Narrador Omnisciente
—Matthew no es divertido— aunque le temblaba la voz decidió no rogar—No me resistiré, acaba con esto de una vez.
La silueta de un cuerpo se movía en su dirección por el cuarto. Ya no había vuelta atrás, y decidió enfrentar con valor lo que fuera que fuese a ocurrir.
—Hola querida mía— la voz no era la de Matthew, ella sabía que esa voz era de su terror personal. Los vellos de todos el cuerpo se le electrificaron, ya ella había dado por seguro que aquel ser no existía, pero allí estaba para acrecentar su confusión — ¿No pensabas irte y dejarme plantado en una cita que tú fuiste quien la concertó, ¿o si Arizona?, creo que los modales de mi futura esposa dejan mucho que desear, si me citas....¿ no te dijeron
Narrador Omnisciente Arizona salió de aquella casa sin siquiera voltearse a ver a los alrededores, de cierto modo entendio que no tenía sentido. Todo absolutamente todo había perdido el sentido. Él no deseaba que ella lo viera, y el factor sorpresa lo favorecía como ya era costumbre. Eso sin pensar siquiera en la ventaja de sus poderes y su fuerza mística. Aunque en honor a la verdad ella desconocía en que consistían los mentados poderes de un arcángel. Quizás Nercy y Matthew se lo podrían explicar luego. Pasó la reja y le devolvió las llaves al nuevo guardián, que se sorprendió al ver su lujoso coche salir de la mansión de campo, que se suponía estuviera vac&iacut
Serían de las 6 de la mañana cuando Arizona se despertó. Se sentía realmente bien, quizás un poco mareada, pero nada comparado con los últimos meses, y para nada parecido a lo ocurrido hacía a penas 3 horas. ¿Habría sido real o lo soñó? Esa pregunta rondaba por su mente constantemente. se miró las manos, las piernas, no estaba herida. Lo mejor de todo, no tenía alas.Tal vez lo peor de su enfermedad ya había pasado. Ya era ella otra vez, se sentía renovada. Tal vez todo había sido un mal sueño, delirios producidos por la fiebre, porque si de algo estaba segura es de que había tenido fiebre, y una fiebre muy alta.El cuarto estaba en penumbras y al mirar a los alrededores vio el cuerpo de Nercy hecho un ovillo en un diván cercano. Debía abrir un poco la habitación, el olor allí no era agradable. Olía a sangre y a putrefacción.Se sentó en la cama y bajo lentamente los pies al suelo. Sus pies chocaron con algo inerte y pesado.Bajo la vista y observó sin poder contener su sorpresa, lanzó
Narrador Omnisciente—¡Lo mato con mis propias manos!, ese maldito perro— Matthew abrió sus alas dispuesto a todo. Era tan temerario y audaz que no le importaría ver correr la sangre Justo al amanecer.—¡Shhh!—ordenó Nercy — tenemos que salir de aquí sin llamar la atención. Él estuvo en mi funeral, sabe que estoy muerta o al menos eso es lo que cree, y así debe seguir. Matt por defender a Nercy haría cualquier cosa, guardo sus alas y reprimió los deseos de luchar con el Jefe del ejército que habia acabado la vida de tantos arcángeles.—¿Señorita Arizona
Narrador Omnisciente—Papá este asunto lo podemos tratar después, ahora no es necesario que te....— Nada de después Arizona, me estoy muriendo ahora— la interrumpió su padre insistiendo con voz cansada—.¡Quiero que te cases antes que yo muera! ¡Y lo que yo quiero se hace! ¡Mi última voluntad y se hará!«Obvio» pensó, y la quiere casar con él único hombre capaz de matar a alguien como ella en toda la ciudad. Vaya demonios con su karma, en una reencarnación anterior debió haber sido asesina de un Papa, o de un obispo en el Vaticano.Jack asiente con la cabeza y Arizona lo observa. «¿Cómo puede ser as&iacut
Narrador Omnisciente — ¡Eres un cerdo desagradable !, ¡un maldito animal!— las aletas de la nariz chica se movían ensanchando sus orificios nasales, estaba realmente furiosa. Al punto de creer que no sería capaz de mantener sus alas a resguardo. Pero sería un error mortal.—Más respeto Querida mía — Jack dramatizó un rostro pensativo y sarcástico a la vez— ¿Prefieres que te llame querida o cariño?— indago solemne y explotó con una sonora carcajada. — Eres sin duda una bruja bella— le dijo cuando recuperó la compostura— Mi propia bruja, y si así es que te ves enojada, adoraré hacerte rabiar cada vez que tenga ocasión querida mía.
Narrador Omnisciente Aunque su instinto por sangre era fuerte ella no podría hacerle daño jamás a su padre, no era un monstruo. Estaba segura que sus alas permanecerían blancas e inmaculadas durante toda su existencia, durase el tiempo que fuese, porque no sería capaz de arrebatarle la vida a una criatura inocente. Eso no cambiaría aunque la transición de humano a arcangel había sido violenta.Aunque todas las criaturas no eran inocentes, percibía un halo oscuro en la presencia de su padre. Ese era al parecer uno de sus nuevos dones. Percibir que tan oscuras eran las alma de las personas. Ver con el alma la parte más negra de todos los que la rodeaban.
Narrador Omnisciente Arizona volvió a entrar a la casa en estado de shock, que había querido decir el energúmeno de Jack con eso de qué se casaban mañana en la tarde. Era evidente que bromeaba, pero si bromeaba, ¿qué diablos estaba pasando en el jardín?. ¿Qué significaban esa cantidad de carpas, y además estaban las flores?. Definitivamente este era un buen momento para comenzar a rezar porque solo se tratara de un evento de la alcaldía.Subió en puntillas de pies las escaleras, tenía que esconderse en su cuarto lo antes posible e evitar la conversación con su padre. La boda era un tema que querría evitar, pero había algo peor, Jack estaba desconfiando de ella. Tal vez su padre también. «Estaba acabada».No sabía que hacer, ya que tenía dos opcio
Trato de conseguir el vestido más horrible nunca visto en una novia, pero fue prácticamente imposible esa tarea. Todas las modistas de la ciudad se hubiesen sacado un ojo por vestir a la Miss Delment, que para colmó también era la hija del alcalde. La boda a pesar de lo apresurada, estaba considerada como la boda del año.A todos los sitios que fue solo le mostraron los mejores vestidos. Cuando Arizona mencionó algo sobre ver vestidos negros, se escandalizaron. Nadie cometería el terrible error de importunar al comandante Moore, sobre todo si apreciaban cómo se veía su cabeza sobre sus hombros.Allí estaba varada entre metros de satén, seda, raso, hermosos encajes hechos a mano. Le resultaba casi un sacrilegio llevar un vestido como aquellos para un evento tan desafortunado. Terminó por decir a una vendedora que escogiera uno