demás no están así que preferí tener que lidiar sola con esto, al menos por hoy —¿Traen todo lo que les pedí?Ellas asienten y me muestran las cosas que necesitaremos, seguimos por los pasillos oscuros que dan a las celdas de mi palacio, aquí tengo a toda la familia y amigos de la estúpida niña. Después de caminar por un rato pasamos por las primeras celdas donde se encuentran los hermanos Bathory encadenados.—Rey Froilán. —Le habló con burla, el susodicho levanta la cabeza lentamente, está débil por lo que le cuesta mantenerse de pie.—Agnes. —Su voz es áspera, ni porque esté en el peor de
Días antes del Caos. Froilán.Me muevo de un lado a otro preguntándome cómo estará Eli, no he recibido noticia alguna desde que se fue y siento que cada día enloquezco más. Desde mi posición escucho como unas pisadas se acercan despacio y seguido de eso la puerta es abierta. —Froilán —habla a mi espalda Selena.—¿Qué deseas? —sin quererlo mi voz sale cortante. —Saber cómo estás —dice terminando de entrar y acercarse despacio. Me doy la vuelta y el malestar vuelve a golpear mi pecho. El sentimiento de culpa me carcome. —¡Sabes perfectamente como estoy! No hagas preguntas estúpidas. No es mi intención, juro que intento con todas mis fuerzas no ser un desastre, pero esto es más grande de lo que puedo controlar.—No tienes por qué tratarme así —dice un tanto molesta, termina de acercarse y posa sus manos en mi brazo y me mira con ojos cristalinos —Tienes que dormir, tal vez el descanso te ayude con tu humor —Sugiere, niego frenéticamente con la cabeza quitando sus manos de mí. —No l
Ésto es por si les interesa el orden de la saga y mis demás libros.Saga Eterna Agonía:1-Reino del Caos. [Terminado] 2-Juego de titanes, es la continuación [Terminado] Continuación allí, si quieres seguir leyendo. 3-Reino Sangriento [Proceso, aún no disponible en esta plataforma] 4-Reino de paz [último hasta ahora] en cuanto acabe el tercero comienzo con este.Otros: •El arte de amar [En lo personal no lo recomiendo más porque no está terminado ni lo terminaré]•Un enemigo para el rey [En proceso] ya me falta poco para acabarlo. Se los recomiendo si les gusta las historias de época.•Insufrible [Terminado] La primera parte. Espero disfruten las lecturas. Nos leemos luego en otro libro, adiós.